SIRIA Y LA GEOPOLITICA
LA URSS NO EXISTE
No quisiera que los
compañeros de pc se sintieran ofendidos, porque no es esa mi
intención, pero el debate sobre Siria al que asistí, no aclaró
nada la situación que se cuece en Siria, y sí, por el contrario,
demostró la desorientación que se cubría con afirmaciones rotundas
y desafortunada, como la realizada, por uno de los ponentes al
afirmar que por no coincidir con el enemigo sostendría lo contrario,
si ellos dicen blanco, yo diré negro; si dicen que es de día, yo
diré que es noche, lo cual no
deja de ser un acto de estúpida obstinación, que pasado el
acaloramiento del debate, tanto el ponente, como los que le
aplaudieron, comprenderían, que de ese modo, se enajenan las
simpatías de los trabajadores y de los ciudadanos corriente, que no
podrían negar lo que sus sentidos les muestra; el debate, por tanto, fue enmarañado y no sirvió, desde mi personal opinión, más que
para exhibir las enormes carencias políticas e ideológicas del pce.
La
geopolítica es, como la economía, una faceta, un aspecto de la
lucha de clases, que enfrenta, en este caso a dos burguesías, y como
siempre, cuando esto ocurre, y la relación burguesía-proletariado,
no está claramente definida, en el caso de las potencias
enfrentadas, Rusia y China, de un lado, y USA y el conglomerado de la
burguesía europea, del otro, quien sufre las consecuencias es el
pueblo sirio, reprimido por cuenta del fantoche Bachir al Assad, que
defiende su momio, sus negocios, sus propiedades, y aunque es posible
que invoque la defensa del socialismo, para justificar la represión,
este está tan lejos de ser defendido por Assad, como la creencia de
los organizadores del debate, de creer que Rusia sigue siendo un país
socialista.
La
geopolítica es la confrontación la lucha entre burgueses por
conseguir ventajas, bien por controlar mercado, el acceso a materias
primas, influencia territorial estratégica, o todo ello, y para
hacerlo invocan a la patria, a la religión, a los sentimientos más
primarios y fácil de manipular, porque en definitivas, quienes van a
defender los negocios de los poderosos serán los proletarios de un
bando y de otro, encuadrados en los respectivos ejércitos,
nacionales, para matarse mutuamente, y es cierto que se está
buscando la confrontación para que la OTAN intervenga, y si lo hace,
lo que se facilitará será la eliminación de los disidentes sirios
más próximos a la izquierda, como sucedió en Libia, para que los
hipotéticos vencedores puedan entenderse con los representantes del
complejo militar-industrial estadounidense, pero de ahí a definir al
carnicero de al Assad, como un defensor del socialismo, sencillamente
es repugnante.
La
única manera de parar una confrontación en el flanco sureste de
Europa, con una peligrosa deriva nuclear, que afectaría brutalmente
al continente, a la ciudadanía europea, objetivo a batir en los
planes que dibuja el capital financiero, es movilizando a la
ciudadanía europea apoyando a lo que se dio en llamar en su momento,
la primavera árabe, y que a estas alturas está más que marchita
por la pasividad y estúpida fidelidad de la izquierda, que quiere
seguir considerandos que Rusia es un país socialista, cuando la URSS
fue destruida desde dentro, por los mismos burócratas, por los
apparatchit, de los cuales, algunos pueden verse retratados el la
revista Forbes entre los ricos del mundo, por tanto, compañeros,
volved a pensar analizando los crudos hechos de la economía
política.
Los
partidos comunistas fueron la respuesta defensiva al intento de
ahogar al naciente estado proletario, eso fue la tercera
internacional, pero, formalmente, la tercera internacional fue
disuelta tras la batalla de Stalingrado en 1943, aunque desde finales
de los años veinte, perdió su carácter revolucionario, es decir,
se convirtió dócilmente en un instrumento de la burocracia, la
misma burocracia, que destruyó, desde dentro, la Unión Soviética,
y si bien es cierto que el capitalismo atacó todo lo que pudo y más,
después de todo hizo lo que le era propio, por tanto, la
responsabilidad mayor y más importante, le corresponde al partido
que no supo o no pudo controlar a los burócratas, con lo que creo
que está, meridianamente claro, que Rusia, hoy defiende el interés
que le conviene a los burócratas, devenidos en la
nueva burguesía rusa que
defiende su necesidad de expansión al sureste, por tanto, con el
mismo interés que el capitalismo por impedir que Europa, que no se
ha convertido aún en una revolución social, porque como dijo,
desafortunadamente el ponente, no quería coincidir con el enemigo,
ni en lo evidente, pero
con el enemigo hay que coincidir, porque es coincidiendo como le
daremos la batalla, y esa
batalla tiene que darse en una serie de encuentros parciales, y la
defensa de libertad y justicia social de los pueblos árabes, pasa
por demostrarles que la ciudadanía europea, le apoya y le defiende,
entonces, y solo entonces, las masas árabes tendrán otra referencia
diferente de la de los hermanos musulmanes, pero para eso, los
partidos comunistas tendrán que reconsiderar su existencia, tal vez
mirando hacía una nueva internacional, la quinta -no hay quinto
malo- para terminar de enterrar al capitalismo
jmrmesas
27
de junio de 2012
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