EUROPA Y USA
ESTADOS UNIDOS 2016, TRUMP. RUSIA
1917, LENIN
El
acontecimiento ruso de hace 99 años enamoró al mundo porque se
percibió como una liberación para y por los oprimidos que vieron en
esa revolución un proyecto liberador.
Europa
quedo hechizada por el acontecimiento, que tuvo la virtud de cimbrear
las consciencias y sacudir la ideología con fuerza que aun hoy sigue
planteando con crudeza la esencia del problema, ¿tiene sentido el
socialismo impulsado por la revolución social o es una quimera sin
más valor que el sentimental?, porque en los 99 años transcurridos,
el logro conseguido, la revolución social, fue vaciada de contenido
por los burócratas que la dirigieron, apropiándose del esfuerzo del
pueblo ruso y del apoyo que concitó en el resto del mundo.
Para
desgracia del pueblo ruso y del socialismo internacional, Lenin murió
a consecuencia del atentado que tuvo semanas antes, y posteriormente
Trotsky y los compañeros de los primeros momentos fueron eliminados
por los que, siempre, oponen las formas al fondo, porque según esa
clase de gente ahora no toca
justifica la traición.
No
obstante, aquel acontecimiento, a pesar de su aparente fracaso sigue
siendo objetivo de muchos luchadores sociales porque consideran que
tuvo logros muy importantes, tan importantes que el recuerdo de
su acontecimiento no ha cerrado el debate al que dio origen y
que ha supuesto una división en el movimiento socialista
internacional acerca de cómo conseguir los objetivos, si
gradualmente, con una política persuasiva, explicativa, pedagógica,
educativa y sobre todo, combativa, e in-de-pen-dien-te
de la burguesía, de sus prioridades y de sus objetivos burgueses,
que ésta, la burguesía, pretendía y pretende, llevando a los
socialistas al parlamento, supeditar la lucha socialista,
independiente y combativa, apartarla de la calle, encerrándola en
los parlamentos, sacándola de este modo, de las fábricas, las
empresas, los barrios, talleres, escuelas, universidades, que es lo
que hacía fuerte al socialismo de entonces, a los
socialistas de entonces, al conectar estos con una población
ante la cual, ellos, la burguesía, se sentía fuera de su terreno,
debiendo confiar su dominio de clase opresora, explotadora, sus
intereses, como mucho, en la persuación de los catequistas, que iban
a los barrios obreros, como a tierras de misión. Aquello se esfumó
porque el progreso metió en las casas obreras, la radio y la
televisión. Por supuesto, aquel comportamiento combativo, ideológico
y explicativo que se continuaba en las Casas del Pueblo, en las
agrupaciones sindicales y en los Ateneos dejó de practicarse y fue
residual, ya, en los años posteriores a la SGM.
Por
descontado la revolución,
puede acelerar determinados aspectos sociales en relación con el
poder y la correlación de fuerzas,
pero la revolución, que no puede ser improvisada
porque afecta a las concepciones, sentimientos y vivencias que
empiezan a abrirse camino en los intersticios sociales, es
el resultado de un proceso en el que los socialistas
(iba a poner los revolucionarios, pero no hay revolucionarios sin
idelolgía. Un revolucionario con ideología alternativa al marxismo,
es decir, con ideología libertaria fue Buenaventura Durruti, un
militante obrero al que siempre he admirado por su abnegación y
entrega. El revolucionario sin ideología es un aventurero, o
sea, no es un revolucionario, por lo tanto, solo se
puede ser revolucionario si se cree en un proyecto político, en el
que el acceso al poder de la clase oprimida puede impulsar cambios
substanciales para el conjunto social), contemplando y alientando
su génesis y desarrollo acorta el régimen dañino de la dominación
capitalista, facilitando
el empoderamiento de los oprimidos.
