RAZONES
Y PRINCIPIOS: EL FINAL DE UNA ERA
EL
CAPITALISMO CAERÁ GLOBALMENTE TAN PRONTO COMO
SE
ARTICULE UNA ALTERNATIVA MEDIBLE
Si
echo la vista adelante tratando de imaginarme el futuro, no puedo ver
un mundo de progreso en los próximos años venideros, porque el
actual estado de cosas que están sucediendo en el mundo han llevado
la tensión a un grado extremo, ya que esa tensión está ligada a
los intereses de una élite estrechamente informada, articulada y
conectada que se reparten el mundo y maquinan acuerdos y pactos
contra los pueblos para asegurarse una posición de dominio y
privilegio.
El
informe de OXFAN, presentado a principios del año actual en el foro
económico de Davos, crudamente explica como el uno por ciento
mundial posee el cuarenta y seis por ciento de la propiedad del
planeta (1% tiene el 46% de la propiedad), y como los 85 propietarios
más ricos tienen más riqueza que la mitad de la población más
pobre del planeta, como en Estados Unidos el 1% más rico ha
acumulado el 95% del crecimiento total posterior a la crisis desde
2009, mientras el 90% más pobre se ha vuelto aún más pobre.
Cómo
las leyes favorecen a las grandes corporaciones, y semejante
explicación sobre el latrocinio al que está sometido la población
del planeta, de un modo legal, es decir, con las leyes a su favor,
sin tener que recurrir al cohecho, a la extorsión, o dicho de otro
modo, como el cohecho y la extorsión tiene carta de naturaleza en
los parlamentos y gobiernos, en todo el mundo no ha sido comentado en
ningún parlamento, por ningún partido, ni por ningún gobierno,
porque comentar semejante robo implica una revisión total de las
leyes internacionales, nacionales y locales, y aún mucho más, una
revisión en profundidad del derecho de propiedad.
Hay
otro informe de la universidad de Zurich que explica y desarrolla
como el entrelazamiento de los capitales hace posible que un grupo de
147 empresas transnacionales tengan una influencia determinante sobre
la economía real, porque entre esas 147 empresas están todos los
grandes bancos importantes, ligados por participación accionarial;
hay además una página en internet en la que, gráficamente, se
pueden ver como están entrelazadas las cúpulas empresariales de las
empresas de Estados Unidos (que puedo suponer que en el resto de
Estados nacionales, es exactamente, análogo, aunque nadie ha
publicado semejante estudio -en Europa-, en caso de haberlo hecho),
viendo, nominalmente, la extensa red de influencias que hacen de la
competencia una una frase vacía, ya que semejante red de conexiones
político-financieras, tiende al entendimiento y facilita el acuerdo
para repartirse el mercado mundial.
La
economía está sólidamente controlada por el capital financiero
estadounidense y europeo y este núcleo de poder, por la fuerza que
tienen los procesos económicos-productivos puestos en marcha desde
la segunda guerra mundial, ha terminado globalizando la vida en
general en el planeta, y esto es lo que, a mi modo de ver, es el
superimperialismo.
Tal
estado de cosas no es inocuo, y sí inicuo, pues en su desarrollo ha
generado frustración y daño, y otras naciones, otros Estados se han
visto en la tesitura de tener que responder ante el ansia acaparadora
del superimperialismo euro-estadounidense, agrupándose en un nuevo
bloque -BRICS-, y no es que haya un bloque malo y otro bueno, es que
la lógica monopolista obliga a las naciones a agruparse para
defender los intereses de las burguesías en conflicto, y la clase
obrera, la ciudadanía, en todos los casos, es rehén de esas élites
enfrentadas.
