ATENTOS, PREVENIDOS, DISPUESTOS
En las actuales circunstancias es obligado
definirse en relación a la convocatoria del referéndum del día 1
de octubre. Soy contrario a la independencia de Cataluña pero creo
que saber el nivel de aceptación o rechazo del independentismo sería
positivo porque terminaría por aclarar la fuerzas de las opciones.
La separación de Cataluña de España – caso de que un referéndum
con todas las garantías, demostrase que el independentismo fuese
mayoría, cosa harto difícil de saber, dado el nivel de dificultades
interpuesto por el gobierno de la corrupción – sería perjudicial
para la clase trabajadora, catalanes y españoles como lo es el
BREXIT para los trabajadores del reino unido, porque la mejora de
la clase obrera tiene que ser solidaria, o no habrá mejora,
pero defiendo, abiertamente, el derecho de los
catalanes a la autodeterminación.
Dicho esto, que no es gratuito, creo imperativo
referirme a lo que esta debajo del cultivo interesado de los
nacionalismos, ya que de no hacerlo podría aparentar que trataría
de desviar la atención del problema de fondo, que no es el
nacionalismo sino el reparto de la riqueza generada por la
sociedad y controlada y aprovechada por una minoría.
Hay dos artículos, leídos recientemente que
expresan una tendencia objetiva del capitalismo y que
cualificados marxistas, algunos incluso bregado en las lides
políticas, desaprovechan para hacer la necesaria pedagogía,
demostrando con ella, que lejos estamos de querer poner el dedo donde
duele, donde le duele al sistema capitalista, productor de mercancía,
que no es otro que el de expropiar a la mayoría para controlar a
esta, a través del nacionalismo, la religión, la
incultura, las drogas, y un etcétera muy largo.
Un artículo es este
que dice que la capacidad del sistema de internacionalizarse –
tendencia objetiva – no va a decaer en los próximos años,
décadas, dice el profesor, ilustrando su artículo, con los
inevitables gráficos, imprescindible en alguien que es enseñante,
docente, pero que además pone ejemplos de una meridiana claridad que
nos enfrentan con el nacionalismo de un modo indiscutible. Una
mercancía, un teléfono Apple es fabricado en EEUU, Japón, Corea
del sur, Países Bajos, Francia, Italia, China y a veces incluso
India y Vietnam, dice el señor Astarita, autor del artículo citado
y un Boeing 787, continua, otra mercancía más, se fabrica en 66
países distintos (otra tendencia objetiva, impulsada por la
internacionalización de las fuerzas productivas, pero muy poco
debatida y en consecuencia, muy difícil de insertar en el sujeto
colectivo). ¿No nos enfrenta esta realidad con el Estado y sus
límites? ¿Donde queda el internacionalismo proletario?, me
pregunto, y preguntaría a mi referente electoral, señor Garzón,
bregado parlamentario y autor de este otro
artículo. Alguien que mire una cronología puede ver cómo,
aproximadamente, cada diez años ha variado la estructura
económica del capital – las relaciones de producción –
mientras que la superestructura, la que cuenta, la que
define lo que es legal o no, esa, no ha variado ni
siquiera milimétricamente, porque para que las relaciones de
producción tenga cabida en los códigos de leyes, ha de haber
movilizaciones determinadas pidiendo expresamente (como en Cataluña,
el derecho a la autodeterminación) que se recojan los avances
científicos en mejoras traducibles para los trabajadores y para la
sociedad imponiendo tasas y gravámenes a los expropiadores. Esta
realidad inapelable, la internalización de las fuerzas productivas
¿No estrecha, no encoge los límites del Estado? ¿No es ella la que
hace posible la acumulación y centralización de la riqueza, que
cada año produce una mayor concentración de la propiedad en menos
manos? A mí al menos, me lo parece y es por eso que me parece
necesario que la lucha de clases no se limite al Estado nacional. Por
eso creo que los nacionalismos, sean en España, USA, Italia,
Francia, Reino Unido, etc., son una escapatoria, que la izquierda
recluida en los parlamentos y desvinculada de la clase obrera, ha
propiciado enredada en ser el repuesto de los gobiernos burgueses
eludiendo el problema que enfrenta al capital y la fuerza de
trabajo.
