¿ARDE
PARIS? ¿¡ARDE PARIS!?
HUMOR
DESDE LA EEI
He
vuelto a mirar la foto de la Estación Espacial Internacional en la
que los cosmonautas componen la figura de la Capilla Sixtina. Adán y
su Creador, iniciando la humanidad su andadura, y me he vuelto a
reír, y no es que sea risible la composición, aunque sigo opinando
que la de Miguél Ángel es más poética y pletórica de arte, cosa
que los cosmonautas, seguro que confirmarían, sino porque imagino
que en la E.E.I. hay lugar para la reflexión, el humor, el arte y
los mensajes de amistad, pues no todo han de ser cálculos
balísticos.
Más,
heme aquí, con los pies en la tierra, queriendo aportar elementos a
un debate ciclópeo que se de su importancia, potencial importancia,
que para el futuro de esa humanidad, que simboliza la Pintura
Sixtina, y que los cosmonautas remedaron, pueda tener el cruce de
notas entre un valor en alza Varoufakis
y un valor consolidado Vicenç
Navarro, enzarzados en un debate, que pocas veces
tiene lugar de un modo tan polémico, y hasta cierto punto, tan
público que hasta un bloguero, un buscador de certidumbre, como el
que suscribe, se atreve a opinar, por muy distante que mi posición y
mi persona, se hallen de la de estos dos importantes pensadores,
mucho más allá que a la E.E.I.
El
cruce de argumentos entre ellos, cuyos enlaces he dejado en sus
propios nombres para que puedan leerlo los que quieran,
fundamentalmente se centra en los aspectos económicos, que nunca
pueden dar el autentico contenido de lo que encierran porque aunque
ambos puedan citar la lucha de clases e incluso a Marx, carece, el
debate, de la grandeza y suficiencia marxiana al limitar su alcance a
la mera economía. Los economistas creen que pueden hablar de
marxismo porque Marx hablaba de la economía –de la economía, no
de economía–. Para hablar de la economía, como Marx hay que
entender que Marx quería saber por qué la economía hace ricos a
unos y pobres a otros, y eso le llevó toda la vida, porque esa
búsqueda es revolucionaria, por eso Marx es maldito, porque esa
búsqueda tiene sus raíces en la tierra, no vienen dadas por ninguna
divinidad ni nada ajeno a la misma acción humana que hunde sus
raíces en las leyes, las costumbre, los valores, las creencias, y
esto, no se quiere contemplar, de ese modo, porque eso rompe los
esquemas, que ambos intelectuales economistas, dan como intocables,
como determinados para siempre, cuando la propia acción política,
la economía cotidiana y las fuerzas productivas, lo cuestionan a
diario.
Negarse
a mirar la política actual con este patrón es situarse a distancias
siderales de poder arreglar los problemas de la gente corriente,
porque hay evidencias que demuestran lo canallesco y mafioso de la
distribución de la riqueza y porque, la predicción de Marx se hace
evidente por el alcance de las fuerzas productivas, y la
desvalorización del trabajo asalariado, cada vez más cualificado y
cada vez peor pagado.
EL
ESTADO Y LA FUENTE DE LEGITIMIDAD
Las
constituciones de los países democráticos reconocen a los pueblos
de las diferentes naciones como fuente de poder y legitimidad, sin
embargo, la realidad cotidiana está muy alejada de ser cierta,
porque si es así, ¿cómo es que la fuente de poder y legitimidad no
tenga nada que decir sobre un reparto tan injusto de la riqueza?,
¿cómo es que puedan ser expropiados, hasta el límite de que una
minoría, el 1% tenga más dinero que el 99% restante? Un debate
sobre si el Estado se inscribe en los límites geográficos o estos
límites se reduzcan, en unos casos y en otros se extiendan es algo
equivalente a la reflexión que llevó a Marx a estudiar sobre la
propiedad comunal de unos bosque, antes de escribir sobre ello, como
le pedía el editor de la Nueva Gaceta Renana, en sus comienzos,
desatando su genio buscador de certezas y sin embargo, este tipo de
reflexión es ajena al cruce de notas entre Navarro y Varoufakis, que
como es inevitable, la realidad les supera, porque el encuentro en
Atenas de los siete países mediterráneos (Francia,
Francia-catalunya-España, Italia, España, Portugal,Chipre, Malta y
Grecia), ¿qué es sino un intento de romper los límites nacionales
de los Estados mediterráneos?, ¿por que, estos Estados, querrán
unos acuerdos diferentes de los de la Unión Europea?