Aquel
debate de entonces, si
los socialistas deberían de apoyar una revolución,
porque esta se desencadenó como un proceso sobrevenido que alteraba
el curso pausado de la práctica política
socialista, fue una segunda abdicación tras
una guerra monstruosa, una
segunda renuncia; la primera
fueron la votación de los créditos de guerra de los partidos más
emblemáticos y determinantes de entonces, que dejó sin dirección
al movimiento obrero mundial, y también dejó claro la necesidad de
introducir cambios en el comportamiento de la práctica política en
el movimiento obrero para acelerar ese
proceso social para el conjunto, que sí se logró, aunque la
abdicación de la lucha socialista europea, principalmente y de la
sección rusa, el estalinismo, que siguieron al proceso inicial, fue
borrando del imaginario colectivo, los logros, que para el
proletariado internacional tuvieron el acceso a la enseñanza
pública, a la sanidad, a las libertades políticas, etc., que se
difuminaban como concesiones burguesas, cuando
sin esa revolución, nunca
hubieran tenido lugar.
Todo
ello, tras un duro siglo de guerras imperialistas, locales, hechas en
la periferia, para volver a la
casilla de salida porque los
recortes, las privatizaciones in crecendo, la minimización de la
ciudadanía trabajadora, los preparativos de guerra y la ausencia de
una dirección socialista, es decir, revolucionaria, capaz de abrir
cauces a esas vivencias y sentimientos que van aflorando en los
intersticios sociales, no lo
recoge el socialismo liberador
sino los publicistas burgueses, para beneficio del uno por ciento y
sus 147 empresas que influyen decisivamente en la economía
internacional, emponzoñando la vida, pudriendo la convivencia,
bestializando al ser humano, reducido a consumidor compulsivo.
No
perdamos de vista la tendencia estructural del capital financiero
internacional, en esta fase de su evolución; no perdamos de vista la
tendencia a la acumulación y concentración del capital financiero,
que sigue incrementándose y que necesita adquirir nuevos objetivos
para superar la crisis económica, que los políticos burgueses dan
por zanjada. Como trataré de demostrar, estamos a las puertas de
acontecimientos que modificaran la historia, profundamente.
Ah,
ah, ahhhh, ¿qué no he dicho nada de Trump? ¿Estás seguro,
estimado lector de la necesidad de decir mucho más? ¿Esperabas
morralla soez? No lo creo de mis lectores. Cada persona vive su vida
como le parece. A veces, como le dejan, pero la persona, mientras no
delinque, es respetable. Debe ser respetada. Me preocupa el sistema
porque condiciona la vida de las personas, reduciendo a los más, a
la condición de mercancía, por eso, acortar su duración – del
sistema – me parece relevante, revolucionario ¿Acaso crees, con
Alfonso Guerra, el intelectual del PSOE, que seguirá habiendo
capitalismo dentro de otros 134 años a partir de ahora?
2017
¿VOLVER A LA CASILLA DE SALIDA?
¿ OTRA VEZ LA REVOLUCION SOCIAL?
Volveré
a repasar los datos que el propio sistema plantea para tratar de
elucidar qué consecuencias se derivan de los mismos. Hacia dónde
apuntan. A qué objetivos inaplazables alcanzan, porque el sistema
resuelve sus contradicciones generando nuevos problemas, nuevos
paradigmas que por supuesto, no
vienen etiquetados para que los profesores los exhiban en sus
disertaciones lectivas, por el contrario, vienen enmarañados en los
acontecimientos como especie de mena de la que extraer la
adquisición, o las adquisiciones, y en este trabajo de extracción,
siempre se corre el riesgo de no acertar, por eso es importante la
reflexión colectiva, y por eso es importante la construcción del
partido obrero internacional.
Un primer
dato a tener muy presente porque es el que condiciona el
funcionamiento del sistema, del modo de producción de mercancías,
es la tendencia a la acumulación y concentración del capital.
