EL
PESO DE LOS OBJETIVOS
CUANDO
EN EL PROCESO POLITICO LAS NECESIDADES DE LA CLASE
QUEDAN
EN ESGUNDO PLANO
Desde
las elecciones de diciembre las necesidades de la clase obrera, que
equivale a decir, las necesidades de la ciudadanía, han ido siendo
postergadas en función de las conveniencias de formar gobierno,
porque, se mire desde la perspectiva que se desee, formar gobierno
esta relacionado con la necesidad de satisfacer los objetivos de las
grandes fortunas para las que se gobierna, en España, pero también,
fuera de España.
La
virtud de la crisis abierta en el PSOE es el hecho de que, al querer,
una parte de la dirección del partido socialista ser consecuente,
siquiera rozando esas necesidades del pueblo trabajador, las fuerzas
de contención en el interior de la dirección del partido
socialista, ligadas al Ibex35, que no es solo Albert Rivera y su
partido, sino los dirigentes socialistas que se han quitado la
careta, están apostando por salvaguardar los intereses del
capitalismo, identificando esos intereses con los del conjunto del
Estado.
Esa
actitud de los defensores del Ibex35 es consecuente con su objetivo,
se vistan con los ropajes ideológicos que quieran, desde luego, no
son los que necesita la nación trabajadora, evidenciándose de este
modo, que dentro de los españoles
hay dos clases bien diferentes, los que mandan a través de sus
políticos pro Ibex, y los trabajadores, cuya única opción es la de
organizar la lucha para que sus necesidades sean tenidas en cuenta.
Tanto
si en los próximos días la cuestión se resolviera apoyando la
investidura de Rajoy como yendo a una terceras elecciones, lo que va
quedando de la izquierda debe de tener claro que la fuerza tiene que
venir del apercibimiento de eso que va quedando, de la izquierda para
hacer frente a esa combinación de PP, Ciudadanos, PSOE, favorables a
la continuidad, pero el terrible error de eso que va quedando de la
izquierda será pensar que están solos porque no es verdad. Esa
parte de la izquierda debe de tener claro que una buena parte del
votante socialista, pero además, los trabajadores y ciudadanos
defraudados por los escarceos razonables de
los nuevos, estará pendiente de si la izquierda realmente existente
retoma las banderas de la lucha contra la corrupción, contra los
recortes, y sobre todo, si son capaces de transmitir que el problema
de España es el problema de Europa, queriendo unir sus pueblos para
que la humanidad pueda acceder a los nuevos horizontes que el
capitalismo internacional les cierra.
jmrmesas
dos
de octubre de dos mil dieciséis
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