FLECOS
INTERNACIONALES
DE
LAS POLÍTICAS
NACIONALES
O
COMO
MOVILIZAR A LA CIUDADANÍA PARA EVITAR UNA GUERRA EN EL CORAZÓN DE
EUROPA
Los
desaforados esfuerzos de Estados Unidos, tirando de los ingleses de
su Majestad Británica para corregir
los acuerdos logrados para garantizar el respeto de alto el fuego en
Ucrania, del trío continental – Putín, Merkel, Hollande –,
descontrolada porque Poroshenko no logra imponer su autoridad a una
élite de oligarcas
vendidos a los traficantes del Pentágono, no son menos patéticos
que las desaforadas críticas de Mariano Rajoy a la política del
nevo gobierno griego de Alexis Tsipras, que en último término es el
reconocimiento del agotamiento de una situación mundial que hay que
recomponer porque las bases sobre las que se asentó el poder de la
superpotencia que dirigió los destinos del mundo, están
cuestionados porque los cambios sobrevenidos han dado al traste con
los instrumentos que hacían posible la subordinación y el
compromiso subsecuente.
NO
ES POSIBLE UNA NEGOCIACIÓN SIN FUERZAS
Hace
algo más de un año hice un apunte sobre un artículo del inefable
Voroufakis
en el que expresaba mis dudas sobre el objetivo del artículo escrito
en el que consideraba como deber ingrato salvar el capitalismo. Creo
que mi apunte respondía meridianamente
claro el error conceptual del que partía porque el capitalismo
actual no admite reparaciones cosméticas, y como está demostrando
la realidad, las negociaciones con los representantes políticos de
los mercados, que no de los ciudadanos, aunque estos les hallan
votado, las condiciones no pueden ser más deprimentes, pues la
ciudadanía griega voto a SYRIZA porque esta negaba el pago de la
deuda, y nuestro amigo, ha tenido que comenzar desdiciéndose y
aceptando una negociación encaminada a pagar.
Resulta
que la proximidad del árbol impide la visión del bosque, y es por
eso que el hecho de traer a colación los esfuerzos de los
economistas atizando leña a Voroufakis – SYRIZA – o el intento
de corregir al triplete continental, de Obama, sobre Ucrania, hace
necesario remontarse o separarse del ámbito nacional para tener la
perspectiva adecuada que nos permita apreciar hacia donde derivará
el conjunto. Es evidente que las deudas son impagables porque están
hechas para someter a la ciudadanía; que tal actitud no puede
conducir más que al desastre porque la fortaleza de los oprimidos
está en las convicciones que sustentan la lucha y no en revisar las
convicciones o trampear en un territorio en el que el capitalismo es
dueño y señor, por tanto, tratar de ganar tiempo es algo carente de
sentido porque el tiempo juega a favor del contrario, y embarrase en
la política nacional no es práctico porque ahora todo se juega en
el terreno internacional, y la fortaleza de la negociación está en
jugar la carencia de legitimidad de los mercados para pasar por
encima de la nación. Esa es la fortaleza que debe jugar SYRIZA –
Voroufakis –, dicho esto para que se aplique el remedio PODEMOS.
Que
SYRIZA no tenga un proyecto de política internacional no quiere
decir que la política nacional de SYRIZA no sea revolucionaria,
porque el sentido revolucionario de la política nacional de SYRIZA
está, precisamente, en defender el derecho de la nación ante los
mercados, y ese derecho se pelea en el terreno internacional
enfrentando las maniobras de la burguesía euro-estadounidense (la
negativa griega a sumarse a las sanciones a Rusia, duele, porque,
además, las sanciones, acortan el margen de maniobra de las
economías nacionales europeas, echándose en brazos del acuerdo
transatlántico que busca el complejo militar industrial USA), y
buscando acuerdos con la izquierda mundial y sobre todo europea.
La
burguesía que está comprendida en el núcleo duro del uno por
ciento teme lo que pueda pasar en los próximas semanas que restan
para las legislativas de España, porque saben que la ciudadanía
mundial está cada vez más acosada por una economía que está hecha
para satisfacer a una élite y no a la sociedad, baste decir que una
quinta parte de los alemanes – quien lo hubiese
imaginado – están convencidos que solo una revolución puede poner
límites a la voracidad de los poderosos, por tanto no es extraño
que los gurús
de los mercados se paseen por Europa, advirtiendo ¡cuidado
con lo que hacéis!, pues una mayoría de PODEMOS en las próximas
legislativas podría elevar la moral de esa parte de la sociedad
europea, de la que los alemanes son el botón de muestra, y decidir
unir fuerzas contra un capitalismo, que está resistiendo el temporal
de su deslegitimación, gracias a su excelente estructuración
internacional, a sus organizaciones y a su agilidad para controlar el
flujo vital del capitalismo: el dinero.
