¿EUROPA, … DOS
VELOCIDADES?
ESTO NO ES LA VUELTA
CICLISTA
La burguesía mundial, el
capital financiero se prepara ante la incertidumbre de lo que pueda
pasar en Grecia el próximo domingo, si se cumplen las peores
expectativas, el triunfo de SYRIZA, y el gobierno de Cameron está
transfundiendo millones de libras esterlinas en el sistema
bancario del Reino Unido, para evitar el pánico, como todas las
instituciones, como los bancos centrales están haciendo, porque para
los mercados, para la banca siempre hay dinero, pero el
sistema agoniza, y agoniza porque la economía productiva es
incapaz de crear empleo, los millones de puestos de trabajo que son
necesarios para absorber a los millones de trabajadores desempleados,
y ante este panorama es necesario insistir que la crisis empezó por
la increíble burbuja inmobiliaria, que no fue la de España, sino
que tuvo su origen en Estados Unidos, asistida por los bancos
alemanes.
Estas precisiones son
importantes dejarlas bien claras porque sería impensable que todo el
sistema estuviese corroído, solo por que España, o Grecia, tengan
problemas, cuando es todo el sistema el que está cayendo sin
remisión, porque el problema es que, llegados a este punto, el modo
de producción de mercancías es el compendio de la lucha de
clases, porque la producción de las mercancías es la
realización de un producto en la que se confrontan dos
concepciones del mundo, en la que una de las cuales tiraniza,
esclaviza y acapara, exactamente igual que los guardianes de los
campos de exterminios nazis, cuyos almacenes estaban repletos
mientras los prisioneros esclavizados, trabajaban hasta la
extenuación, hambrientos y enfermos.
Es todo el sistema el que
está tocado porque el tiempo de las adaptaciones, el tiempo de
las reformas cosméticas ya no vale, pues ahora los cambios han
de ser en profundidad, por eso la primavera árabe se ha
agostado, y el ejercito toma el poder, como en Túnez, los
islamistas,defendiendo el viejo orden, como en Siria, defendiendo los
privilegios, porque todo el sistema depende de lo que ocurra en
Europa, y el conglomerado de burgueses europeos, en sesenta años
han sido incapaces de construir su mercado, y aún hablan de
construir Europa a dos velocidades.
La guerra de Secesión
americana que confrontó a las burguesía exportadora algodonera y a
la productora industrial del norte fue el intento de construir un
mercado a dos velocidades, en la que lo más perspicaz,
avanzada y consecuente del conjunto de la naciente burguesía de
América del norte, intuyo como ruinoso, si llegaba a consolidarse la
ruptura, con la que la poderosa burguesía sureña quería asegurar
su posición, porque París, bien vale una misa, es decir, la
construcción de la nación americana, la construcción de Estados
Unidos, no podía recorrer el camino que recorrió la Europa de
entonces, y de ahora, en la que las dos velocidades, en
las que históricamente, las clases dirigentes han recorrido el
camino para asegurarse el dominio, (bien es verdad, que la situación
del escaso desarrollo del momento, permitía estas liberalidades, ha
persistido, contaminando la visión de los dirigentes de una miopía
histórica, deprimente), ha llevado a la fragmentación del viejo
continente, y hoy, no puede esperarse, de ninguna de sus fracciones
nacionales, una decisión capaz de arrostrar la unidad sin
paliativos, porque las dos velocidades
no es otra cosa que
mantener a los europeos encerrados dentro de las fronteras
nacionales, mientras los mercados siguen robándonos el esfuerzo de
nuestros recortes, guardándolos en la caja B, de las entidades
de baja tributación, por otro
nombre, paraísos fiscales, porque la decrépita burguesía europea,
teme a la ciudadanía a la que sabe capaz y por tanto, con muy pocas
posibilidades de responderle, dirigiéndola y encauzándola, por
eso, las dos velocidades, no es otra cosa que mantener la Europa de
los compartimientos estancos, las fronteras para las personas,
mientras los capitales pueden circular libremente.
La
deuda española se ha doblado desde el rescate,
porque los mercados
saben que hay que impedir, a como de lugar,
que el continente se una, pero se encuentran en un grave problema
entre persistir en la política de empobrecimiento y la necesidad de
una cierta reactivación económica, manteniendo las fronteras, por
eso, la disyuntiva no puede ser asumida más que por la ciudadanía
asumiendo que Europa, bien
vale la unidad,
bien valen los Estados Unidos de Europa, y eso significa que la
izquierda asuma y defienda que no son tolerables los recortes, la
carestía de la vida para los que mantienen en funcionamiento la
sociedad, mientras los recortadores
de cupones
acaparan las riquezas para empobrecer a las sociedades.
El
domingo es posible que los griegos den su apoyo a SIRIZA, pero la
izquierda, un cierto sector de la izquierda de Europa, cuando menos,
debe apoyar decididamente la lucha por la recuperación, no
simplemente solidarizandonse
con
Grecia, sino luchando para impedir la sangría de los recortes, para
recuperarnos del feroz latrocinio de los que ocultan en esos
países de baja tributación,
los beneficios generados socialmente, porque hasta aquí hemos
llegado permitiendoles a los expropiadores, su rapacidad, su fuga de
beneficios a los paraísos fiscales, pero ha llegado el momento de
presionar a los dirigentes de izquierdas, a los sindicatos obreros,
que se posicionen y organicen la lucha por
la recuperación,
es necesario exigir la erradicación de los paraísos fiscales, la
condonación de las deudas soberanas, que como demuestra el rescate
de España es una clara
transferencias de fondos
a los mercados,
a los banqueros travestidos
de especuladores y financieros,
el dinero del rescate,
es necesario exigir a los dirigentes de los partidos de izquierda y a
los dirigentes de los sindicatos obreros, que luchas como la de los mineros
asturianos no pueden quedar aislada, sino que deben tener una calida
demostración de solidaridad, porque su lucha es la lucha que permitirá
el comienzo de la recuperación, porque, el mundo se encuentra en una
disyuntiva, y la respuesta comienza por asumir que la unidad del
mercado de Europa es la lucha por los Estados Unidos de Europa,
abanderada, encabezada y entroncada en la base social de la
ciudadanía europea, y si París, bien valía una misa, Europa
bien vale una revolución,
que será tanto más pacífica y fructífera, cuanto más clara sea
la señal que se le mande a los mercados: tributen, coticen, paguen,
y demuestrennos que son gente confiables, colaboren y no insistan en
mostrarse como una banda de ladrones, aún pueden tener un papel
positivo, pero el mercado tiene que producir para la sociedad, y no,
la sociedad para el mercado.
jmrmesas
15
de junio de 2012
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