VIVIR POR ENCIMA DE LAS
POSIBILIDADES
¿ES CIERTO?
Leo en un periódico un
artículo sobre el Vaticano y las filtraciones del entorno del papa,
que lo que más me gustó fue la conclusión con la que el
articulista acaba, citando a san Agustín: ―”Sin
justicia, ¿qué son los reinos sino una gran banda de ladrones?”,
y pienso, que la cultura es una necesidad irrenunciable, que
cualquier recorte que afecte a la educación, que afecte a la
capacidad de acercar los medios necesarios para que la infancia y la
juventud adquieran los medios que les permita formarse, no solo
profesionalmente sino intelectualmente, es irrenunciable, porque es
la garantía de tener una sociedad más justa y equilibrada, porque
la lucha de los seres humanos por librarse de los rigores de la
naturaleza ha progresado espectacularmente, desde entonce, en el
terreno material, pero en el terreno ético, no creo que hayamos
progresado mucho más que cuando este padre de la iglesia expresó su
reflexión, y es esto, lo que llamo el entramado
legal, ese conjunto de
leyes y normas que permite a los poderosos robar, guardando unas
apariencias, que solo en situaciones como las que atraviesa el
conjunto del sistema, en términos globales,
algunas, empiezan a
desvelarse.
Dos
cuestiones, una tiene que ver con el encabezamiento del apunte,
porque no es posible aceptar, no solo desde la izquierda, sino desde
la mas simple y honesta posición del ciudadano corriente,
que cualquier empresario, político, personaje, o cualquier procer
del sistema se
descuelgue con frases como que los españoles nos hemos pasados
treintapueblos
viviendo por encima de las posibilidades, o que hayque trabajar más para salir de la crisis, de que cualquier personaje, queriendo
remachar el clavo de los recortes y la productividad,
difunda la especie de que hemos vivido por encima de las
posibilidades, porque ni antes, y mucho menos ahora, vivimos por
encima de las posibilidades así que nuestro prócer
empresarial, que es
uno de los que la crisis le está yendo de perlas, pagando a sus
trabajadores sueldos que no llegan ni a mileuristas,
diga que vivimos por encima de las posibilidades, o que el ministro
de hacienda, Montoro, que asesoró a los empresarios españoles
a eludir el fisco nacional, para que sacaran sus beneficios a los
paraísos fiscales, propalen, amparados en los medios, que vivimos
por encima de las posibilidades, porque eso es lo que luego recogen
los burgueses alemanes, para decir que los españoles, griegos
o portugueses somos una pandilla de vagos, y eso hay que ponerle
término radicalmente, boicoteando o afeando tales argumentos, porque
no son sino una manifestación de la ofensiva política de la
burguesía contra los trabajadores y contra la ciudadanía, en su
conjunto, y los economistas de izquierdas, deberían de facilitar
estudios y comparativas, como hace Vicenç Navarro, en los artículos
que escribe, en los que desmonta, con cifras y datos, los argumentos
falaces de la burguesía.
Basta mirar internet para comprobar,
que en la zona euro, el salario mínimo interprofesional, en los
países donde existe, que España ocupa uno de los lugares más
bajos, en cuanto al salario mínimo, y que países rescatados
como Irlanda o Grecia tienen salarios mínimos por encima del de
España, en el caso de Irlanda, el salario mínimo es el segundo más
alto de la zona euro, detrás de Luxemburgo, un paraíso fiscal en el
corazón de la Unión Europea.
Este
tipo de argumento es preciso desmontarlo porque, si por término
medio un trabajador ha tenido que recurrir a préstamos hipotecarios,
u otro tipo de préstamos para dotarse de otro tipo mobiliario,
vehículo o cualquier otro artículo que le facilite la vida o el
trabajo, estriba en la incompetencia
reivindicativa de los sindicatos de clase,
que en virtud de esa política socialdemocrata de unir su suerte a la
de los burgueses nacionales, desmoviliza la acción reivindicativa de
las centrales sindicales, tratando
de pactar y negociar
con la patronal, las condiciones más
favorables para los trabajadores,
que sin lucha,
antes y ahora, no han
sido más que pérdidas,
de lo que, en época de la dictadura, se consiguió con duras
jornadas de huelgas, manifestaciones, detenciones, y a veces, la
muerte, asesinados por esbirros o por los grises,
que cuando disparaban al aire, siempre hacían blanco.
