FRAGMENTOS QUE ARROJAN LUZ
Increíblemente, a veces, los fragmentos en los
que la realidad se esparce, arrojan destellos de coherencia, que
encienden el entendimiento del observador atento.
Si existe una crisis del sistema, y la
crisis económica no resuelta e imposible de resolver, forma
parte de un mosaico de crisis diversas en los que se
expresa el sistema y que al ir perdiendo este capacidad de
integración, manifiesta su endeblez porque la base social que lo
soportaba, al buscar las respuestas cotidianas y cambiantes,
que antes el modo de producción, integraba relativamente
bien, ahora, al ir perdiendo capacidad de aglutinar la
fragmentación social, porque el reparto de la riqueza generada
socialmente, se distribuye con extrema desigualdad, parece
como si la historia se moviera más deprisa, más
rápido, a mayor ritmo, porque las fracturas entre las
clases agrupadas en estratos carecen del aglutinante que la fluidez
de la circulación monetaria, se encargaba de cohesionar.
Y ciertamente,
esta mayor velocidad en la sucesión de acontecimientos revela la
crisis del sistema,
más allá de la crisis económica.
LA EXTREMA DESIGUALDAD FRENA LA INTEGRACIÓN
Una sociedad con desigualdades extremas no
puede ser una colectividad armoniosa porque esta desigualdad consume
increíbles recursos de energías psíquicas, vitales
para el progreso del conjunto de la colectividad, que se transforman
en motivo de desajustes que van minando la cohesión social haciendo
de las fisuras políticas y sociales verdaderos barrancos, que en
principio, la economía taponaba al hacer que la fluidez del dinero
actuase a modo de espeso pegamento sujetando los bordes fracturados,
con esas finas hebras que ha modo de telaraña tejía el dinero.
Para los estudiosos del sistema, las crisis
económicas han sido una característica, cuya periodicidad y
duración las convertían en un síntoma predecible para evaluar la
salud del modo de producción. Las dos guerras mundiales señalaron
el fin del capitalismo productivo y el
comienzo del dominio del capital financiero. Cada crisis,
mejor, la profundidad de las crisis vienen a señalar el cambio de
contenido en el que se van a desarrollar y van a afectar al conjunto
de la sociedad, las consecuencias de la crisis correspondiente,
aquellas afectaban al conjunto del Estado y las burguesías
nacionales chocaban por su mercado,
pero las series de cumbres,
oficiales y oficiosas
en las que las burguesías nacionales acuerdan los términos del
reparto, el entramado que suponen los organismos comerciales y
financieros, ha permitido acotar los efectos del daño para evitar la
respuesta defensiva de los expoliados. Es la globalización.
La globalización no es sino la manera moderna de aludir a la
potencia de las fuerzas productivas que han internacionalizado la
producción y por tanto la economía, pero esta denominación –
fuerzas productivas – está cargada de simbolismo marxista y se
disimula aludiendo a la globalización – una manera de minimizar la
importancia de Marx al señalar la previsible deriva y caducidad de
los modos de producción –, por lo tanto, la crisis que dio origen
a la crisis del petróleo de los años setenta del pasado siglo ha
llegado a su fin y la nueva crisis abierta hace casi diez años, está
señalando nuevos contenidos.
