AUN
NO, PERO LOS AVISOS INQUIETAN
LA
TOLERANCIA DE LOS EURÓCRATAS CON ERDOGAN ES REPELENTE
Salah
Abdeslam es un mal ejemplo para los suyos y ahora tiene un seguidor
el huido aún no identificado
terrorista del aeropuerto de Bruselas, ambos han considerado que la
vida es bella y que las vírgenes están aquí y no allí.
Son peligrosos para los suyos y un tesoro para los servicios
secretos, esos conectados estrechamente con los estrategas de las
empresas de seguridad tipo Stratfor capaces de reinterpretar la
historia, a la luz de las nuevas herramientas tecnológicas, que
hacen hablar a las piedras, y a sus entregados gerentes,
hacer propuestas de trazado de fronteras en sitios así como Siria –
a decir del gerente de Stratfor – que dice que Estados Unidos es
garante de las fronteras de los países que se inventan, y que no
conviene invadir ISIS (ISIS no puede ser invadido porque ISIS no
existe, existe Siria que es un país legal y soberano, aunque el
estratega de la cia en la sombra
lo dice porque esa invasión supondría 2 o 3 millones de personas,
en territorio de ISIS), dice, según la entrevista del Insider, de la
que dí cuenta en mi anterior apunte, por lo tanto se hace necesario
implicar a Europa a golpe de atentado para que empiece a calar la
idea de invadir Siria, para acabar con ISIS-Daesh, y de camino con
Bashar al Assad, y así inventar un nuevo país, con fronteras a
medida de los viejos aliados sunitas.
Bruselas,
remisa a tomar decisiones para evitar el atentado, pese a que había
sido advertida de la inminencia del atentado por Israel, ha sido
diligente en mandar a los F16 a bombardear al Daesh, sabiendo del
alto el fuego logrado en Siria con el acuerdo de Rusia y Estados
Unidos, es decir, un gesto sin sentido cuando los políticos de la
Unión Europea han babeado por agradar a Erdogan a cuenta de la
contención de los refugiados, exigiendo más dinero y que ha
conseguido, nada menos que la libre circulación de sus nacionales,
sin tener que enseñar pasaporte, cuando cada día está más claro
la implicación de Erdogan y su gobierno en la estrecha relación que
mantiene con el Estado Islámico, cuya asociación con
Turquía-Erdogan permitiría a los dirigentes de ISIS-Daesh,
despazarse por Europa como si estuvieran en casa, sin contar, para
más inri, con la
persecución que hace de la prensa opositora con el encarcelamiento
de los periodistas críticos.
Erdogan,
el meritorio a sultán pretende restablecer el imperio otomano, con
el recochineo de apartarse, cada vez más, de las premisas que
defiende, o dice defender, la Unión Europea sobre el respeto a los
derechos humanos y a las libertades ... … ¡Que Miguél de
Cervantes Saavedra perdiera la izquierda en
Lepanto, cerrándole el paso al turco, es el acabose! Menos mal que
estoy yo aquí, permitiéndome esta broma a cuenta de Frank
Maruhender, el personaje de Marvell, aunque el que mejor la reiría,
dudo que lea esto, sería el señor Maruhenda, director de La Razón,
y defensor a ultranza de los corruptos peperos, que sabe que los
asuntos de fronteras tienen raíces históricas, y sabe, también que
los imperios se acaban, y no solo el otomano, también el imperio USA
se desmorona, porque nunca ha habido imperios que duren mil años, y
menos cuando las ciencias van a velocidad acelerada.
NADA
REPELE MÁS QUE UNA IDEA QUE NO GUSTA
La
inercia política es la base del fracaso de la izquierda porque
tiende a estancarse en los viejos esquemas ideológicos y ese
estancamiento impide asumir, dar entrada a las novedades, que casi de
continuo se suceden en la vida real, y de la que a veces, fugazmente
te asaltan de improviso, como cuando ves una película antigua y no
obstante parecer sus personajes, actuales, contemporáneos, ni sus
expresiones, ni sus actos se corresponden con la actualidad, pese a
una indumentaria parecida, al verlos actuar te das cuenta lo mucho
que ha cambiado la vida, claro que para esto tienes que tener más de
cincuenta años. Es entonces cuando te das cuenta del terrible cambio
que se ha producido mientras todo transcurre con la cotidianidad
familiar.
