UNA
HABILIDAD DIABOLICA
La
polvareda levantada por el recibimiento que los estudiantes dieron a
Felipe González fue la consecuencia natural de ese proceso puesto en
marcha para evitar que un partido como Unidos Podemos, modesto pero
peleón, que cuenta con un respaldo electoral fiel, que asusta a los
poderosos, pierda cada vez más apoyos y simpatías, porque el temor
no es ese partido, aún carente de una estructura consolidada que
haya dado muestras de aguantar los duros avatares que significan
luchar por los intereses de la mayoría, en condiciones adversas,
sino ese respaldo social que augura la necesidad social de encontrar
respuestas a las demandas, y que, si ese partido da muestras de
coherencia, multiplicará su poder porque de ningún otro lugar
vendrá satisfacción para las necesidades de la mayoría esquilmada.
En esa perspectiva la conferencia propuesta en la Universidad
Autónoma, bien pudiera ser una treta que González y Cebrian, ambos
cualificados representantes del capitalismo financiero, podrían
haber calculado previendo la respuesta, como un
modo de cargarse de razón
y echar leña al fuego justificando las razones para que los
“socialistas”
respalden la investidura del partido más corrupto, documentalmente,
del panorama político del Estado español. Si ha sido así, la
maniobra sería de una habilidad diabólica, porque sabe más el
diablo por viejo que por diablo, y Felipe González es un viejo con
experiencia.
DÓNDE
SE CONSIGUEN LAS CONQUISTAS
Las
conquistas se han hecho siempre en la calle, lo que no quiere decir,
que en la calle no haya que utilizar la inteligencia y la primera
condición es saber contra quien se lucha, quien es el enemigo, quien
su representante, quienes sus aliados, cuales son sus voces, cuales
sus silencios, a quien señala y donde apuntan.
Soros,
el millonario que se interesa por las noticias de España, conocido
de Felipe González, fue impulsor de la independencia de
Ucrania, dependiente de USA. Esa independencia se consiguió en la
calle, financiada por los dineros, entre otros, de Soros, la
participación de una funcionaria del gobierno de Obama, la señora
Victoria que
se joda la UE Nuland,
de un senador por Arizona, John McCain, los tiros disparados y nunca
aclarados por quienes fueron los autores – en aquellos días de
lucha en Kiev, los periódicos daban noticias de banderas yihadistas
en las barricadas y de mercenarios con la indumentaria de Academi –
tiros que nunca nadie exigió aclaración, de ahí la obscena
respuesta de la culta representante del gobierno de USA; esos
disparos y los silencios mediáticos, porque ciertas noticias dejan
de ser noticias, según a quienes beneficia, según a quienes
perjudica, es el corolario más evidente, para el que no hace falta
mucho esquema gráfico.
Lo
absoluto es muy relativo – este es un dilema intelectual que
preocupaba mucho al aún vivo y emérito Papa Benedicto xvi –,
porque los crímenes, si
los cometen los buenos son crímenes razonables,
disculpables, casi necesarios,
y por lo tanto, con una lógica que siempre encontrará defensores,
abogados, exculpación, porque va a favor de la corriente y nadar en
contra es muy tenebroso,
por eso, la izquierda responsable
sabe que ha de hacer uso de ejemplos y parangones que puedan ser
asumidos por los defensores de los que defienden los crímenes de los
poderosos, ¿cuantos de los que claman que los logros se consiguen en
las instituciones hablan contra el golpe de Estado ucraniano?,
¿cuantos de los plumíferos tertulianos, cuya manduca
depende de lo que digan en las
tertulias se acuerdan del golpe de Pinochet, o de Franco?, ¿cuantos
socialistas conocen la historia de la socialdemocracia? Y ¿Cuantos
socialistas saben, cuando hablan de Rosa Luxenburgo, que la mataron
mientras los nuevos ministros eran socialdemócrata, para contener a
los trabajadores alemanes? El germen del revisionismo bernsteiniano
había carcomido los principios de la socialdemocracia y esta se
empleaba para contener a los trabajadores, igual, igual que hoy. Los
socialdemócratas que viven de la política mienten cuando
identifican el recibimiento de los estudiantes a Felipe González y a
Cebrián como fascismo de izquierdas, porque no
existe el fascismo de izquierda,
ese comportamiento destemplado ni siquiera puede ser calificado de
revolucionario porque no exigía reivindicaciones, solamente
manifestaba la pataleta de los transversales,
que no pueden conectar con la clase obrera porque no tienen nada que
proponerles.
EL
FASCISMO ES EL TERRORISMO
El
fascismo es el terrorismo que juega a favor del capitalismo dando
lugar a leyes que recortan derechos y libertades,
que recortan salarios y prestaciones conseguidas en los años de dura
lucha, todo eso que permite a los rojos buenos ser
comedidos y protestar ordenadamente es fascismo, lo revolucionario es
explicar, que nadie lo hace, por qué 62 personas tienen tanto dinero
como la mitad de la población del planeta más pobre; por qué el
uno cor ciento tiene más dinero que el noventa y nueve por ciento
restante; por qué los sindicatos obreros nunca, en ningún país
promueven movilizaciones para controlar la producción y la riqueza;
por qué hay que darle el gobierno a Rajoy SI
VA A METER LA MANO EN LA HUCHA DE LAS PENSIONES, PORQUE BRUSELAS
QUIERE UN RECORTE DE MUCHÍSIMOS MILLONES QUE NO SALDRÁN DE LOS MAS
RICOS SINO DE LOS PENSIONISTAS QUE AYUDAN A LAS FAMILIAS CON LA PENSIÓN DEL ABUELO; por
qué los sindicatos – CCOO y UGT – van a consentir que metan la
mano en la hucha sin convocar una huelga general por la propiedad de
los medios de producción y de la banca, y que ningún listo diga que
esto es testimonial porque esa consigna no puede ser flor de un día,
sino que ha de ser un objetivo, argumentado, documentado, sostenido
y peleado, o no habrá más futuro que el terrorismo yihadista porque
una guerra mundial – hoy – no puede ser librada contaminando
radiactivamente el mundo, porque no se saben las consecuencias del
mismo, y porque los capitales de los Estados en posible conflicto, a
diferencia del pasado siglo xx, que eran, relativamente
independientes, están
muy conectados y qué facción de la burguesía asumiría las
pérdidas más cuantiosas, es igualmente, incierta.
Vale
mucho meditar sobre estas cosas pues las salidas al sistema, que está
podrido, pero no caerá
como una fruta madura,
ha de ser una salida calculada, diseñada y explicada porque el
complejo mundo en el que vivimos no admite la improvisación, ya que
el momento presente es
producto de la ciencia y no de la evolución,
por tanto, merece el esfuerzo de entenderlo.
jmrmesas
veintiuno
de octubre de dos mil dieciséis
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