REFUGIADOS–EXPROPIADOS
Viendo los acontecimientos aislados es difícil
entender el contenido, y por tanto, ver el significado en su
conjunto. Cuando se procura entender el rompecabezas – ahora se
dice puzzle – mirando las piezas una a una, sin una indicación,
sin un dibujo o esquema, no es fácil ubicar cada pieza, pero si
captas el significado profundo, las cosas cobran sentido porque es de
una simplicidad que asusta. En Europa, los refugiados es algo que
golpea la consciencia de la población porque es imposible no verlo,
pero hay otros países, Uganda, cuya recepción de huidos de Sudán
del Sur – una división del Estado nacional, en
consonancia con la voracidad de expropiación –, no cuenta
porque no está en el centro, es decir, no está en Europa y es fácil
ignorarlo pero en realidad, los refugiados no es otra cosa que el
desalojo de los pobladores de territorios en los que el capital
financiero fija su atención para hacer negocio y en
consecuencia, vacía el territorio de personas. Es una
expropiación expeditiva con el fin de llegar a
acuerdos con la burguesía local prescindiendo de los habitantes
naturales. Forma parte de los planes sobre el control de la energía
que maquina Tillerson, la otra facción de la burguesía USA en el
gobierno de Trump, como lo es la terrible presión sobre Venezuela u
Oriente Medio para dar forma a esos planes globales sobre el control
de la energía, materiales estratégicos, etc., en los que esta
tomando forma la crisis abierta en 2006-08 y que cada vez fuerza
más la tensión, porque cerrar la crisis significa que la vieja
burguesía euroamericana, necesita acceder a los mercados ruso y
chino, sin limitaciones.
Los refugiados son movimientos sociales de
población, arreados como ganado, para despejar
territorios apetecidos por el capitalismo que una vez
desaparecido el dique de la lucha contra la explotación, la
lucha por el socialismo y la reivindicación de la propiedad
de los medios de producción y de la tierra para el conjunto de la
humanidad se convierte en una especie de antigualla,
todo es posible, porque carente la clase obrera de dirección, como
clase, como sujeto histórico, sometidos los dirigentes
socialdemócratas a los dictados del capital financiero, carentes de
la profundidad de las intenciones acaparadoras del capitalismo
especulador, el sentido de la historia se ha perdido y solo
cuenta el de la clase poseedora. Recuperar el socialismo,
recuperar la socialdemocracia para el marxismo, es decir, para
deslindar las categorías y saber qué es la estructura económica,
cómo utilizar la ciencia y la tecnología para el bien de la
humanidad y no para beneficiar a una minoría, es una batalla a la
altura de profesores y doctores proletarizados, capitaneando a la
clase obrera, y no transversalmente, porque solamente formarás
en la élite, si te perviertes. Si asumes la dirección de la
OTAN-NATO, después de que hayan asesinado a jóvenes socialista, que
tal vez te tomaron de ejemplo. Triste papel el que el capital
financiero reserva a la socialdemocracia sometida.
EL SUJETO SOCIAL–EL TRABAJADOR COLECTIVO
¿Existe la clase obrera? Que existen obreros
es innegable pero que exista una clase obrera es muy discutible
porque la postración y el sometimiento de la dirección oficial de
los dirigentes a los dictados del capitalismo han diluido las
tradiciones obreras basadas en la solidaridad, basadas en la defensa
de los intereses comunes que garantizaban la dignidad del trabajo,
la dignidad de los trabajadores, cuyo traspaso significa lo
que estamos viviendo, un retroceso, un regreso a la
esclavitud del trabajador.
Los seres humanos, sean cuales sean su medio,
su hábitat, poseen una doble naturaleza a través de la cual se
relacionan con el entorno. Como ser social que es, es, en esa
relación donde se produce una doble percepción, una apetecida
individualmente y otra más estructurada dependiente de una
determinada aceptación de valores compartido. Esa percepción
de valores compartidos es el sujeto social. De ese sujeto
social, prácticamente ha desaparecido el obrero colectivo. Ha sido
la triste labor que el capital financiero internacional ha logrado
pervirtiendo a la socialdemocracia, al convertirla en el general que
capitanea la represión gubernativa y sobre todo, ideológica. ¿Se
entiende la necesidad de recuperar la socialdemocracia para el
marxismo? ¿Se entiende la necesidad de volver a Marx? ¿Se entiende
la profundidad de la afirmación de Marx diciendo que él no era
marxista? ¿Se aceptará la necesaria reflexión comprometida
pensando los nuevos desafíos sin clichés que los convierten en
remedo? ¿Notará la izquierda que las respuestas coordinadas del
capital financiero mundial, en cumbres como la reciente de Hamburgo
no pueden ser respondidas, cada uno por su lado?
