VIRUS
DE DISEÑO: ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVAS
EUROPA
PIERDE
Tenemos
la fortuna de estar bien informados y asesorados institucionalmente
en cuanto al esfuerzo que se hace por garantizar la salud de la
población. Todos los consejos y medidas emitidas por las autoridades
sanitarias son pocas, en una situación mundial, en la que se impone
la coordinación como defensa de la salud de la ciudadanía. Desde
esa perspectiva, es ocioso decir nada más.
Nos
haremos eco de la política que nos anima a no caer en el miedo
pánico y de la recomendación de extremar la higiene como garantía
de contención de la difusión y propagación del contagio. Todo eso
es susceptible de ser suscrito sin mayor inconveniente. Sin embago
hay cuestiones que no me cuadran como son las explicaciones facilonas
que nos dicen que el coronavirus ha sido producido por la
manipulación de un animal salvaje en un determinado lugar. Habríase
de tratar de juntar cabos que nos permitan tirar de cuerda, cortada
convenientemente para evitar dar con la clave o las claves de un
contagio tan profuso.
Primero.
Nos dicen que este virus no es tan temible porque se conoce su genoma
muy bien. Ese conocimiento se concreta en una cadena de componentes
nucleares ordenados, conociéndose muy bien el orden y su secuencia
en la cadena del genoma por tanto, sabiendo el comportamiento de
tales ácidos, en la cadena ordenada, se debe saber el rol que juega
cada componente en esa cadena, luego el antídoto, el antivirus debe
ser fácil de lograr. Otra cosa es que lograrlo pueda resultar caro,
o muy caro, estando, desde esa perspectiva, restringido a casos muy
concreto y determinado, según el uso que se quiera hacer de la
mercancía patentada.
Veamos,
que dijo el ciego. Si este virus está pendiente de ser patentado, y
si esto es así, habría que suponer, desde la óptica financiera,
que la patente se hace con el objetivo de hacer dinero, mucho dinero.
Solamente supondremos que el laboratorio, la empresa que quiere
patentar el virus lo hace teniendo en cuento su exclusivo interés,
pero si según la lógica la empresa tiene contactos de niveles de
tipo político, institucionales, o de cualquier otro tipo sería
lógico suponer presiones de calado variable. Es decir, si esto fuese
así, habría que suponer que el covid19 es un patógeno de diseño,
listo para ser usado en un campo donde se podría obtener beneficios
de todo tipo, obviamente supondremos en primer lugar, económicos,
pero también, como instrumento de presión, también políticos,
estratégicos, etc.
Segundo.
En China parece que empieza a remitir la epidemia porque se atajo el
contagio mediante una cuarentena inmediata y radical. ¿Temían los
responsables políticos algún ataque a su economía en dura
competencia? Al poner el foco de la epidemia en las penalidades
humanas, las consecuencias que la marcha del mundo tenían hasta
entonces, ha pasado a segundo plano, pareciendo que todos estamos en
el mismo barco pero mirando en perspectiva, los problemas que habían
siguen estando sin solución, y teniendo en cuenta la necesidad USA
de seguir liderando la marcha del mundo, en solitario y sin
discusión, parece que la parálisis causada por el contagio del
covid19, ha proporcionado un respiro a la economía USA, al poseer el
dólar el control de los cambios, aunque cada vez más debilitado.
Tercero.
No es posible acusar a un culpable sin pruebas, incluso si algún
país resultara más beneficiado, pero es hartamente sospechoso que
los países con diferencias con USA, sean los más castigados por la
epidemia del covid19.
Cuarto.
La dinámica competitiva, que históricamente se ha resuelto mediante
la prueba de fuerza de las armas, no era menos inhumana que la
propagación de una epidemia vírica, que indudablemente ha tenido
que sembrarse adrede y
que además tiene la ventaja añadida de no tener un enemigo visible
e identificable, por lo cual el entramado internacional
permanece relativamente armonioso.
Quinto.
Pensando con cierta lógica podría cavilarse que el coronovirus
tiene antecedentes con una determinada trayectoria que podría haber
comenzado con el SARS, 2002, el síndrome respiratorio de Oriente
Medio, MERS, 2012, y ahora el covid19. Lo inquietante estriba en el
hecho de ser un producto de laboratorio pendiente de ser patentado.
Este hecho es lo que hace pensar que los acontecimientos que están
ocurriendo no son producto de un accidente fortuito, sino producto de
un cálculo frio y bien diseñado, mediante el cual se calculan
beneficios.
Las
armas de destrucción masivas, en el imaginario colectivo son los
submarinos nucleares portadores de misiles o buques del mismo rango o
la aviación estratégica, sin embargo, desde hace mucho tiempo, los
militares también está estudiando, entre los arsenales
estratégicos, las armas de características basadas en las
ciencias biológicas, menos ostentosas, más sutiles e
inteligentes, pero no menos mortíferas que las armas
mecánicas y que en el lenguaje militar son las armas NBQ
—nucleares-biológicas-químicas—, cuyos antecedentes más
notables se hicieron presentes en la primera guerra mundial con el
empleo de la gasificación del campo de batalla. Estas armas de nueva
generación, de cuyas características y consecuencias, la gran
mayoría de la ciudadanía ignora casi todo, serían el elemento
idóneo para un ataque silencioso y sin rastro.
Dada
la complejidad del mundo actual —lo estamos viendo con la necesidad
del teletrabajo (un chollo para las empresas, si prospera) para que
la producción, la economía, su economía siga viva—, los
estrategas de las grandes potencias entre las cuales no está EUROPA,
y mucho menos los Estados Nacionales que componen la Unión
Europea, todos susceptibles de recibir presiones para deshacer el
embrión, que como potencia puede suponer la Unión Europea dirigida
por un gobierno único responsable ante el parlamento europeo, saben
que la prueba de fuerzas a la que está abocado el sistema para
determinar quien tiene el liderazgo, debe evitar la confrontación
militar convencional, y sobre todo, nuclear, por lo tanto
emplearan los medios de presión necesarios para evitar romper
el tejido internacional del que extraen su riqueza.
La
humanidad tiene ante sí un reto que puede suponer el paraíso o el
infierno en la tierra y todo dependerá, a diferencia de lo que dicen
los miopes voceros de los medios, que este ataque deliberado con el
que los dueños del mundo nos ponen a prueba, si nos creemos que esto
es algo pasajero —no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo
resista— o la posibilidad de abrir el debate de si el mundo es
propiedad de los multimmillonarios y sus representantes o si nos
aplicamos a defender un mundo para todos.
Si
esto lo interiorizamos como un inconveniente pasajero les estaremos
enviando el mensaje a los establisment, a los poderosos, a los
gobiernos que somos los perdedores perfectos, dispuestos a cargar con
las cadenas que nos echen.
El
corolario que deberíamos de extraer del hecho es que medios de
producción capaces de alterar la vida y las condiciones de la misma
no pueden seguir siendo propiedad privada han de ser de propiedad
publica. No podemos seguir siendo cobayas de un grupo de plutócratas.
Deberiamos estar pendientes de cuantos plutócratas enferman.
jmrmesas
once
de marzo de dos mil veinte
Este apunte no gusta al capitalismo. No hagas piña con él y pásalo
Este apunte no gusta al capitalismo. No hagas piña con él y pásalo
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