Creo suficientemente explícitos, tanto el estudio de la Universidad
de Zurich, que he citado varias veces, en anteriores apuntes, en el
que se explica – los informes, no yo – como un núcleo de grandes
empresas, en la que están todos los bancos sistémicos,
interparticipados accionarialmente, son un emporio de poder fáctico,
de poder de hecho, de un poder difuso, incontrolado, es decir, lo
contrario a lo que pensaba el socialista coherente consigo mismo,
Fernando de los Ríos, lúcidamente, cuando pensaba que
la economía debía ser sojuzgada, sometida, porque era la
condición necesaria para hacer libres a los hombres.
Fernando de los Ríos no acertó en su informe sobre la Tercera
Internacional, pero siguió siendo marxista,
no renunció y acertó en su definición de la economía;
en ese terreno es un valor del socialismo que es necesario que los
socialistas de base, del PSOE, conozcan frente a los dirigentes
integrados. De otro lado, abundando, los informes Oxfan. En
ellos al recoger el reparto y la concentración de la riqueza global
producida cada año confirman el expolio, el reparto mafioso, que esa
acumulación y concentración, que no es una invención maliciosa
producida por los agitadores sino una realidad empobrecedora
dolorosamente, es consecuencia de un entramado legislativo
hecho, con la intención política de dominar al conjunto
humano e igualmente, escasamente trabajada por los medios y
por los luchadores sociales, porque escavar en ellos, lleva
ineluctablemente a chocar con el derecho de propiedad, o dicho de
otra manera, reivindicar el derecho de propiedad para la sociedad,
para el pueblo trabajador, porque el derecho de propiedad sobre los
medios de producción, para el conjunto humano, es la condición para
sojuzgar, someter a la economía, como preveía el coherente
socialista, Fernando de los Ríos, por eso el expolio anual que
retratan los informes de Oxfan, son la inversa del socialismo.
Queda dicho
que la tendencia a la acumulación y concentración del capital es un
hecho evidente, algo que está ahí, imponiendo sus condiciones por
el solo hecho de ser. De ello derivo dos consecuencias. La primera y
más importante es que tal comportamiento concentrando y acumulando
capital conlleva al funcionamiento del sistema como una enorme
unidad de producción;
es la conclusión de fuerzas productivas centralizadas sin
criterio más que el que la fuerza de los propios proceso
imponen y que al estar fuera de control engendran contradicciones de
todo tipo y condición, aunque son solo las económicas, sobre las
que se pone el foco porque envenenan acuíferos, terrenos,
cosechas, clima, capa de ozono antártica, etc., porque esa enorme
unidad de producción desarticulada no dispone de los factores
capaces de corregir la intervención humana.
La enorme
concentración de CO2 que han tenido lugar en el planeta como
consecuencia de procesos telúricos se tomo su tiempo, un tiempo
geológico para poder integrar aquella contaminación formando rocas
de diversa naturaleza, que la contaminación producida por la
intervención humana, descontrolada, no puede permitirse porque ha
alterado profundamente el entorno que podría integrar el proceso de
depuración y esa contaminación debe ser corregida con inversiones
costosas que deben pagar, los que más contaminan y más beneficio
sacan contaminando el patrimonio de todos, algo que el nuevo
presidente de Estados Unidos, cuestiona.
La segunda
derivada esta muy enredada y ponerla en claro es una tarea bastante
dificultosa, por lo tanto, al afectar a la naturaleza del Estado, me
referiré a la desazón que las últimas elecciones presidenciales de
Estados Unidos han tenido en el Estado Transatlántico,
Europa. El sistema, al incrementarse el poder de las fuerzas
productivas se ha globalizado, necesitando un nuevo
marco político en el
que desarrollarse. La tendencia a la
acumulación y concentración que no se detiene ni se
puede detener necesita un nuevo marco
político institucional. Dicho sin ambages, el capital financiero
necesita ser el dueño mundial, con un ESTADO MUNDIAL desde el que
organizar la explotación de la sociedad, pero esta necesidad, que no
es discutida, porque no se plantea abiertamente, por ningún
contendiente, sí que plantea, por parte de los contendientes, de una
manera indirecta y retorcida, ser tenidos en cuenta; estar en pie de
igualdad con la burguesía veterana de Europa y Estados Unidos. Esta
pretensión de los nuevos burgueses, es una difícil contradicción
que afecta a la naturaleza del sistema, una contradicción que está
destinada a fracasar porque un gobierno mundial sin un crecimiento de
las fuerzas productivas, plantea un problema de poder, que Rusia y
China no podrían asumir sin desmontar todo su entramado estatal para
convertir esos territorios en una suerte de pequeños Estados
nacionales que permitiría, a la burguesía veterana la dominación
de sus ciudadanos.