Podría pensarse que el sujeto social es una
entelequia sin substancia, pero nada más alejado de la realidad
porque hoy el sujeto social está muy presente en eso que se denomina
redes sociales, y cuya importancia para configurar
una percepción común de acontecimientos y tareas no escapan a
los que controlan el big data – otra expropiación, otra
perversión: lo creado por la sociedad para utilizarlo en su contra
–, es decir, lograr que el sujeto social comparta y acepte los
valores del mercado es de una perversión absoluta ya que cada
vez es más claro que el mercado se reduce al uno por ciento de los
capitanes de industrias concentrados en una mil millonésima de la
humanidad.
El sujeto social es el sujeto histórico y hay
que recuperar al obrero colectivo para convertir a la sociedad en una
fuerza capaz de modelar una realidad dominada por el mercado.
¿Es posible la recuperación? El psoe se
encuentra en ese difícil camino, que apoyado por una militancia
negada a echarse en brazos del capitalismo, quiere levantar al
partido para recuperar logros entregados al capital por dirigentes
que renunciaron de sus principios, que renegaron de Marx.
En Francia, el partido socialista, imposible de
cerrar los ojos a la realidad, emprende el camino de la refundación.
¿Existe una base militante capaz de imponerse sobre los dinosaurios,
que hacen del partido, únicamente, un contador de votos? Anne
Hidalgo, alcalde de París, y militante socialista animó a Pedro
Sánchez en su batalla por recuperar la secretaría general.
¿Representaba algo más que buenos deseos? Esperemos que haya algo
más, porque la consigna del equipo que convocará el congreso de
refundación – el tercero. Primero SFIO, luego PS, y ahora, la
nueva –, es … ni Macrón ni Mélechon. ¿Equidistancia? Al menos,
los socialdemócratas alemanes de Martin Schulz se atreven a
reivindicar la legalidad del matrimonio homosexual.
Ante el abordaje del capital financiero
internacional no es posible la equidistancia. El centro no existe
porque estamos en una crisis del modo de producción mercantil que
necesita dar un salto, mercantilizandonos, a todos y a todo, y hay
que reconstruir la izquierda marxista porque será la forma de
parar la guerra mundial que el sistema necesita para cerrar la
crisis.
Escribe la señora Falcón, con un punto de
envidia que no existe el día del orgullo femenino porque las mujeres
no son orgullosas, y yo, la copio porque el día que exista el
orgullo obrero será porque se han alcanzado todos los objetivos
estratégicos, porque cautivo y desarmado el capitalismo, la
explotación habrá terminado, y la mujer y el hombre podrán estar
orgullosos de empezar a construir un mundo nuevo. Cuánto más rápido
iría todo si de su pluma, y de otras mujeres de reflexión profunda
abundaran en la producción de teoría política, pero mientras tanto
habrá que exigir a los dirigentes obreros que señalen los objetivos
con claridad porque el conflicto social que alude
Garzón – Izquierda Unida –, no se puede minimizar
en los deshaucios, eres, y
machismos, porque esa pacatez es una forma de tapar la
brutal explotación que convierte a los trabajadores en esclavos.
Es necesario, es vital llenar de contenido lo que las
constituciones democráticas pregonan: la
sociedad
es
fuente
de
poder
y
legitimidad, y los que creemos en ello no
podemos hacernos cómplices hablando de eres y desahucios cuando nos
expropian y acarrean como ganado para liberar territorios para que el
capital financiero, para que los especuladores hagan negocio, por
eso, los refugiados se han convertido, a su pesar, en un lucrativo
negocio de mafias, imposible de imaginar sin complicidades de las
cloacas de los Estados . Comprensión y solidaridad con los
refugiados, pero no es posible considerar el latrocinio de
sus territorios, de sus países, las guerras diseñadas para vender
armas y dar salida a mercancía fungible, como una fatalidad bíblica.
