ENTRE
EINSTEIN Y HAWKING NO HAY NINGUN DESTINO MANIFIESTO
NO
DEJEMOS QUE NOS HAGAN EL FUTURO
Entre
A. Einstein, – Dios no juega a los dados – y S. Hawking, –
somos producto de las fluctuaciones cuánticas en el universo –, no
hay ningún
destino manifiesto sino la habilidad de una élite
que encabeza el uno por ciento USA para burlar
las normas internacionales y el Estado de Derecho,
que Estados Unidos afirma con su política depredadora, porque en esa
política se reconocen todos los burgueses del mundo, para los
cuales, los seres humanos corrientes no son sino una plaga, y que en
el profundo pensamiento del rey consorte del Reino Unido,
Felipe
de Edimburgo, capaz, si pudiera reencarnarse, de
volver convertido en un virus para terminar con la superpoblación
del planeta, – una fluctuación emocional con el ultraderechista
señor ébola, JM. Le Pen –,
solo existen leyes
hechas por lo poderosos del mundo para su propio beneficio, y eso
seguirá siendo así porque no existe voluntad política para que en
la sociedad, los seres humanos corrientes y molientes, se organicen
para tomar en las propias manos el destino común, sacándolo de
manos de los que se arrogan el derecho a tomarlo, para beneficiar sus
negocios y propiedades, arrebatadas a todos, con engaños, mentiras,
la amenaza y la fuerza.
Querer
ignorar esta persistente realidad, es cuanto menos, una fluctuación
de la consciencia (distingo entre conciencia, un producto de la fe, o
si se desea, un producto de la ideología, y consciencia, una
derivada del conocimiento; de lo que es comprobable y constatable),
por lo tanto, hablar de luchar contra la pobreza, o querer que se
acepte una renta básica sin entender que tales cosas no serán
aceptadas sin un cambio en la correlación de fuerzas, son ganas de
marear la perdiz, pues tales cosas implican, no solo una merma
financiera que el poder, y el poder no es el poder del Estado, el
poder real es el que emana de los que controlan las cosas
de comer, la producción, las
finanzas, en suma, la economía, que en la actualidad, está
intervenida por esa
trama de las 147 empresas, que ya he mencionado en otros apuntes,
dado que el poder del Estado se acomoda al dictado de la economía
real, que escapa, porque así está aceptado, a la intervención del
Estado. Pero la implicación más importante estriba en la potencial
amenaza que una sociedad consciente, politizada, entendida, encierra
para la continuidad del modo de producción de mercancías, que es
equivalente a decir, de la pervivencia del capitalismo.
La lucha contra la pobreza no es un asunto de justicia social, es
ante todo, un cambio de la relación de fuerzas tendente a organizar
la sociedad con otros criterios, con otras razones, que no se pueden
asentar en la propienda privada de los medios de producción y de
cambio, sino en el control efectivo de los medios de producción y de
cambio por la sociedad, construyendo nuevos medios y modos de
controlar esos medios de producción para evitar que tales fuerzas
productivas sean controladas por minorías delegadas – burócratas
–, o de propietarios privados, que las utilizan para sojuzgar a la
sociedad mediante la fabricación de armas de destrucción masiva.
Ese fue el fallo del socialismo de la URSS, al evitar la
fiscalización de la sociedad soviética sobre la producción, sobre
la economía, quedando esta, en manos de una élite, que termino por
expropiar a los trabajadores, a la sociedad, por lo tanto, cualquier
cambio que implique una lucha, efectiva, contra la pobreza exige que
los partidos, organizaciones, dirigentes políticos y propagandistas
lleven al seno de la sociedad la idea fundamental de que ella es el
poder, es la fuerza, la creadora de legalidad, y por tanto, la que
tiene la razón para plantear cambios en la producción y en las
formas y modos de producción, ya que sin está batalla, cualquier
idea sobre la distribución de la riqueza está maniatada por el
derecho de propiedad de los poseedores de los complejos industriales
y bancos.
Los poderes fácticos que emanan de las 147 empresas que intervienen
la economía del mundo es de una magnitud descomunal, hasta el punto
que cuando los reguladores estatales tienen que indagar alguna de
estas grandes empresas, la actitud servil de estos para con los
regulados es de sumisión incondicional, como muestra esta técnica
– Carmen Segarra – contratada por la FED – Federal
Reserve System – y despedida de su trabajo, solo
por el hecho de cumplir con su cometido, lo que
confirma la teoría sustentada por este blog, acerca del dictado de
la política del capital financiero, que el Estado, los Estados, han
de trasladar a los ciudadanos, y que casi nunca es primera página en
los periódicos de gran tirada. Una muestra; Almunia, eurocomisario
de competencia advierte que aún no estamos fuera de riesgo y que una
tercera recesión es posible. Comentando, en una tertulia, las
declaraciones del eurocomisario Almunia, que echa un cubo de agua
helada ( y no es el ice bucket challenge) a las declaraciones
triunfalistas de Rajoy, se solicita la opinión del profesor de la
universidad de Barcelona G. Bernardos, a través de videoconferencia
(una ventaja de la tecnología, usada solo cuando conviene), que
certifica lo dicho por Almunia, apostillando lo mal que lo está
haciendo la Unión Europea, influida por la decisión de Merkel,
mientras que, Estados Unidos, está creciendo a un determinado ritmo,
y me planteo la siguiente reflexión porque hay términos que no me
cuadran; ¿cómo es que la economía USA puede crecer cuando su déficit está hundiendo la economía global?; trataré de explicarme: la economía actual, controlada por
las 147 empresas, supone un circuito cerrado en el que el fluido
vehicular es el sistema monetario controlado por el dólar. Si
Estados Unidos tiene un déficit de casi 18 billones de dólares –
17.796.258.875.895,73$ – (observan, estimados lectores, que Obama
no es hostilizado por los republicanos por el déficit creciente; y
no lo es, porque, en gran medida está aplicando la política
belicista de estos); volviendo al tema, semejante déficit, que
sobrepasa el 100% de su PIB, está carcomiendo la economía mundial
porque los ajustes que tendría que hacer la economía USA se
transfieren a las otras monedas y el bazo limpiador de semejante
circulación sanguínea es el euro, que está obligado a tener
que exprimir a los ciudadanos, recetándoles recortes, paro y freno
en el crecimiento.