Los
viejos esquemas a los que me refiero son el empecinamiento en creer
que ir de la mano de la burguesía es la solución para progresar
cuando no es otra cosa que estar atado a los intereses de su economía
expoliadora sin posibilidad de hacer otra cosa que asentir a sus
demandas porque ese choque que percibes al ver la película se está
produciendo de continuo en los comportamientos políticos y
económicos, que el ciudadano corriente no ve, porque no se relaciona
con ese tipo de decisiones, pero que los dirigentes políticos si
conocen o deberían conocer, siendo incapaces de exponerlos
abiertamente ante los trabajadores y ante la sociedad, haciéndoles
notar que dentro del sistema esos comportamientos económicos y
políticos requieren canmiar las relaciones de la sociedad con la
producción y con la propiedad.
Sin
hacer este tipo de ejercicio político, sin articular este debate
teórico–político, las sociedades industriales están condenada a
ser pasto del fascismo, como empieza a serlo toda la Europa del sur,
entendiendo el sur desde Rusia hasta España, pues el mosaicos de
Estados vinculados económicamente pero desvinculados organicamente
por la política, porque los burgueses europeos temen tener que
formatear, dar una organización única a una sociedad plurinacional
como es Europa dando un formato común, un gobierno común a esa
sociedad, les aterra porque saben que incluso un Estado único, con
leyes comunes aun siendo leyes que defiendan la ficción del libre
mercado y la propiedad privada, terminaría por sobrepasarles, pero
sobre todo, porque en los términos actuales, cuando la
automatización de la producción hace superflua la fuerza de trabajo
incluso con una formación específica, la producción que tiene
objeto y sentido para ellos es la producción de armas de destrucción
masiva, apoyadas por el capital financiero, el capital especulativo,
pues la producción incapaz de generar plusvalía no está
contemplada en la naturaleza del modo de producción mercantil, luego
los choques dentro de la sociedad son inevitables y se exacerbaran
los choque ínter-étnicos, porque para dominar sigue valiendo el
divide y vencerás, porque la guerra es la continuación de la
política por otros medios, que dijo Clausewitz, y la guerra, cuando
la burguesía ha llegado a organizarse internacionalmente, no puede
hacerse más que contra los pueblos inventando terroristas, porque si
la guerra es la continuación de la política, la política es el
disfraz de la economía es la defensa de la propiedad privada de los
medios de producción y de la tierra, y estas concepciones deben ser
revisadas a la luz de la historia, a la luz de un proyecto político
que contemple el proceso histórico como hilo conductor del
comportamiento humano.
Sin
esta premisa no hay posibilidad de articular una convivencia pacífica
que haga asumible las diferencias culturales y las diferencias
raciales, porque las diferencias sociales basadas en el acaparamiento
de la riqueza generada en el proceso social no puede tener cabida,
pero este tipo de explicación asusta a los dirigentes de la
izquierda, sin excepción, que prefieren divagar para encontrar
explicación al robo social que supone una legislación burguesa
destinada a justificar ese robo, con las secuelas correspondiente que
acarrea un proceder violento, que al ir descendiendo en la escala
suponen comportamientos sociales y humanos serviles y de subyugación,
que es lo que son el racismo y el machismo, porque esa tipo de
explicación rompe los lazos creados por la colaboración con la
clase dominante, la burguesía, una clase social en declive porque su
número se reduce aunque aún conserve un poder indecente y obsceno,
que los partidos de izquierda se niegan a teorizar, asumiendo
comportamientos que le llevan a estar en contradicción con los
principios que quieren defender.
El
terrorismo no se puede combatir más que desde estas premisas. Las
coordinaciones policiales pueden ser muy eficaces, si además hay
voluntad política pero si los poderosos señores del robo y de la
guerra con sus armas de destrucción masivas y sus finanzas
especuladoras se empeñan en inventar países y trazar fronteras,
siempre encontrarán perjudicados capaces de liderar proyectos sin
futuro porque a ellos se lo arrancaron cuando los que dibujan el
mundo borraron sus países del mapa para quedarse con las riquezas.