Posiblemente,
como dice Thierry
Meyssan, él crea que Rusia sea hoy la principal
potencia capaz de encabezar la resistencia frente al imperialismo
anglosajón, pero si desde la muerte de Lenin y tras la dirección de
Stalin, la burocracia no ha hecho otra cosa que expropiar a los
pueblos que hicieron la revolución de 1917, hasta llegar a
convertirse en la actual oligarquía, ¿cómo ahora encabezarían una
lucha, que antes no fueron capaces de liderar?, porque lo importante,
se argumentaba, era la supervivencia de la URSS, en el marco de la
coexistencia pacífica para asegurar el socialismo, que no era otra
cosa que el tiempo necesario, para que los burócratas consolidaran
la expropiación de los pueblos bajo su dominio. ¿Acaso Rusia es más
consciente que la antigua URSS? ¿Acaso los oligarcas que han
expropiado a la revolución son más solidarios con los pueblos del
mundo que los burócratas de la nomenclatura? O, ¿tal vez han
decidido defender los intereses de Rusia envolviéndose en la bandera
de la lucha anti imperialista?, porque de ser así, han echado por el
desagüe todo el costoso esfuerzo de deconstruir el Estado soviético,
precisamente para integrarse en un mercado, que los quiere rendidos
sin condiciones.
En
el enfrentamiento que se está diseñando por Estados Unidos, con el
silencio cómplice de la burguesía europea, escondiéndose tras la
OTAN, queriendo dar la apariencia de un asunto compartido; de la
visión común de un atropello de los derechos del pueblo ucraniano a
decidir su futuro -que casualmente, coincide y está beneficiando a
los poroshenko-kolomeiskis de todo pelaje-, es, esencialmente una
hábil estratagema, una máscara destinada a tapar el fabuloso
agujero económico del sistema financiero del capitalismo especulador
euro-estadounidense, y los trabajadores y la ciudadanía
internacional, no pueden ser indiferentes y pasivos, sino que han de
tomar posición condenando todo el amañado proceso que se está
haciendo con el objetivo de reactivar el capitalismo agonizante,
mediante la guerra.
Primero,
porque es la salida histórica de una crisis de la profundidad de la
actual crisis, que tiene su origen en los años 2007/2008, sin que se
haya tomado, desde entonces, ninguna medida para corregir la
especulación financiera, el sistema monetario, la prepotencia de la
banca y el sometimiento de los gobiernos a los mercados, que no hayan
sido los recortes y el empobrecimiento de las masas.
Segundo,
porque el superimperialismo, la vieja burguesía ha llevado la
economía a un grado tal de concentración interdependiente que es
imposible seguir porque está chocando con la burguesía de los
países emergentes, y los burócratas enriquecidos de los países que
componían la fenecida URSS y la pujante economía china -BRICS-, y
esta confrontación, que aun no tiene esta forma explícita (porque
el viejo capitalismo espera poder romper el nuevo bloque) como se
está viendo, no es posible que se solucione pacíficamente, sino que
cada vez se fuerza más la máquina guerrera, porque el sistema tiene
sus exigencias, y estas son una creciente población que no puede ser
empleada, porque las modernas fuerzas productivas expulsan a la
fuerza de trabajo del proceso de producción, y para romper este lazo
es necesario un nuevo concepto de la producción que pasa por una
revalorización de la propia sociedad como creadora de valor, como
creadora de inteligencia, como creadora de seguridad y poder, y esos
conceptos que no se quieren reconocer, porque reconocerlos significa
revisar el derecho de propiedad, el derecho de los poderosos a
expropiar a los pueblos, no se hará, a menos que la voz
independiente de la ciudadanía no se levante por encima de este
ruido agresivo puesto en marcha por el viejo capitalismo.
El
capitalismo no puede salir de este bucle porque la lógica del
sistema es acumular capital y expulsar fuerza de trabajo, y la
acumulación, actualmente, no vuelve a la circulación, porque el
capitalismo financiero oculta los beneficios en los paraísos
fiscales, y sí se llegará a una guerra entre la vieja burguesía y
la burguesía de las economías emergentes, sería el final para
todos, porque el proceso no podría ser análogo al que tuvo lugar en
los años que siguieron a la SGM, porque todo es diferente, desde las
fuerzas productivas a la estructura mental de la sociedad.
