INHUMANO
QUIERE DECIR MONSTRUOSO
No
creo que mi diatriba contra los economistas marxistas e intelectuales
comprensivos haya sido la mejor manera de discrepar, aunque me
indignan las explicaciones económicas políticamente correctas,
para no desentonar del discurso oficial desestimando la mención
al crecimiento continuo de las fuerzas productivas, que en
Marx era una constante y que, modestamente creo que con esta mención
pretendía avisar al militante
a entender el significado del constante cambio, los
constantes cambios del fluir de la historia, que introduce
contradicciones en ese fluir de los acontecimientos porque
las contradicciones no permanecen tal cual, ya que las
más determinantes provocan cambios irreversibles, como
otras menos importantes desaparecen o son integrables. Es el
materialismo histórico, es decir el fluido constante de los
cambios en la historia que ha impulsado a los marxistas a
no dejarse arrastrar por ella sino, primero a entenderlas y
luego, a renglón seguido luchar por orientarlas, conducirlas, en
ultima instancia, controlarlas, para no ser objetos a merced de
una naturaleza inhóspita, pues ahí radica la visión
materialista del proceso histórico, querer controlar el
destino del ser humano,
sacándolo de la superstición mágica, que es en donde me
quiero apoyar para intentar explicar lo que ocurre.
Me
indigna la comprensión de los marxistas,
de los intelectuales comprensivos
que
reducen el marxismo a
un discurso económico,
desproveyéndolo de
su raíz transformadora,
por eso cuando digo comprensivo, en realidad quiero decir, deshonesto
y cobarde,
porque no se atreven a vislumbrar un mundo futuro regido por normas
acordes con los avances de la ciencia y la tecnología, o desde otro
ángulo, capaces
de revisar la superestructura del mundo actual,
al fin y al cabo, relaciones de producción cristalizadas,
sacralizadas, congeladas
en un tiempo pasado en el que preguntarse por qué,
era delito contra todo lo sagrado,
es decir, apuntar al poder como causante
de las desgracias que afligen a los débiles mortales
y que permiten al poder hacer mangas de capirotes.
LA PANDEMIA NO ES UNA IMPROVISACIÓN
¿Es posible que la pandemia haya sido un desliz, un descuido? ¿Una
improvisación?, ¿algo forzado por la crisis económica? Digo
forzado, porque al principio de la crisis, al principio de los casos
de contagios en Wuhan, en China, creí que podía ser una acción
puntual de USA para poner a la economía china en posición de
saludo. Había que parar el duelo de aranceles que estaba
descolocando a Trump, y creí que podía haber tomado esa
alternativa, pero al extenderse a lugares tan diversos se ha ido
abriendo mi perspectiva, llegando a la conclusión de que tal acción
ha sido meditada, debatida y asumida
porque forma parte de un plan a más largo plazo, un plan sin futuro,
desesperado que, prácticamente no depende de un presidente
cuestionado que ha salido de un impeachment porque está al final de
su mandato y porque la situación internacional desaconsejaba la
medida.
Creo que cuando en determinados ambientes se ha discutido de la
exposición de la humanidad a la vulnerabilidad de una posible
pandemia se estaba anunciando la decisión de hacerla,
y de repente toda una serie de acontecimientos ha ido encajando en el
puzle mundial. Es una verdadera tragedia para la sociedad de
nuestros días la obcecación de mirar solo el entorno próximo,
solo el entorno más cercano cuando la vida, en nuestros días,
depende de unas relaciones internacionales, necesarias,
complejas, dinámicas que están en muy
pocas manos, con mucho poder y sin ningún control, o muy reducido
control — y no me refiero a los gobiernos — pues me estoy
refiriendo a las transnacionales y banqueros, a lo que se entiende
por el Estado profundo.
No, la pandemía no es una improvisación. Culmina una serie de
provocaciones del complejo militar industrial y que por
intrincados procedimientos – que no han tenido la amabilidad de
contarme – se le ha ido tomando el pulso al mundo con acciones como
el incendio de la amazonia, o los incendios
australianos, hasta culminar en la pandemia.
Pero
la pandemía tiene como objetivo Europa, más concretamente, bajar
los humos de la avanzada sociedad europea
que no obstante la
pobreza ideológica de sus organizaciones obreras,
y cuando digo obreras, me
estoy refiriendo a sus partidos y sindicatos de clase,
que hasta este momento guardan
un silencio atronador
fruto de su
falta de política independiente,
no han dicho nada
de nada.
