POR
QUÉ SOMOS POLÍTICAMENTE INMADUROS
Explicar
lo obvio no es algo sencillo aunque pueda entenderse superfluo porque
la obviedad política puede ser el resultado de una construcción
cuidadosamente calculada para poder pasar de pormenorizar detalles
reveladores.
Las
elecciones del 10 de noviembre pasado pudiera ser esa clase de
obviedad que disimulase las presiones de los poderes fácticos
—ibex35 y otros y otros— haciendo recaer el inconveniente
electoral en el fanatismo del poder de un presidente indeseado
por esos poderes fácticos, que si son fanáticos del poder,
como así lo demuestra el hecho inexplicable, inexplicado y
permanentemente ignorado —demandando explicación metódica y
pormenorizada — de cómo gente vulgar atesore tanto poder económico
y político, si no es por el hecho de pertenecer a un conjunto
estructural que permite a gente normal y corriente estar en esas
dependencias en donde se organiza el poder económico y político que
se oculta a la mirada común para presentar ante el mundo la
fachada conveniente,
el escenario preciso para que
la representación continúe y el poder siga en las manos de los
fanaticos del poder,
es decir, el capital financiero: banqueros contaminadores,
contaminadores consorcios industriales, y una copiosa retahíla de
contaminadores velados por los creadores de opinión, que hacen
recaer en la gente normal la culpa de todo.
Los fanáticos del poder no ignoran que la plebe, el populacho, la
chusma está dolorosamente harta de pasarlas canutas,
y todavía más, se da cuenta de la constante tomadura de pelo que
supone el sacrificio de los más y del derroche descontrolado de ese
reducido grupo de plutócratas que construyen su paraíso en medio de
las desgracias.
Como descontextualizar resulta
ingrato y peligros, conservar el marco en el que inscribir los hechos
se revela util, necesario e imprescidible, mientras no sucedan hechos
que les permitan, a los fanaticos del poder, sacar los tanque de los
cuarteles imponiendo por la fuerza su orden y ley conveniente,
Bolivia, por ejemplo. Desviar la mirada de la ciudadanía, del
ibex35, de la monarquía y de unas instituciones trufadas de
fascistas acostumbrados a ordenar y mandar significaba, volcar el
peso en una maniobra de distracción que debilitase, más aún, al
doliente y pagano ciudadano, y de pronto, los estrategas ven una
ventana de oportunidad
maquinando unas nuevas elecciones.
El proceso ya viene rodado.
Siempre habrá un tezanos
por ahí que hará creer (increiblemente)
que unas nuevas elecciones darán el resultado apetecido, cuando
todos (los perdedores) son conscientes del desastre del invento,
pero, teniendo en cuenta la necesidad de conservar el marco en el que
inscribir las acciones políticas, y considerando lo peligroso de
descotextualizar, es decir, poner el foco en esa gente corriente que
habita instituciones trufadas de fascistas, en esos nichos económicos
donde habita la gente guapa con muchísimo dinero y muchísimo
poder, resulta más tragable una nuevas elecciones, y de paso, probar
el invento por si fuese útil volver a ponerlo marcha.
La
inmadurez política del pueblo
es esa construcción de presiones,
a veces veladas, a veces, explícita que construyen los fanaticos del
poder porque señalar a los codiciosos de las riquezas,no es que sea
peligroso, es que es necesario construir una
alternativa
que la izquierda, diré, timidamente, quiere
evitar reconocer,
pero es necesario hacerlo, porque sin construir un nuevo marco de
referencia no habrá alternativas, ni a
la explotación de los seres humanos, ni a la liberación de los
lazos que hacen a la mujer semiesclava en las sociedades occidentales
y esclavas en las otras, ni a la contaminación, ni al gozo de
cultivar las artes y las ciencias, solo fanaticos del poder que
contaminan el planeta, industrias de guerra que destruyen vidas de
pobres, llenándose los bolsillos y pudriendo sus corazones, eso sí,
de una manera cómoda, agradable, y muy llevadera.
Apiademosnos
de ellos y expropiemoslos del peso de la riqueza que les pudre el
corazón, claro que eso significa construir un marco conceptual,
para que avance la construcción de Europa conectada a toda Asia, y
no aislada, y en armonía con los demás continentes y no contra
ellos. Antiguamente se denominaba socialismo —¿vaselina para
infiltrados del ibex?— cada cual saque sus conclusiones, pero para
los gonzález que aún andan por el mundo, el vocablo, el
concepto debe sonarles a monumental fracaso después de haber hechos
congresos para abjurar de Marx. Irónico.
jmrmesas
doce
de diciembre de dos mil diecinueve
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