Cualquier intento de salir de este circuito cerrado no hace sino
incrementar la hostilidad, mientras que es imposible modificarlo
porque eso significaria tocar el adn del sistema, y ese adn esta
formado por el derecho de propiedad de una minoría a explotar al
planeta de forma y modo que sea beneficioso para el uno por ciento de
poseedores y su orla de privilegiados.
Esta situación no puede ser modificada con la políticas
bienintencionadas de una izquierda miope que no quiere contemplar
como son influidas las economías nacionales por la intervención de
las empresas que tienen capacidad de determinar comportamientos
globales. La izquierda ha de tener presente que la sociedad actual es
global, internacional, primero porque las fuerzas puestas en
funcionamiento por la ciencia aplicada a la producción y a los
procesos productivos no puede poner fronteras a los fluidos, la
atmósfera, los océanos, ni a las radiaciones, sean electromagnética
o nuclear, luego porque los comportamientos sociales se copian porque
aportan novedad, puntos de vistas, percepciones, vivencias que se
reconocen deseables, a veces positivas; cualquier política de
progreso que no tenga en cuenta este hecho, la interconectividad
multidisciplinar de la sociedad, está destinada a fracasar, porque
se priva la causa de la realidad social.
El sistema está agotado y necesita reinventarse para poder volver a
tener un trecho espacio-temporal que facilite una era de progreso y
confianza en el sistema, a una ciudadanía ahíta de penurias cuando
esta intuye que el progreso es para unos pocos, pero negado a la
mayoría, por eso el poder está atento a todo lo que pueda suponer
un desafío popular y cuando combate al Estado Islámico lo hace
porque lee entre líneas y sabe que la captación de militantes
deseosos de dar un giro a sus vidas vacías, por el islamismo radical
está previniéndose de la posibilidad que los jóvenes y personas
que quieran dar un sentido útil a sus vidas puede ser luchar por
cambiar el mundo, luchar por la revolución mundial, luchar por el
socialismo, y es peligro es el que trata de cortar, bombardeando el
yihadismo, pero el sistema no tiene solución porque su adn está
podrido y no admite reformas.
Plantearé una hipótesis que podría devenir en una realidad
tangible. Supongamos que Podemos obtiene una mayoría absoluta en las
generales próxima, y que dispuesto a cumplir su programa solicita al
FMI un préstamo que este niega. Sigamos el supuesto y Podemos
dispuesto a cumplir solicita el préstamo que el FMI niega al banco
de los BRICS, y que este lo concede. ¿Alguien cree que tal situación
sería considerada por el sistema como una acción plausible? De
ninguna manera; el propio hecho de haber constituido el banco por los
BRICS, ha sido interpretado por el sistema como un acto de hostilidad
y casualmente el día que se constituyó ese banco fue derribado el
B777 de Malasia Airlines.
Tal hipótesis sería algo que engendraría, a ojos del sistema, un
peligro de disolución de su poder, porque, el ejemplo de Podemos –
hipótesis de trabajo para ilustrar el agotamiento del modo de
producción de la mercancía dinero –, podría generar una cascada,
un ejemplo a seguir por, sigamos la corriente, Grecia, o incluso, aún
más grave, Francia, y este solo hecho vendría a significar la
apertura de una etapa de doble poder cuyo desenlace, necesariamente
tendría que resolverse con el aplastamiento de uno de los dos
poderes.
Sin llevar al seno de la sociedad la idea fuerza de ser el actor
principal del proceso histórico, de tener derecho, no habrá cambio
positivo para la mayoría, es decir, para la humanidad; todos los
peligros se confabulan para que ella, es decir, la mayoría sea la
que pague, la que sufra, la que sea carne de experimento de los
ébolas potenciales habidos y por haber, la que ponga los muertos,
porque los que tienen posibilidades de influir en el imaginario
colectivo, de dar forma a una nueva estructura mental, no se atreven
a decirle a las masas doloridas que ha llegado un tiempo nuevo, que
tenemos que construir.
Ni en reyes, dioses ni tribunos está el supremo salvador. Nosotros
mismos realicemos el esfuerzo redentor. Y no hay más, pero tampoco,
menos.
jmrmesas
treinta de septiembre de dos mil catorce
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