miércoles, 27 de septiembre de 2017

DICOTOMIA EUROPEA


DICOTOMIA EN EUROPA:INTERESES ENFRENTADOS

JUNCKER CENTRALIZACIÓN, CATALUÑA INDEPENDENCIA

No veo la relación entre los policías que el gobierno corrupto manda a Cataluña a perseguir urnas y ciudadanos que les animan con un grito deportivo, ¿o el grito no es deportivo? ¿Algunos pretenden que el grito sea de sorpresa? ¿Horror, tal vez? ¿Alguien puede ser solidario con un gobierno, cuyo partido esta trufado de elementos que están respondiendo por robo ante los tribunales? ¿Se puede creer que este gobierno defienda intereses del pueblo trabajador? Creo que en el fondo está el temor que sienten los poderosos porque el tiempo se les acaba.

En ese fondo, está la dicotomía a la que se enfrenta la humanidad espoleada por los cambios graduales que el progreso, el hasta ahora progreso de las fuerzas productivas ha traído, generando contradicciones que se visten con ropajes inadecuados porque encorsetan la toma de consciencia de las clases afectadas, de los desposeídos y explotados, y ante la carencia de un debate ordenado, es decir, donde puedan aparecer los intereses concretos, sin disimulos y la gente entienda que es lo que esconde cada uno de ellos, pudiendo, con ese conocimiento, decidir sus opciones.

Ese impulso de las fuerzas productivas ha venido cambiando la estructura económica del mundo, con desigual resultado – de ahí las contradicciones –, pues mientras las relaciones de producción han experimentados gigantescos cambios que, sin ser su objetivo el de transformar la consciencia de las personas, estas han aprendido a establecer las relaciones, trascendiendo los aspectos técnicos-científicos, implantándolas en el terreno social, humano, con las inevitables consecuencias de alterar los modos de vida, y que al no quedar solo en el aspecto técnico, las transformaciones mecánicas hacían inevitables, que tales novedades en los modos vitales, hicieran aflorar las contradicciones.

Que tales transformaciones se recojan en una legislación apropiada es una tarea revolucionaria porque en ese lapso de tiempo, la superestructura jurídica y política, que es la que ordena y garantiza los intereses de la minoría poseedora, apenas han tenido variación en los códigos legales que recogen los intereses de esa minoría poseedora, y así, en Europa, lugar determinante para ventilar los intereses contrapuestos entre la burguesía pentagoniana, dominante en el panorama mundial, que la burguesía europea ha consentido porque se sentía amenazada por el viejo fantasma del comunismo marxiano – no por el comunismo soviético –, sentido por los trabajadores, pero sin estructura, porque los partidos obreros nunca fueron sinceramente internacionalistas se ventilan envueltas en señuelos que van perdiendo efectividad en la medida que se enconan los intereses de clase.

Juncker expresa, en su propuesta de centralizar la economía y la representación ejecutiva una tendencia impulsada por las fuerzas productivas que es la de formar entidades productivas grandes. Las fuerzas productivas tienden a centralizar esas entidades que la producción y el comercio terminan convirtiendo, de hecho, en macro estados, en grandes estados que no pueden asumir la forma de Estados con estructura política porque los intereses contradictorios enfrentados, terminan quitandole la careta a la élite dominante, minoritaria y ladrona, por eso, la Unión Europea, que es el invento más acabado que ha logrado impulsar la burguesía europea, está haciendo aguas, porque adecuar ese proceso para que los códigos recojan una legislación favorable a los trabajadores, a la población trabajadora, se atasca por dos razones importantes.

Una es la de mantener las diferencias nacionales porque es el divide y vencerás adecuado para mantener desactivada la lucha de clases, para impedir la confluencia de fuerzas populares diversas, que podrían terminar coordinando propuestas que sí habrían de recogerse en una legislación concreta y de aplicación en todo el territorio de la Unión Europea, que es lo que, entiendo que el presidente de la Comisión Europea, señor Juncker trata de impedir, o al menos, minimizar.

Entendido del mismo modo estarían otras diferencias religiosas, culturales, etc., que sumarían en la intención de dificultar los intereses populares, todo ello, facilitando el crecimiento de políticas reaccionarias que están haciendo posible el crecimiento del fascismo legal, ese que se presenta como auténticos patriotas, que está llevando al fascismos, otra vez, a los parlamentos nacionales, Le Pen al parlamento en Francia y ahora en Alemania a Alternative für Deutschland a uno de sus fundadores, Alexander Gauland y Alice Weidel, una de esas jóvenes alt right que tanto ruido montan en las redes sociales, pero que tomarán el relevo del fascismo vestido de yihadismo, criado a los pechos de Estados Unidos y que asesinan queriendo cubrir sus bestialidades sangrientas con el manto del Islam.

El otro factor, la otra razón, y esta si que es vital, es la carencia absoluta de discurso político de la izquierda internacional, y de la izquierda europea, especialmente, y digo especialmente porque la confrontación que las diferentes burguesías con capacidad y medio para liderar al viejo modo de producción de mercancías se establece entre el complejo militar industrial de Estados Unidos, de un lado y del otro, y muy importante, la neoburguesía rusa, este es el verdadero motivo, la contradicción principal, ya que el discurso guerrero del presidente de Estados Unidos contra Corea del Norte – desde ahora, (Korea) del norte y Corea del sur(Corea) – no es más que una pantalla para tapar esa apuesta de EEUU por controlar Europa, toda vez que una parte de la burguesía de la Unión Europea vería positivo establecer una asociación con la Rusia actual y hacer negocios con el antiguo fantasma o más bien fantasmón comunista.

En la medida que esta carencia no es subsanable a corto plazo, la toma de consciencia de la ciudadanía trabajadora será como está mostrando el proceso del referéndum catalán, donde cabrán todo tipo de provocaciones por parte del gobierno corrupto – también otro tipo de provocaciones foráneas, en la que el fascismo yihadista será muy de temer – porque ve el clavo ardiente al que asirse para poder seguir mangoneando la política nacional. La duración, el tiempo que tarde el proceso en tocar los intereses vitales de los trabajadores será el que vaya poniendo a cada fuerza en el lado del avance histórico hacia un Estado supranacional, que es, en mi opinión, la tendencia histórica que impulsan las modernas fuerzas productivas, y que de un modo rebuscado, Juncker pretende hacer valer.

Ver el proceso catalán como un montaje – tal vez alguien pudiera verlo así – para salvar de los tribunales a la familia Pujol, me parecería el colmo de la estupidez, pues en el momento, si hubiese un referéndum con todas las garantías y la opción vencedora fuese la independentista, dudo que la izquierda aceptase el coste de un retroceso social para salvar a un delincuente. De todas las maneras, hasta el momento la izquierda, en el Estado, no plantea debates sobre el futuro de un sistema, que hasta ahora, nos está obsequiando con una crisis, que por mucho empeño que pongan en presentarla como superada, dista mucho de ser percibida así por la gente corriente, que sigue sin llegar a fin de mes. ¿Cual es es futuro? Se trata de elegir entre formar una nueva nación, un nuevo Estado, Eurasia, recogiendo la dinámica que impulsa la historia, o consumirnos en luchas sin futuro buscando un rincón inexistente


jmrmesas

veintisiete de septiembre de dos mil diecisiete


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