Está
claro que los Estados nación están agonizando, es decir, luchando
por un espacio vital porque dentro de sus fronteras naturales,
se ahogan, y las fronteras, el alcance y contenidos de la Unión
Europea se deciden en espacios siderales,
a los que los intelectuales debatientes, parecen no tener el traje
espacial necesario para transitar por tan arriesgados parajes. La
intelectualidad realmente existente declina meterse en camisas de
once varas tan amplias como para no verse atrapados en una
cantidad de tela que cortar, con tijeras muy pequeñas, por eso, los
informes Oxfan solo se mencionan en las reuniones anuales de Davos –
ahí si toca –, pero para acordar, en concreto, medidas contra ese
reparto mafioso de la riqueza, entonces mejor dejarlo para que los
Estados nacionales hagan planes inexistentes.
Creo
que el debate Vicenç Navarro-Varoufakis o Varoufakis-Vicenç
Navarro, que tanto monta Isabel como Fernando, puede tener un alcance
importantísimo, si ambos lo enfocaran asumiendo que las conclusiones
molestarían al complejo militar industrial global, no por molestar,
sino porque existen causas objetivas, de las que ha venido, en mi
pobre reflexión, el encuentro en Atenas de los siete Estados
Capitales, ademas de la no desdeñable predicción marxiana de la
confrontacion entre la mercancía y la fuerza de trabajo, como
límite al modo de producción de mercancía.
En
mi apunte del 23 de agosto, este,
proponía un debate entre ambos dirigido por Vicenç Navarro. Me doy
cuenta de mi error al proponer a una de las partes, la dirección del
mismo. Semejante debate, al hacer una razonable propuesta, que hecha
por otro, es decir, por una fuerza política, habría tenido un
alcance, cuando menos, mediático, pero siendo un simple buscador de
respuestas desde un blog, escasamente leído, puede pasar
desapercibido, sin embargo, recogiendo una cita de Lenin ( – otro
maldito – Nosotros no debemos disimular nuestros errores ante el
enemigo. El que tema eso no es revolucionario. ), mis errores
están publicados en mí blog y por tanto, indisimulables, pero no
debería ser tomado a la ligera porque es la búsqueda de un obrero
con consciencia de clase que buscó, ante la crisis más brutal del
agonizante modo de producción mercantil, las respuestas en los
partidos, organizaciones, dirigentes e intelectuales, y al no
encontrarlas, se dispuso a buscarlas, por sí mismo, y no se debería
desestimar este esfuerzo porque, nosotros, los trabajadores con
consciencia de clase hemos formado, formamos y formaremos el
ejército, el bastión que los intelectuales impulsan, cuando ellos
están en nuestra onda, y modestamente, en el blog, en este cuaderno
de apuntes, junto a los errores hay algunas aportaciones: la más
importante es precisamente denunciar el agotamiento del sistema y la
imposibilidad de esperar beneficio para la humanidad, de su
mantenimiento, por eso, la propuesta, que era un debate me parecía,
y me parece muy positiva, sin embargo la dirección, dirigido por uno
de los debatientes, es, era un error.
El
debate me sigue pareciendo bueno, necesario, clarificador e iniciador
de un posible nuevo ciclo de la historia, si se hiciese con la
convicción de aportar el camino para la necesaria alternativa, pero
sería necesario que la organización del mismo fuese una lucha de la
izquierda internacional, por elucidar el alcance de los
Estados-nación, su límite, la necesidad de trascender los límites
y las alianzas y acuerdos para superar el peligroso modo de
producción de armas-mercancías, alumbrando una alternativa
superadora.
Si
la izquierda de Europa se constituyera en anfitriona del debate, por
ejemplo, la alemana, y un intelectual fuera de toda sospecha, por
ejemplo, Chomsky, el señor Noam Chomsky, lo dirigiera, los
beneficios podrían ser muy positivos. Eso si podría ser el primer
paso para el nuevo Bretton Wood del que habla Varoufakis (le pido
disculpas por escribir mal su nombre, en algunos apuntes).