Entra en el esquema de la faceta que en cada crisis se manifiesta.
GEOESTRATEGIA DE LA LUCHA DE CLASES
Tengamos claro que es imposible avanzar sin un
esfuerzo común de entendimiento entre las diferentes percepciones
que viven en la izquierda internacional, fragmentada, interesadamente
fragmentada como garantía de supervivencia del capital financiero,
que fue capaz de retorcer el debate, en el seno del movimiento obrero
pervirtiendolo. En un siglo, riquísimo, hay un bagaje histórico,
social, científico, político, económico, cultural, psicológico,
humano, del que extraer un balance que puede ser determinante. ¿Cómo?
No es retórica la pregunta, mero instrumento argumental. Es que no
existe una autoridad capaz de convocar semejante diversidad. Y sin
embargo, es necesario ese esfuerzo.
Los Estados europeos han perdido vigencia
convirtiéndose en contenedores de masas humanas a las que sujetar
entre sus límites – los propios naturales, para los cuales
barrunto, el sistema diseña planes –, por eso, las cumbres en las
que los representante del capital financiero toman acuerdo, pueden
hablar del problema de los refugiados con despreocupación, y solo
esa despreocupación revela que se trata de otro negocio más de los
que sacar ganancia y no piadosos remedios.
En unas semanas, España se enfrentará a un
problema que solo la inepcia del gobierno y el temor de la pequeña
burguesía local para luchar contra el sistema nos enfrentará a la
edición de un brexit catalan. El BREXIT fue la culminación
del abandono de la lucha obrera de los socialistas británicos, que
está hundiendo la calidad de vida de los trabajadores de las islas,
haciéndoles retroceder, para tener que plantearse, en opinión de un
experto conocedor del mundo de las finanzas, Soros, un retorno, que
no podrá ser, sino más duro, porque los socialistas, al estilo de
Blair fueron incapaces de decirles a los trabajadores
británicos que el sistema no tiene salida, que el sistema
capitalista no puede ni quiere mejorar la calidad de vida, tanto si
están en la Unión Europea, como si están fuera de ella. Mi
opinión, de escasísimo valor es que a los trabajadores catalanes
les pasará lo mismo. Respetar su decisión, no me obliga a estar de
acuerdo con una independencia imposible de aceptar porque la
república que hay que construir es la república de los pueblos del
Estado español, incardinado en la lucha por formar, apoyandonos, en
la Unión Europea los Estados Unidos de Eurasia.
Tratando de ver en perspectiva el
comportamiento de los estrategas tipo STRATFOR que nutren las
entrañas del Pentágono, diseñando planes, ISIS pudo ser el delirio
de querer construir un Estado Instrumental, un estado satélite desde
el que poder rediseñar las fronteras que el dúo Sykes-Picot inicio,
hace 100 años, pero la brutalidad, desconocimiento y falta de
empatía de los destructores -constructores de imperios económicos,
pronto les hizo ver – misiles cuentan –, el dislate del inicial
delirio. Construir un macro Estado árabe en Oriente Medio,
despreciando la historia y personajes como Ataturk, significaría una
regresión al siglo xiii, algo imposible de asumir por los naturales
habitantes, a los que se pretende desplazar, haciéndoles refugiados
para extraer las riquezas de sus tierras.
Diseñar nuevos Estados es la tarea que aguarda
a las nuevas generaciones de ciudadanos libres, porque los Estados,
luchando por superar el modo de producción mercantil, serían
instrumentos para armonizar la vida de las naciones, de los pueblos,
de los ciudadanos, y no instrumentos de represión, que asegura el
dominio de los expropiadores sobre los expropiados, pero para eso hay
que recuperar al obrero colectivo, porque a partir de él, podremos
construir el sujeto histórico, capaz de crear algo que da mucho
miedo al poder: ideología liberadora. Superestructura
de soporte para una humanidad dueña de su destino.
jmrmesas
ocho de julio de dos mil diecisiete
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