LA
TERCERA GUERRA MUNDIAL
Siempre
habrá material humano al que engañar convirtiendo a un desheredado
ciudadano en un aguerrido yihadista, más para desplazarse entre
Bruselas y París o entre Bruselas, Londres, Madrid, pongamos por
caso, hace falta mucho dinero, y si ese dinero empieza a escasear
porque la infraestructura petrolera y financiera del Estado Islámico
la ha cortado la intervención rusa, descubriendo el entramado del
negocio de la familia Erdogan con los banqueros del Daesh, aunque el
acuerdo logrado por el presidente aspirante a Sultán ha conseguido
facilitar los desplazamientos entre el escenario guerrero y cualquier
punto de la Unión Europea.
El
asunto es entender que Erdogan ha podido tomarse tales libertades
porque hay un acuerdo tácito en consentir los manejos de su política
con el Estado Islámico, queriendo ignorar la Unión Europea esos
comportamientos hostiles, el favor de la Turquía de Erdogan con el
islamismo terrorista, al tiempo que persigue a la prensa de la
oposición, reprimiendo y encarcelando a sus trabajadores. Ese
comportamiento del gobierno erdoganiano ha requerido y requiere un
grado de colaboración de los eurócratas bruselenses que callan ante
el atropello, así como de los gobiernos europeos que compraban el
petroleo vendido por el Daesh, de igual modo, que existió
colaboración, cuando menos, por omisión, en el derribo del avión
ruso. Este tipo de comportamiento y un solapado aliento a intervenir
– los países europeos afectados – militarmente en el
aplastamiento del Daesh (2 o 3 millones de personas que decía el
analista de Stratfor) es el caldo de cultivo necesario para que los
atentados, en territorio europeo sea el modo de desestructurar la aún
cohesionada sociedad europea; si tales atentados empezaran a tener
una repetición frecuente, y la izquierda siguiera inerme teórica y
políticamente, toda Europa, desde Rusia hacia abajo se convertiría
en trofeo de unos contendientes principales al acecho, Estados Unidos
y Rusia.
Por
el momento la actividad de la izquierda supone que no ha entendido el
mensaje, obcecada en moverse en el terreno de la lucha económica que
le marcan los acuerdos con la burguesía; ni siquiera el partido
paneuropeo, que en estos días tiene un terreno propicio para, al
menos, emitir algún comunicado que alertara a los trabajadores y a
la sociedad de los manejos de los políticos de la UE ha dado
muestras de estar al tanto. Es importante la discusión de los
límites del capitalismo porque se está ventilando un nuevo reparto
del mundo y la izquierda no puede alinearse con ninguna burguesía,
tiene que empezar a delinear las propias propuestas y una de las
principales ha de ser la de construir la nación trabajadora de
Europa, la propia nación multinacional, con un criterio claro de
buscar el modo de producción alternativo al capitalismo, que no
puede ser otro que recuperar el socialismo como alternativa al caduco
modo de producción de mercancía, ya que aferrarse a la mano de la
burguesía no traerá más que nuevos atentados, nuevas matanzas,
desestructurando la cohesión de la sociedad europea.
No
atreverse a plantear que el capitalismo solo le vale al uno por
ciento mundial es una temeridad suicida, pero manifestar esta
denuncia nos obliga a buscar las concreciones y precisiones que son
necesarias engarzar para elaborar una alternativa al caduco y
obsoleto capitalismo, y eso quiere decir movilizaciones, pero eso
quiere decir también que la nueva izquierda debe ir a las fábricas
y tajos que aún quedan para dialogar con los trabajadores y demandar
su ayuda y colaboración, que debe ir a los sindicatos a plantear la
necesidad de romper con el capitalismo convirtiéndose estos en
instrumentos de la organización de una nueva producción, de un
verdadero control social de la producción.
jmrmesas
veinticinco
de marzo de dos mil quince