Esta es la razón de la pandemía. Debilitar las luchas populares y
contra estas acciones se ha dirigido la pandemia, porque era
imposible declarar abiertamente una crisis económica cuando a pesar
de todos los esfuerzos en cantar que la de 2008 pasada estaba
superada, no se
podía presentar la que aún no se han atrevido a presentar,
porque esperan la vuelta al trabajo para echarle la culpa a la
enfermedad y
entonces reducir salarios,
alargar
jornadas,
recortar más,
¿o que creéis
que entienden ellos por levantar la economía?
por eso yo digo que esta crisis y su necesidad de asesinar a más de
200 000 personas con una pandemia cultivada, es
el fracaso del complejo militar industrial,
que ha tenido el
apoyo cómplice de los burgueses europeos y del resto del mundo,
que ha tenido su
moneda como medida de valor universal,
que ha
construido sus organizaciones,
sus
instituciones,
y que ha
terminado pudriendo el mundo porque su voracidad de poseer y destruir
es el ADN que le hace funcionar,
pero el capitalismo ha llegado hasta aquí, hasta su madurez tras más
de 500 años y sería inhumano
estabilizarlo,
¿porque
cómo se puede estabilizar algo que para estabilizarse necesita
desestabilizar más de 200 000 vidas?
como pretendía Varoufakis
en mayo de 2013
con la bendición actual de Chomsky. Ya entonces hice un apunte,
este,
en el que discrepaba del autor de las tesis erradas, porque ya, en
aquel momento era monstruoso el capitalismo. Hoy
es insoportablemente monstruoso,
su
estructura económica,
sus relaciones de producción tienen que ser modificadas para acoger
a un nuevo modo de producción al servicio de las necesidades de la
humanidad,
de la naturaleza y si no es así es monstruoso,
inhumano.
La pandemia ha sido dirigida contra Europa, aunque la
prensa mundial pone el foco en Estados Unidos, cuando la realidad es
que Estados Unidos se ve en esa tesitura por la estupidez de su
presidente, evidenciando que la pandemia fue decidida por el
Estado profundo que es el complejo militar industrial, que a pesar de
haber avisado delicadamente al presidente, este no fue capaz de
entender el mensaje, pero los datos lo dicen todo. En EEUU el numero
de contagiados es de 988 189 y el numero de fallecidos es de más de
56 000. La ciudad más internacional, Nueva York el numero de
fallecidos, en su mayoría negros son más de 17 000 personas.
En Europa, solo en tres naciones del sur el numero de
muertos supera a Estados unidos, estos tres países son Italia,
España, Francia y arrojan 74.092
fallecidos. El numero de
contagios es de 594.799
personas solo en estos tres países.
Y sin embargo se disimula la mortandad. Toda la prensa mundial pone
el foco en Estados Unidos, y ningún intelectual, ningún pensador
advierte la sangría y el debilitamiento buscado por el capital
financiero, contra Europa. En diez países de Europa el numero de
contagios es de 1.045 724 y el de
fallecidos es de 115.668.
En estos países de los que he recogido datos no todos son de la
Unión Europea, son Italia, España, Francia, Bélgica, Alemania,
Reino Unido (otro que no entendió la sutileza del aviso), Holanda,
Irlanda, Suecia y Suiza. No son todos los que están, ni están todos
los que son, pues contándolos a todos, podría decirse que la
pandemia es europea.
Es evidente que las instituciones de la Unión Europea están
corroídas por el temor de sus burgueses a perder lo que nunca han
tenido, pues son un apéndice infectado de sus im pares socios de la
otra orilla del Atlántico, no tienen autonomía y han sido
castigados por desobedecer, aunque a los aliados más fiables, el
coronavirus solo les ha rozado. Una pequeña mordedura. Lo digo sin
señalar porque les considero recuperables.
¿Y si la izquierda
lanzara una ofensiva?, ¿y
si la izquierda se planteara la unidad desde abajo?
¿Construir una Unión de Repúblicas Socialistas
Democráticas? ¿Por
qué no? ¿Vamos,
otra vez a levantar un capitalismo financiero que traerá una nueva
crisis, cada vez en menor tiempo,
envuelta en cada vez más fallecidos-matados?
Esta es la decadencia del capitalismo.
Ayudemosle a desaparecer.
Construyamos la nueva sociedad. La
izquierda y yo con ella no quiere una sociedad muda.
No quiere, ni yo tampoco,
una sociedad asustada, cohibida.
Una nueva sociedad
tiene que poner en primer lugar la educación y la cultura,
pues solo una sociedad
culta hará imposible que un grupo de poder destruya más de 200 000
vidas para para ocultar su fallo monstruoso.
GRACIAS A USTED POR DEMOSTRA QUE LA ECONOMÍA
YA ERA UNA RUINA ANTES DE ARRUINAR
MAS DE 200 000 VIDAS
Cuanto más vueltas le doy a la relación entre la crisis económica
y la pandemia más clara me parece la tesis de Eric Toussaint acerca
de la independencia del momento económico y el contagio del virus,
salvo que, dado que la crisis se produciría sí o sí era mejor
enmascararla con el contagio. Por cierto señor Toussaint, estamos
firmemente persuadidos de la inhumanidad
macro y micro del FMI, y humildemente creo que su
inteligencia sería mucho más útil y fructífera si retomara el
hilo por la construcción
del internacionalismo de los pueblos de Europa, que
particularmente debería ser extendido a los pueblos del mundo, pero
con todo y con ellos, considero que sería un paso adelante, y sobre
todo, abundando en su propuesta por
la nacionalización de los bancos, laboratorios
químicos-farmacéuticos y empresas de seguros, algo con lo que no
deberíamos permitir el infame mercadeo, según las causas que
señala, fuerza
mayor, estado de necesidad, etc., que dicen a las claras
que este momento no es como otros tantos.
jmrmesas
veintinueve de abril de dos mil veinte
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