PERO,
PREPAREMONOS PARA LO PEOR
Los
Estados Unidos fueron los vencedores de la SGM, y para ellos fue el
botín de guerra, pero fue un botín envenenado, porque al
acaparar a los científicos y técnicos nazis heredaron algo más que
cerebros, se hicieron depositarios de conceptos fascistas (el trabajo
esclavo, los métodos de guerra brutales, – los juicios de
Nuremberg no fueron para hacer justicia sino para eliminar
competidores –los ensayos con personas, la utilización de los
niños, todo eso que exhibe el Estado Islámico, y que no tiene
repercusión par su erradicación, por ninguna burguesía, etc., y
que están documentados ), que usaron y abusaron porque el temor del
capitalismo en su fase ascendente no era el nazismo, era la
socialdemocracia comunista, era la Unión Soviética – como
consejista, como partidario de los consejos obreros lamento, yo
lamento, que el triunfo de Rusia se haya hecho a costa de la Unión
Soviética – , era el aliado-enemigo que había que derrotar,
abatir, erradicar, porque el socialismo es la alternativa al modo de
producción mercantil, y el complejo militar industrial, no tuvo
duda.
SOCIALDEMOCRACIA
Nazis
es la denominación del fascismo alemán; su denominación completa
es Nationalsozialische Deutsche Arbeiterpartei, es decir, Partido
Nacional Socialista Obrero Alemán, y es importante entender eso
porque en la Alemania de principios del siglo xx, la tradicción
socialdemócrata era tan apabullante, que para hacer política
entonces, y tener credibilidad no era posible hacerlo sin presentarse
o disfrazarse como una fracción de la socialdemocracia, es decir,
que el prestigio del socialismo se cimentaba en la lucha de los
obreros socialistas y de los teóricos y publicistas
socialdemócratas, que Lenin avaló, hasta la ruptura con
Kautsky, cuando éste no apoyo la revolución de Octubre de 1917, así
que los fascistas alemanes se autodenominaron socialistas nacionales,
nacionalsocialista.
Tengo
algún apunte en el que digo que la Europa actual está, en gran
medida, construida por la socialdemocracia, pero de la misma manera
que los nazis tuvieron que disfrazarse de socialistas, para tener una
audiencia, los socialistas han tenido que reducir su ámbito, a la
esfera del Estado Nacional para obtener el beneplácito de la
burguesía. Que el señor Vicenç Navarro, coincidiendo con el señor
Varoufakis digan que no existe un pueblo para un Estado
supranacional, es una simpleza, porque esa falta
de pueblo no ha impedido
confluir a Hollande con Rajoy y Tsipras como anfitrión,
y cuatro más en Atenas para buscar acomodo a las fuerzas productivas
de esos siete Estados Capitales,
o tal vez, la falta de pueblo es lo que les anima a intentar un marco
burgués más amplio, por que la Unión Europea, el 53 Estado de los
Estados Unidos, no permite ciertas ligerezas, y hasta se permite
amenazar, por boca del Estado Islámico Al Alandalus, es decir, a
España, aunque Europa debe de aprender en que dirección mirar
cuando hay un atentado islamista, es decir, en la dirección del país
que alberga empresas a sueldo del Pentágono.
Del
actual modo de producción de mercancias, del sistema, no puede
esperarse nada positivo, sino todo lo contrario, como lo demuestra el
acoso islamista contra Paris; la intención de hacer daño a la
ciudad que simboliza la luz del conocimiento, la luz del pensamiento,
lo que de noble existe en el ser humano equivale al grito de Hitler a
Dietrich von Choltitz: ¿ARDE PARIS? ¿¡ARDE PARIS!?
Finalizando,
desearía que el cruce de notas entre Varoufakis y Vicenç Navarro
culminara en ese debate, que modestamente, sugiero, creyendo
honestamente, que la izquierda debe buscar la alternativa al modo de
producción de mercancías, construyendo un pueblo supranacional para
evitar que el capital financiero lance a los pueblos de unos Estados
contra otros, aunque la limitación de mi cuaderno de apuntes no
ayudará mucho.
jmrmesas
diez
de septiembre de dos mil dieciséis
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