No
es aceptable que se mencione la falta de productividad de los
trabajadores, ni españoles, griegos, irlandeses, portugueses, o de
cualquier otro país para justificar la crisis económica, porque
además de ser falso, sin las fugas millonarias que salen de los
países hacia los paraísos fiscales, sería inimaginable el progreso
del nivel científico y técnico, que desgraciadamente no repercute
en la sociedad civil de los países industrializados más que
marginalmente, en forma de chatarra electrónica para el consumo,
para la especulación y para la industria de las armas, fuerzas
destructivas, otra manifestación del monocultivo, de la
especialización del modo de producción de mercancía en la casi
exclusiva producción de las dos mercancías, que prácticamente
controlan en exclusiva la burguesía, el capital financiero, el
dinero, como valor de uso y las armas de destrucción masiva, como
chantaje intolerable.
No
es aceptable el silencio de las centrales sindicales obreras,
incapaces de salir al paso de la especie machacona de vivir por
encima de las posibilidades, sin que desde los órganos y desde las
direcciones se tomen acciones conjuntas para combatir que elementos
como el dueño de Mercadona, o ministros como De Guindos o Montoro,
no paren de escupir sobre la ciudadanía con el falso argumento de
vivir por encima de las posibilidades, ni es aceptable que se tolere
la fuga de capitales, sea por medios legales, y por supuesto,
ilegales, sin que desde las fábricas y empresas, los delegados
sindicales, se sientan muy indignados y nada favorables a negociar
nada, mientras los empresarios fugan sus beneficios a los paraísos
fiscales, santuarios financieros, mientras los curritos tenemos que
pagar y financiar el estado, ese estado, que en letra de la
internacional dice: la ley nos burla, y el estado, oprime y sangra
al productor, nos da derechos irrisorios, no
ha deberes del señor, lo cual visto el panorama, no se puede
más que convenir en que es una verdad como un templo.
FUERA
DE LA UNION EUROPEA HACE MUCHO FRIO
Hace
unos días, discutiendo en una reunión informal con un grupo de
compañeros, en la que repasamos las posibilidades que se abren en
una situación como la actual, se conviene en reconocer que
prácticamente cualquier intento de escapar, de esta trampa, en la
que se ha convertido la Unión Europea sin tomar medidas que la
burguesía no puede tomar, ni quiere tomar, es prácticamente una aventura que ni siquiera los griegos se plantean, cuando se anuncia que
Van Rompuy y Durao Barroso están interesados en plantear una
propuesta a los jefes de gobierno de la Unión, una propuesta, bien
vista por la cancillera Merkel, consistente en un proyecto para unir
banca y fiscalidad.
Me
parece necesario mencionar la importancia que para el futuro del
mundo tiene lo que sucede en Europa, y es en este contexto que
mirando el desarrollo del proceso histórico, la Unión
Europea hay que analizarla, valorarla y estudiarla como el intento
más audaz que la decadente burguesía del conglomerado
europeo ha sido capaz, no de unir Europa, sino de intentar unir su
mercado, pues casi sesenta años de tímidos tanteos destinados a
asegurarse una plataforma propia para competir cautelosamente con la
burguesía del complejo militar industrial, han terminado empantanando
el proceso ante el miedo de los burgueses a construir un estado, y
no se puede construir un mercado sin construir un estado, por
eso, el proyecto, la propuesta que se pretende debatir, no es otra
cosa que una nueva vuelta de tuerca para ningunear a
la ciudadanía europea, pues tanto unificar la banca y fiscalida,
como mutualizar las deudas, es inaceptable que se haga sin que la
ciudadanía europea pueda expresar sus opiniones políticas para
elegir un responsable, un presidente, responsable ante los ciudadanos
europeos de la política que quiera desarrollar, y la ciudadanía
pueda articularse en partidos continentales para organizarse,
debatir, valorar y elegir al presidente común que ha de responder de
la política global europea, ante un parlamento común, y no ante un
parlamento nacional, amañado y domesticado.
