TURQUÍA
¿LA
TORPEZA DEL TAHUR?
Todo
el ruido del islamismo yihadista, todo el ruido sobre el Estado
Islámico, la sangre derramada en París, Nigeria, Túnez, etc.,
hubiera colado sin problema si Turquía no hubiese derribado el avión
ruso sobre Siria. Al hacerlo, todo el ruido queda amortiguado por el
derribo del avión ruso sobre Siria a manos de Turquía porque apunta
a intereses más determinantes que no están en manos del Daesh, y
este aparece como un señuelo oportuno destinado a conseguir
intereses más importantes, pero también, más ocultos y fuera del
escenario, en el que se representa esta hecatombe internacional,
destinada a velar el objetivo a batir.
Rusia
argumenta que su avión no violó el espacio aéreo de Turquía, y la
misma OTAN recomienda templanza a Turquía, antes de implicar a los
socios aliados. Porque es inaceptable que dos naciones que no están
enfrentadas, que no tienen conflicto, la violación accidental del
espacio aéreo de cualquiera de ellos, tenga como respuesta, el
derribo; una respuesta, claramente beligerante, que los socios
atlantistas tienen que respaldar, a regañadientes porque compromete
el objetivo fundamental.
El
derribo del sukhoi 24 tiene que ser cargado en la cuenta del
presidente de Turquía, Erdogan, que, en último término, asume la
responsabilidad del derribo, y al hacerlo descubre un doble juego en
la medida que su acción inmediata no fue comunicar un incidente
desafortunado a Rusia, que hubiese cubierto el expediente,
sino una acción consciente, previendo el desencadenamiento de
acciones y consecuencias de alcance, mucho mayor que una disputa
puntual, por lo que solicitó el respaldo de la Alianza Atlántica;
como su decisión ha sido extemporánea, su acción descubre una
intención ventajista, respecto a sus aspiraciones sobre Siria
¿cuales? Veamos si es posible descubrirlas.
El
fuego amigo no debe hacernos
perder de vista que el objetivo de la pugna entre USA, que pierde
poder e influencia, y Rusia, que gana poder e influencia, es Europa.
Se intentó con Ucrania, pero el tiempo transcurrido no parece haber
hecho ganar prestigio y poder a Estados Unidos entre los ucranianos,
descontando, como debe ser, a los directos beneficiarios,
engolosinados en el saqueo de los presupuestos, y en la medida que
Ucrania, y la templanza de Rusia no convertirá a aquella en un
factor de discordia en el corazón de Europa, se intenta, de nuevo,
con el terrorismo como fondo, pero la precipitación de Turquía ha
descubierto la trampa al tirar de la manta, insinuando intereses
propios en el asunto.
Europa,
al albergar al conjunto social más preparado, previendo la
posibilidad de cambios substanciales en los próximos meses vía
elecciones, se está intentando acondicionar al
pueblo trabajador para sujetar la previsión que los cambios pudiesen
tener consecuencias en la relación de fuerzas, y estas acciones
apuntan a limitar el terreno a la influencia rusa. Un primer paso
descubierto, que ha pasado como un soplo en los medios nacionales, es
la intención de Estados Unidos de controlar, mano a mano con los
policías españoles los aeropuertos importantes de España; noticia
a penas aireada, es decir, debatida, en cuanto a la significación,
teniendo en cuenta que los policías propios se encuentran
capacitados para una función básica, o tal vez, no es tan básica y
requiere otro tipo de policía dependiente de instancias más
ignotas, porque, a decir de los expertos estudiosos del terrorismo,
desde el 11S, la aparición de documentos y pasaportes en lugares,
donde previsiblemente no deberían aparecer, llama la atención.
La
precipitación de Turquía abatiendo un avión no hostil revela las
intenciones propias de Turquía en la cuestión Siria, no solo por la
permeabilidad de su frontera, para los yihadistas, el
aprovisionamiento y la flagrante colaboración en la comercialización
del petroleo robado al pueblo sirio, sino en la posibilidad de querer
forzar la ocupación del territorio sirio por tropas rusa y la
previsible respuesta otanista, que rompería la colaboración
franco-rusa en la resolución del conflicto, encubriendo intereses
en la división de un Estado, el sirio, posibilitando un
reconocimiento, de hecho, del Estado Islámico.
jmrmesas
veintiséis
de noviembre de dos mil quince
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