LA
NECESIDAD DE UNA NUEVA DIRECCIÓN OBRERA
PARA
GARANTIZAR VOZ PROPIA A UNA CIUDADANÍA INTERNACIONALISTA
Las
pasadas elecciones al Parlamento Europeo supusieron un terremoto en
el panorama de dos países, pues pese al esfuerzo del capital
financiero internacional de desactivar el efecto político, con la
que la izquierda europea esperaba el evento haciendo coincidir las
elecciones parlamentarias con las elecciones de los golpistas
ucranianos, en Grecia y sobre todo, en España, la candidatura
improvisada de Podemos, ha conmovido profundamente el panorama
político en el Estado español, dando idea del profundo hartazgo de
la sociedad de una política de compadreos y pasitos cautelosos, que
el fenomeno Podemos ha demostrado no se corresponde con la idea que
una parte importante de la sociedad española espera, y parece
dispuesta a mantener, acompañando a la nueva organización de
Iglesias y Monedero; basta ver la desazón con la que está
reaccionando toda la escoria burguesa para comprobar el terrible
sobresalto que supone un grupo de luchadores dispuestos a romper
clichés, para comprobar que establishment español no sabe que carta
mover.
En
mi opinión, creo que una parte importante de la población está
dispuesta a aceptar el riesgo de embarcarse en cambios profundos,
pero me llama la atención la galvana con la que la izquierda esta
dejando pasar el verano, sin llevar a la calle un debate, que parece
muy vivo en todo el ámbito mediático, pero del que está ausente el
actor principal, la gente corriente, el pueblo, y todavía, ningún
twitter puede sustituir a un dirigente, a un militante, que de viva
voz pueda discutir, dar explicaciones, proponer, animar a los
ciudadanos a participar y tomar parte del debate que impulse el
cambio.
Modestamente
creo que Podemos no posee la política, la concepción política
necesaria y profunda para entender que el momento por el que
atraviesa el sistema, todo el entramado que envuelve y acompaña el
modo de producción de mercancías, ha entrado en una fase que no
puede ser remontada sin profundos cambios, que el sistema no puede
acometer, porque dejaría de ser lo que es, un modo de explotación
del ser humano, un modo de esquilmación y agotamiento de los
recursos del planeta, y que por tanto nos dirigimos, preciso más, la
élite que dirige el capital financiero mundial, nos dirige a un
nuevo escenario de mayor tensión y agresividad, y que para poder,
influir en una situación como la que trato de describir, una fuerza
política, tendría que contemplar esta dimensión y tratar de
transmitirla a la sociedad, para que esta, empezara por incorporar a
su imaginario cotidiano la necesidad de intervenir en el momento
presente con sus preocupaciones e intereses, sin hipotecar.
Recordaré,
a Podemos, pero también a Izquierda Unida, y a los militantes
preocupados del PSOE (el partido socialista, como organización, la
socialdemocracia mundial, como organización está definitivamente
pasada al enemigo, es decir, es el ala izquierda de la gobernanza
mundial), las reflexiones de un personaje, F. Toxo, dirigente de
comisiones obreras y de la Confederación Europea de Sindicatos;
dichas reflexiones, expresadas en eventos diferentes, pero de una
cierta proximidad temporal, recalcaban que no hay políticas
nacionales, y que la izquierda no tiene política para Europa, y esta
verdad, aún dicha por un personaje como él, no pierde validez y es
un aviso a navegantes, que Podemos haría bien en tomar nota, ante la
noticia aparecida en la prensa de evaluar formar un sindicato propio,
cuando lo más importante, en ese terreno es dar la batalla en los
sindicatos, abandonados en manos de una camarilla, alejada, como es
evidente, de los problemas de los trabajadores, como clase obrera.
Podemos
puede convertirse en la masa crítica necesaria en Europa -no olvidar
que no hay políticas nacionales-, y esta masa crítica europea,
necesita un partido, no tanto para organizar la lucha, sino como un
instrumento capaz de generar ideas para que los profundos cambios
necesarios sean los que necesita la humanidad doliente.
Explicar
por qué no hay que pagar las deudas nacionales, explicar la
necesidad de acabar con los paraísos fiscales, y que las grandes
empresas y bancos contribuyan, en modo creciente a la sociedad; explicar la necesidad de una moneda mundial; qué son las fuerzas
productivas, cómo influyen en la sociedad; cómo y por qué la geopolitica
condiciona las nacionalidades, es fundamental, para que en el
imaginario colectivo, el ansia de cambios profundos, cale en las
conciencias de la ciudadanía. Es más importante esto que dedicarse a
pergueñar estructuras organizativas, y si la izquierda entiende
esto, iremos en la buena dirección.
jmrmesas
seis
de septiembre de dos mil catorce
No hay comentarios:
Publicar un comentario