Empieza
ha haber un cierto rearme político de la izquierda continental
europea, a partir de la victoria de Fraçoise Hollande, y sobre todo,
por la voluntad del frente de izquierda de Malenchon por enfrentarse
a la extrema derecha de Marine Le Pen, en su feudo, pero estas
políticas son muy locales como para significar algo importante para
tomar la iniciativa, pues ni siquiera la presumible victoria del
candidato de la izquierda griega, en los próximos días, en los
cuales, un sector de la izquierda europea tiene depositadas las
esperanzas, puede hacer otra cosa que insuflar nuevos bríos
en la lucha, pero retomar la iniciativa para hacer retroceder a los
mercados, al sector decisivo
de la burguesía alemana, depende de una batalla que está por darse,
y que ni siquiera se ha planteado en lo más avanzado de la izquierda
alemana, pues el congreso de Die Linke, que ha tenido lugar el fin de
semana pasado ha sido capaz de percibir los problemas europeos,
enfrascados en contemplar los problemas propios, como si los
problemas nacionales tuvieran solución reducidos al ámbito
nacional, cuando todo el trajín internacional se concentra en
encontrar una respuesta para Europa, entre bastidores y por arriba,
sin querer enfrentarse a la evidencia de que todo lo que se ha hecho
y se está haciendo ha dejado sin tocar lo que podríamos denominar
la agenda oculta de los estados y los gobiernos, esto es, el problema
del sistema financiero y del sistema monetario mundial que son los
que se discuten en los foros, fuera de los focos, en familia y sin
levantar la voz.
La
izquierda tiene que entender, que la batalla que hay que dar es una
batalla claramente convocada y conscientemente organizada para
movilizar internacionalmente, de forma coordinada, con iguales
consignas e iguales objetivos, a la ciudadanía europea, a los
trabajadores europeos, y todo lo que sea eludir este combate es darle
alas a la burguesía, a los burgueses europeos, que es un
conglomerado sin más interés común que no ser apeados de la
dirección de los asuntos que garantizan su supervivencia.
La
burguesía europea es un conjunto de diferentes elementos sin
intereses comunes porque su formación como clase no fue como la
formación de la burguesía de Estados Unidos (se podría decir, de
la burguesía americana de norte a sur y de este a oeste), pues las
burguesías nacionales europeas tuvieron que compartir el poder con
la nobleza, la aristocracia europea en sus diferentes naciones
durante un buen periodo de su historia, mientras que la burguesía
estadounidense se formo construyendo su mercado y su estado -los
Estados Unidos-, por lo tanto en este proceso, le lleva una
considerable ventaja a la burguesía de cualquier lugar del mundo,
por lo tanto la inexistente burguesía europea, -hay burgueses de
diferentes naciones, pero no, burguesía como clase- en su declive,
que es el declive del modo de producción de mercancías globalmente
entendido, no tiene tiempo más que para evitar ser arrollada por la
historia, y si la izquierda no quiere entenderlo así estará
cometiendo un error craso, porque la respuesta necesaria no vendrá
de una nación concreta, sino de un esfuerzo de entendimiento por
articular una lucha común, o es que acaso no es ese esfuerzo de
entendimiento el que está haciendo la burguesía mundial para tratar
de darle una buena patada a la ciudadanía europea, porque toda la
lucha dólar-euro, no es más que una batalla que juegan los mercados
en las espaldas de los trabajadores de Europa y de Estados Unidos.
La
política pasa por que izquierda entienda y se enfrente a la
necesidad de defender que el mercado ha ser regulado, es decir, que
el mercado ha de producir para la sociedad y no la sociedad para
satisfacer a los mercados,
y eso quiere decir erradicar los paraísos fiscales, el retorno de
los dineros ocultos para dedicarlo a la investigación científica en
proyectos favorables a la sociedad, para dedicarlo a la enseñanza
pública y gratuita, quiere decir, condonación de las deudas
soberanas, quiere decir, una moneda mundial consensuada y regulada
por una autoridad internacional, y para confirmar lo que digo, me
remito a las palabras de un responsable de las finanzas comunitarias
que dice que no es razonable lo que pagan España e Italia por la
deuda, así que parafraseando a san Agustín de Hipona diré que sin
lucha, ¿Qué son los bancos, sino una gran banda de ladrones?,
seguro que san Agustín me comprende y me perdona.
jmrmesas
5
de junio de 2012
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