HULK
Recuerdo haber leído
en alguna parte que el formidable Isaac Asimov siempre declinó las
ofertas que le llegaban para trabajar para los militares, aunque esa
no era ni es la tónica dominante cuando algún científico recibe
la invitación.
Un conocido me
susurra al oído si creo que el coronavirus es un asunto de índole
conspirativa, y yo, discretamente le susurro que me resulta claro.
Por supuesto, que aunque me llaman Jesús, no soy el mesías, ni
siquiera un profe ta, osea, es decir, que me dice, ¿de donde sacas
pa tanto como destacas?, tío. Dígole. Hay aspectos que me llamaron
la atención, y como me tienta la curiosidad, uno se hace preguntas
se establecen relaciones y echa mano de las señales disponibles y
que puede comprender un indocto como el abajo firmante.
La más clara de las
señales percibidas por mi limitada inteligencia es la machacona
matraca hollywoodense de pintar los experimentos pentagonianos que
ligan a emprendedores y generales afanados en experimentar con
animales y personas a la búsqueda del soldado invencible, y aunque
los ejemplos pueden ser kilométricos me viene a la memoria la
conocida serie del increible Hulk, un experimento fallido, llevado al
cine y a la televisión, que en realidad es una tapadera, como la del
atolón
del pacífico, cada vez más agrietada, de experimentos de muchos
millones que el Pentágono financia. ¿Quiere esto decir que yo acuso
a... ? Puedo ser corto de inteligencia pero no completamente idiota,
porque, ¿cómo podría acusar sin pruebas?. El afán de encontrar
explicaciones me lleva a tratar de razonar, porque esta pandemia no
es una plaga bíblica, sino, barrunto, un perverso diseño para
ocultar que el sistema se ha vuelto peligroso, nocivo, deletéreo, y
salvo el señor Eric
Toussaint, que no tiene que fantasear porque ha estudiado
el comportamiento del funcionamiento de los bancos, los que oímos
campanas sí necesitamos conjeturar para no hundirnos
en el tsunami de
basura que nos ofrecen los medios.
Que el virus
comenzara en China para saltar a la Unión Europea e Irán fue un
dato hartamente inquietante, pues en principio son, ¿eran?,
¿seguirán?, siendo obsesiones del presidente de la mitad del mundo,
para que se le haga caso, y todo dios sepa quien manda, que había
que desatascar la economía de EEUU y financiar la OTAN, y creo que
seguirá porque se avecinan tiempos muy duros de tránsito hacia un
mundo nuevo y desconocido, pues las ensoñaciones de izquierdas están
muy diluidas en el capitalismo.
Que la pandemia
llegara a EEUU es un terrible fallo político, pues si Bill Gates ya
preveía y prevenía en 2015 de la posibilidad de una epidemia que
podría coger a la humanidad desprevenida ya podría haber sido
interpretado como un aviso muy interesante para que el Estado
profundo que es el complejo militar industrial se pusiera las pilas,
por eso que expertos en inteligencia (espionaje), vinculados a las
asesorías de Trump consideren que el covid19
es el mayor fallo desde el ataque de Pearl Harbor no puede significar
otra cosa que el gobierno de EEUU tiene muy poca influencia sobre las
empresas, las
corporaciones y sus thinktans de ese conglomerado
industrial que es USA, donde las empresas pueden tomar decisiones
comprometidas sin comunicar nada a un gobierno que está para
respaldarlas, considerando posibilidades de experimentos controlados
que se terminan descontrolando. ¿Se refieren a eso los expertos
cuando dicen que no se han tomado en consideración a las agencias de
seguridad? ¿Se desmorona USA como le ocurrió a la URSS?
Tengo que decir
honradamente que esto que digo son puras especulaciones que me
tranquilizan más que las que leo, veo u oigo, y que ruego a los
lectores que las reflexionen, pues no son las escrituras.
ES LA ECONOMIA,
ESTUPIDO
Como he apuntado en
los últimos post, el incremento de la producción de medios de
producción, limita la producción de plusvalía y la importancia
absorbente del capital financiero estrecha el mercado de tal manera
que necesariamente las crisis se hacen más profundas y la
dependencia del beneficio monetario se reduce a la pura especulación.
Esto que digo es lo que deduzco de la lectura de Marx, o autores
marxistas con formación académica como M. Hudson, M. Roberts,
Murray Smith, por lo tanto, me llama la atención que la gran crisis
que denota E. Toussaint no se refleje en los medios, cuando el
confinamiento, en todo el mundo está suponiendo una destrucción de
empleo sin precedentes, ¿para abaratar más el trabajo?.
Sin embargo, y tengo
que confesar que es más un deseo, que una realidad, quiero ver que
hay indicios que podrían apuntar a un cambio de tendencia, si lo más
avanzado de la sociedad sigue el ejemplo de los sanitarios, lidiando
con el virus, aunque desprotegidos porque los recortadores les
dejaron con lo justo. Los trabajos que ha realizado el politólogo
Toussaint describe el funcionamiento de las salas del casino global
que son las bolsas de valores. Cómo se inflan los valores hasta que
los propios especuladores estiman que ha llegado el momento de
pinchar la burbuja, vendiendo para comprar a la baja. Es decir, si
los economistas, como los médicos y sanitarios, se mojan y
abiertamente denuncian que la economía global no es más que un
enorme engaño para la estafa, si las fábricas, como la SEAT ha
demostrado, pueden fabricar lo que la sociedad necesita, en cada
momento, ahora, respiradores (¿Se imaginan a Boeing o Airbus
fabricando respiradores?), si las fábricas de armas dejan de
fabricar armas de destrucción masivas, se imaginan … pues mirando
algunos periodicos de referencia internacional no he encontrado
referencias a la economía.
Ciertamente la
pandemia se atenuará, pero la situación económica ya era mala
antes de la pandemia y como incansablemente se repite en los trabajos
de Toussaint, el profundo crack de 2020 se habría producido de todos
los modos posibles y por lo tanto no se le puede echar la culpa del
desastre económico a la pandemia, sino que este desastre económico
quieren camuflarlo con el coronavirus, lo que es doblemente criminal,
por eso es importante que los economistas de referencia que escriben
o peroran en los medios tengan la honestidad de denunciar la estafa
bolsística, o si no, denunciar los trabajos de Toussaint como
falsos, inventos, porque si la economía sigue igual, tras el
coronavirus vendrá otra pandemia más mortífera. Si un profesional
respetado dice que los bancos deben ser expropiado sin indemnización
y que debemos repensar que sociedad queremos es que debe tener
sólidos argumentos en los que apoyar sus asertos.
A los sindicatos
obreros les queda una tarea bien dura porque deberán tomar en
consideración que la defensa de los trabajadores empieza por dar a
conocer los datos reales de la producción, no tanto en llamar a la
acción sin ideas como dar ideas sobre la economía para la acción
política y militante, y desde ningún ángulo, facilitar ministros a
ningún gobierno para tener de rehén al sindicato.
El coronavirus es
una sutil advertencia para prevenir concentraciones de personas, que
el capital ve como una amenaza. Es una sutil advertencia que nos hará
desconfiar unos de otro, porque los medios de control que tiene el
capital en sus manos es muy importante. Sin embargo, nunca como
hoy, los obreros podemos hacer oír nuestras voces.
jmrmesas
dos de abril de
dos mil veinte
Este apunte no gusta
al capitalismo. No hagas piña con él y pásalo
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