¿POR QUÉ TODOS LOS CANALLAS QUIEREN TENER
NACIÓN EN LA QUE CONSTRUIR UN ESTADO?
Es posible que, si hubiese un Estado catalán
pudiese ser muy eficiente defendiendo a la burguesía catalana, pero
tendría que imponer políticas públicas muy restrictivas para que
el bono del hipotético Estado catalán fuese rentable, es decir,
habría que machacar al pueblo de Cataluña imponiendo salarios
miserables para que la inversión de los capitalistas foráneos fuese
rentable, para que, por ejemplo, Boeing o Apple, invirtieran en
Cataluña ¿Valdría el esfuerzo de los independentista de
izquierdas una lucha enconada para no avanzar?
Otro artículo que muestra cómo los límites
de los Estados europeos se han quedado desfasados, encogidos
por la internacionalización de las fuerzas productivas es el
interés mostrado por el presidente de la Comisión Europea, señor
Juncker
sobre la necesidad de dotar a la Unión Europea de una presidencia
única y un ministerio de economía con atribución general en el
ámbito de la UE. Esta necesidad objetiva que el señor presidente de
la Comisión Europea querría solventar como un trámite, encierra el
ser o no ser de Europa. La historia de Europa se podría resumir en
la relación de la fragmentación del imperio romano, es decir, una
unidad fragmentada por la ambición de los diferentes propietarios y
hacendados que prefirieron asegurar su propiedad por encima de un
Estado común. Esos Estados, los actuales Estados europeos han
quedado empequeñecidos por la internacionalización de las fuerzas
productivas y la superación de esa deficiencia no se puede
corregir con un trámite administrativo. Requeriría un debate,
que la izquierda tendría que plantear, de manera seria, abarcando a
la totalidad de Europa, y no solo al ámbito de la UE, aunque para
empezar estaría bien plantear un gobierno común, en
la UE, con una circunscripción electoral europea única.
Es cierto que mientras que miramos a Cataluña,
en el resto del Estado español ocurren otras cosas que pasan como
sucesos sin relación con el problema capital de la corrupción del
partido en el gobierno, como sedes judiciales que arden, donde, mire
usted que coincidencia, había expedientes judiciales
comprometedores. Este tipo de cosas si es importante que la oposición
no lo pierda de vista, pero lo que es de vital importancia entender,
y esto tiene que ver con otro artículo, es que cada paso dado por la
izquierda en la dirección de un gobierno de coalición, la amenaza
del fascismo estará más y más presente. El fascismo actual no es
el de los años
veinte del siglo pasado – en eso estaría de acuerdo con
el autor –, en estos casi cien años, los socialistas que se
refugiaron en el parlamentarismo haciendo de ala izquierda de los
gobiernos democráticos burgueses, contribuyeron
decisivamente a la alienación de la clase obrera, llevándola de
decepción en decepción – razón por la cual se impone una batalla
ideológica por recuperar a la socialdemocracia para el movimiento
obrero –, pero el fascismo hoy se camufla con ropajes diversos,
maras, narcofascismo, religión – yihadismo –, porque no se trata
de ofrecer una alternativa social, se trata, sencillamente, que el
capital financiero pueda disponer de la herramienta capaz de
amedrentar a la población de la manera más eficaz y, repito, cada
paso dado por la izquierda en la dirección de una alternativa
política, cada paso dado hacia un gobierno que tenga control y pueda
conocer los entresijos del Estado, el fascismo recurrirá al
yihadismo del atentado brutal, algo, por el momento, que el fascismo
local, no puede realizar, no por falta de ganas, sino por estar
controlado, y en ese terreno el yihadismo tendría más operatividad,
por eso es erróneo considerar que el fascismo tenga que
identificarse con actitudes pasadas, pero la esencia de su naturaleza
es la misma, por eso, la izquierda debe estar atenta, prevenida y
dispuesta, porque el peligro es real, y cada conquista hecha ha de
ser realizada en nombre de toda la clase obrera, y siempre, mirando a
Europa que es más que la Unión Europea.
jmrmesas
catorce de septiembre de dos mil diecisiete
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