Es posible
que está tesis pueda ser etiquetada de delirante, pero hay múltiples
indicios que señalan esta realidad. Desde la desazón de los Estados
europeos por la política que quiere imponer la administración del
presidente Trump y la premura del presidente saliente, Obama,
visitando a los socios, prometiendoles que la OTAN seguirá ahí para
aplastar a la revolución – que es realmente lo que temen los
burgueses –, y por lo que se creó la OTAN.
Es
imposible, para una economía globalizada no disponer de un Estado
centralista, porque las crisis se deben a la carencia de esa
regulación que impone el Estado, y que, mientras esas fuerzas
productivas eran limitadas y los Estados nacionales tenían poder
real, se producían los desequilibrios, pero la crisis de 2008 reveló
que los Estados nacionales vaciaron las arcas publicas para que el
sistema siguiese funcionando, y desde entonces no se han introducido
correcciones, por eso, el dinero a coste cero y menos cero, no se
emplea porque el capital financiero que quiere mayor concentración
bancaria mundial necesita una prueba de fuerzas, que prepara, que
puede ser una guerra feroz o una rendicion incondicional, pero que en
ambos casos requiere un golpe contra la sociedad, para que esta,
desmoralizada, acepte ser comparsa, mercancía, espectador sin voz ni
voto. Una economía globalizada necesita un Estado centralista y
centralizador, pero, y esa es una contradicción irresoluble, no
puede integrar naciones, pero si emplear esclavos, porque su
concepción de Estado es la concepción del empleador, del amo y no
la del representante, por eso necesita disciplinar a la ciudadanía.
Si planteo
que la enorme acumulación y concentración del capital financiero
mundial es la inversa del socialismo, el negativo del socialismo, lo
que estoy queriendo decir es que tal acumulación y concentración no
puede ser gestionada por el capital financiero dominando al mundo
porque eso es la imposibilidad de resolver la contradicción,
mientras que, en positivo, la contradicción se resolvería porque se
abordaría en un nuevo modo de producción, que no sería explotador,
que no sería el modo de producción de mercancías, sino un nuevo
modo de producción basado en la colaboración y ayuda mutua.
Todo apunta
a que nos encontramos en el umbral de acontecimientos capitales que
imprimirán un potente giro a la historia, como hace noventa y nueve
años, la revolución de octubre, en Rusia, imprimió el sello de la
liberación de los oprimidos del mundo, convirtiendo en realidad una
ilusión de generaciones de seres humanos sometidos a los dictados de
los dueños de la tierra. Esa revolución, sobre la que se ha volcado
todo el odio y el temor de los dueños del mundo, consiguió pese a
todo, importantes victorias, y ahora, a un siglo de ella, la
humanidad se enfrenta a un desafío no menor sino mayor, porque un
siglo atrás, existían elementos que barajaban el ánimo del cambio.
En la actualidad, se están produciendo cambios ante los que se
cierran los ojos porque no se sabe a que dirección volver la mirada,
y al menos desde esta modesta tribuna se proclama, sin vacilación,
que el socialismo sigue siendo la alternativa, y el socialismo la
concepción a la que llegó Fernando de los Ríos: someter la
economía para que esta sirva a las mujeres y hombres del mundo, y no
al mercado, porque sometiendo a la economía se libera a los seres
humanos, y hoy, esa economía es global y la tarea es mundial.
jmrmesas
veintisiete
de noviembre de dos mil dieciséis
___
P.S. A la
memoria de dos luchadores: Marcos Ana y Fidel Castro
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