EL
PODRIDO RÉGIMEN DEL SETENTA Y OCHO
Las
fatigas que SYRIZA está experimentando queriendo ganar tiempo es la
mejor demostración de que no vale la pena rebajar los objetivos
creyendo que de ese modo se facilita la vida al sufrido pueblo
griego, y PODEMOS no es ni de lejos, comparable a SYRIZA, pues ellos
son una organización batallada y respetada mientras que PODEMOS está
recibiendo los primeros embates de una tormenta en gestación. SYRIZA
no tiene una política internacional, y si esto es así en una
organización que lleva años de lucha, PODEMOS esta improvisando un
ballet de encuentros con gerifaltes que no auguran otra cosa que un
alejamiento de la ciudadanía para entenderse con los dueños de la
deuda. La política de PODEMOS es la política de Izquierda Unida, y
esto no lo digo como una reivindicación sino para reseñar la
carencia de una visión de clase capaz de percibir el agotamiento del
modo de producción mercantil, y plantear la batalla por la
construcción de una alternativa al capitalismo.
Nadie
duda de que la podredumbre de la política del régimen que sustituyó
al franquismo está tan podrido que solo se aguanta por la certeza de
no tener repuesto. Un gobierno quemado por la corrupción, un partido
cuyos tesoreros están llamados al banquillo, una Casa Real
igualmente manchada, una orla de banqueros implicados en fraudes da
suficiente como para exigir elecciones anticipadas porque ese es el
procedimiento normal cuando un gobierno está implicado en la
mentira, en la corrupción y se ha demostrado que no respeta la ley;
los países con los que tenemos fronteras comunes, relaciones y
compromisos, con menos evidencias habrían exigido elecciones
anticipadas, sin embargo, aquí se espera agotar la legislatura
queriendo, de este modo, estructurar una organización que pueda
convertirse en gobierno. Tan seguros están, que quieren prever un
equipo de gobierno en vez de una estructura orgánica capaz de
asegurar y garantizar el enlace con la población, la ciudadanía, la
clase proletaria, que habrá de ser la que de fortaleza y confianza a
un partido que no tiene arraigo social y carece de enlaces con la
ciudadanía. No serán las componendas con los gerifaltes del ibex35
lo que mejore la situación de las familias, ni los desahucios, ni a
los enfermos de hepatitis, no, serán explicaciones preparando la
lucha por recuperar lo que los mercados nos han robado, con leyes
tramposas hechas a su medida, para extorsionar y retorcer a la
ciudadanía, leyes que después de quitarte la casa te exigen que
pagues una hipoteca, para tenerte amordazado, atado y sumiso, de otro
modo es inexplicable que el uno por ciento vaya a tener más dinero,
propiedades y poder, que el noventa y nueve por ciento del mundo –
apuntan los informes Oxfan–, y eso, que las constituciones del
mundo civilizado dice que el pueblo es fuente de poder y
legitimidad. Y encima nos toman por estúpidos.
UCRANIA
O COMO PREPARAR LA GUERRA CONTRA LA MASA CRÍTICA SOCIAL CAPAZ DE
CAMBIAR LA HISTORIA
A
medida que el sistema se agota, en términos de utilidad social, la
producción pierde valor de uso mientras
gana valor de cambio; el
exceso de producción no encuentra su correspondiente mercado porque
la realidad tiene sus límites, y esto es otra de las múltiples
señales que deberían de tomar en cuenta los políticos, estadistas
y estrategas que piensan que de esta crisis saldremos, como de las
anteriores, cuando la burguesía que lidera el complejo militar
industrial, atrincherada en el gobierno de Estados Unidos, no para de
llevar la provocación al extremo de meter las narices dentro del
territorio ucraniano.
Históricamente,
la burguesía del complejo militar industrial no ha cejado en su
empeño de hostigar a la URSS, cuando, en sus temores, suponían la
amenaza a los negocios de la libre empresa; baste citar los misiles
instalados en territorio turco, en los años cincuenta del pasado
siglo, y la decisión de poner al mundo al borde de una guerra
nuclear para impedir que en Cuba se instalaran su contrapartida.
Ahora Rusia ha ocupado el lugar que antes ocupó el imperio del
mal (según Reagan), porque en su delirio, el complejo
militar-industrial atribuía al Estado soviético todos los vicios y
lacras que son inherentes a sus intimas obsesiones por dominar, y
explotar al mundo, como está demostrando, ahora, la realidad
cotidiana, queriendo meter, a toda costa, a la OTAN, a las puertas de
Rusia.
La
deriva del capitalismo ha superado el marco de una confrontación por
el control de la economía para adentrarse en delirios de pretender
constituirse en luz y guía del resto del mundo, una suerte de álter
ego divino, porque la información, control y poder – no solo
económico-productivo, sino sobre las potencialidades de las
ciencias y tecnología, medicina, psicología, etcétera, les permite
creerse capaces de dictar al mundo su ley, por eso, porque saben que
esa norma no será aceptada por las buenas, preparan la guerra,
porque tras sus negocios solo es posible una paz sumisa, obediente,
sin rechistar, y a eso se dedican extendiendo el terrorismo, porque
esa ha sido su práctica histórica, algo que, un lector curioso
puede conocer, indagando en los textos. El acuerdo transatlántico
perseguido por Obama, llevar la OTAN a las puertas de Rusia, las
sanciones, son el prologo de una confrontación que, persigue el
enfrentamiento bélico, y que, sagazmente, Putín está manejando con
habilidad y tacto, pero Putín es un oligarca ex soviético, y ni la
izquierda radical ni la ciudadanía puede dejar en manos ajenas la
defensa de los intereses comunes, por eso la mejor defensa es la
movilización ciudadana, nacional e internacional.
MOVILIZACIONES
DEFENSIVAS
La
clase obrera es sobre todo, la clase obrera organizada, los
trabajadores y obreros que están en los sindicatos, partidos y
organizaciones militantes, y esa clase obrera no puede dejar pasar el
silencio cómplice de unas direcciones sindicales vendidas; de unos
dirigentes incapaces de organizar la lucha contra un endurecimiento
económico que lleva a los trabajadores en activo a las puertas de la
esclavitud, porque los sucesivos recorte hacen del trabajador un
individuo entrampado, endeudado, incapaz de luchar, porque Rajoy ha
dado forma legal a la ley mordaza que existe en los sindicatos,
cuando los delegados y militantes sindicales, no se atreven a
protestar o son silenciados para evitar el conflicto, mientras las
direcciones de comisiones obreras y de la UGT negocian con la
patronal. Es indecente e inaceptable que eso suceda, cuando una
enorme cantidad de abnegados delegados sindicales luchan y se
estrellan, muchas veces, contra la propia organización sindical que
no presta atención a la organización de la lucha.
Esos
militantes entregados tienen toda la autoridad para exigir que las
direcciones sindicales explique que ha ocurrido con los fondos que
maneja el sindicato, quienes se han beneficiado y por qué. Tienen
toda la autoridad para exigir un congreso y renovar, de abajo arriba
y de arriba abajo toda la direcciónes sindicales sobre la base de
organizar la lucha, y organizarla para llevar a la sociedad a
revelarse contra la autoridad de los mercados, sus portavoces, sus
políticos camuflados y sus políticas de miserabilización de la
ciudadanía. Esos militantes tienen toda la autoridad para negar el
respaldo a uno dirigente sindicales, que cuando menos son
completamente inútiles.
Organizar
la movilización nacional es muy importante, pero no menos importante
sino más es organizar la movilización internacional, y en ese orden
no estaría de más que las organizaciones de la izquierda radical se
aplicaran a estudiar que posibilidades se abren para una acción
coordinada mundial, y es en este sentido, que una movilización
internacional contra las
sociedades offshore, comúnmente señaladas como paraísos fiscales
adquiere todo el valor al reunir su implantación mundial con el
objetivo de ocultar de la mirada de los Estados el recorrido de las
finanzas y los patrimonios que se acogen al secreto, convirtiéndose
en fuente de extorsión.
La
izquierda radical europea debería de hacer un esfuerzo por
coordinarse e impulsar, a escala internacional una campaña para
exigir la erradicación de tales santuarios financieros, con
el más pacífico de los métodos, concienciando a la ciudadanía
mundial de la necesidad de tener control de los movimientos de
capitales y que estos movimientos estén sometidos al control de los
Estados con una legislación común, recogiendo firmas que se
llevarían a los foros internacionales, con copia para los
parlamentos nacionales. Una movilización internacional, coordinando
foros de discusión, conferencias, asambleas, manifestaciones y
culminando la campaña con la entrega de las firmas recogidas, podría
crear vínculos y favorecer estructuras más estables como medio de
prevenir las maniobras de los que quieren llevar – el poderoso uno
por ciento – el agua al molino de la guerra.
jmrmesas
diez
de marzo de dos mil quince
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