CLASE CONTRA CLASE
Hay una disimulada intensión de las fuerzas
vivas que impulsa el ibex35 de sustituir al corrupto Partido Popular,
lastrado por el abrasivo desgaste de los robos a las arcas pública,
por la práctica fraudulenta de entender los asuntos que tocan de
lleno al conjunto de la lastimada población del Estado, por una
edición más aliñada y juvenil, poniendo las caras de Arrimadas y
Rivera como mascarón de proa de una edición B del Partido Popular,
en la nave de un nuevo partido, Ciudadanos, que no resolverá ninguno
de los problemas, pero distraerá la política, mientras los dueños
del mundo preparan el próximo golpe.
Metido en el agujero de mi ordenador, tratar de
mirar al conjunto del panorama internacional es muy difícil, y
sujeto a algún que otro desenfoque, pero es lo que hay, porque ser
comparsa de los que creen que tienen mucho que decir, pero no dicen
nada que aclare el entendimiento de lo que ocurre es una pérdida de
tiempo, de los que empezamos a contar el tiempo en segundos, porque
las meses y años quedaron muy atrás y por delante, el panorama es,
o parece ser, breve. Se tratará de encender alguna bombilla que
pueda arrojar alguna luz.
Naturalmente enfrentar criterios que no
entiendan más que gente muy documentada es un error propio de
izquierdista incorregible, que trataré de evitar para que los
escasos lectores, amigos, que me leen no me tilden de radicalismo
ajeno a la realidad cotidiana. Sin embargo insistiré en el apunte
anterior porque creo que si es posible arrojar luz para establecer
diferencias.
LA TRAMPA DE LA ECONOMÍA
El intercambio de trabajo vivo por trabajo
objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de
antítesis entre el capital y el trabajo, es el último
desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el
valor. El supuesto de esta producción es y sigue siendo, la
magnitud del tiempo de trabajo (decía alguien que dedicó toda su
vida a entender por que la riqueza es tan esquiva para la mayoría),
el cuanto de trabajo empleado como factor decisivo de la producción
de la riqueza. En la medida, sin embargo, en que la gran industria se
desarrolla, la producción de la riqueza efectiva se vuelve
menos dependiente del tiempo de trabajo, y del cuanto de
trabajo empleado, que del poder de los agentes puestos en movimiento
durante el tiempo de trabajo, poder que a su vez – su poderosa
eficacia – no guarda relación alguna con el tiempo
de trabajo inmediato que cuesta su producción, sino que depende más
bien del estado GENERAL DE LA CIENCIA Y DEL PROGRESO DE LA
TECNOLOGÍA, o de la aplicación de esta ciencia a la producción.
Esto puede parecer un ejercicio de izquierdismo
puro, destinado a concienciar, pero sin relación con la
pobreza energética y la desvalorización del trabajo, mientras
documentados economistas hablan de la sostenibilidad del sistema –
mediáticos economistas, vinculados al PSOE, por ejemplo, que no
aclaran nada y cuyas recetas no resuelven nada, como tampoco otros –
sin embargo, la relación que trataré de establecer espero que sea
clara, pretendiendo ser elucidante.
Crear medios de producción para desvalorizar
el trabajo vivo, que hace que trabajar signifique, hoy, seguir
siendo pobre, creo que siempre ha sido así, pero hoy resulta
escandaloso, y se comenta casi con asombro. Veamos. ¿Cuál será el
coste de la fabricación de un medio de producción que incorpora lo
más puntero de la ciencia y de la tecnología al funcionamiento de
ese medio de producción, como por ejemplo un submarino nuclear
estadounidense, convertido en arma de destrucción masiva, y
que es un dogal al cuello de los trabajadores del mundo? ¿Se
atrevería un partido de clase a desguazar los costes sociales
y políticos de la inversión de un medio de producción de esa
naturaleza, para desmontar el discurso triunfalista de los
políticos que nos dicen que hemos salido de la crisis de la
economía? ¿Qué supondría esa inversión en relación a la
difusión de la cultura o a la pobreza energética? Que un
economista, o un partido, o los sindicatos de clase se embarcaran en
semejante tarea implicaría que politólogos y sesudos
analistas que viven en un, y de un, respetado auditorio,
estuviesen en la diana mediática de los medios afines que emponzoñan
el entendimiento facilitando la confusión. Claro está que
profundizar en este tema requeriría datos e información,
inalcanzable para un modesto apuntador, pero haciendo un supuesto
ejercicio de proyección, me pregunto, ¿qué relación podría haber
en los beneficios que arrojarían la elaboración de ese medio de
producción convertido en fábrica de muerte – el submarino nuclear
– y los paseantes de foros internacionales, DAVOS, por ejemplo? El
entramado de relaciones que estrujan al limón llamado Mundo, planeta
Tierra, para que todos los canales terminen en los bolsillos de la
élite capitalista, ¿es ajena a la interesada presentación de una
determinada faceta de la producción globalizada, que los
economistas, al servicio del poder, nos presentan?
¿Por qué el submarino ha de ser
estadounidense, y no ruso o chino? El submarino ha de ser
estadounidense, porque entendiendo que estamos al final de un ciclo
histórico (cuya duración, y sin una información a propósito, es
difícil pronosticar) encierra las contradicciones de clase, ya que
toda la burguesía mundial acepta, de mejor o peor grado, los
parámetros del sistema que lidera Estados Unidos, y además, ni
China ni Rusia tienen tradición de pueblos invasores, mucho menos,
los koreanos(del norte, por supuesto).
Claro que es más cómodo entrar al trapo de
defender la unidad indivisible de la Patria que aclarar estos
extremos, tediosos y difícilmente demostrables.
CUAN TRÁGICO SERÍA LA INDEPENDENCIA DE UN
TERRITORIO
El BREXIT está suponiendo un duro golpe para
los trabajadores británicos, pero el gobierno del Estado del Reino
Unido no ha supuesto una conmoción irreparable, y el gobierno de la
señora May puede bandear la situación, con la comprensión
de la Unión Europea, que no quiere líos.
Si una parte del territorio del Estado de
España se desgajara, por ejemplo, Cataluña – algo muy apartado de
la realidad –, el resto del Estado español estaría imposibilitado
de permanecer tal cual, porque todo el armazón histórico, con las
contradicciones introducidas en los intersticios del edificio del
Estado, a modo de argamasa para dar coherencia a la construcción
política, se derrumbaría con estrépito y eso sería malo para
Cataluña, para España y para la Unión Europea, por eso hay una
disimulada operación para empoderar a Ciutadans, reforzar la
monarquía con la cara lavá y recién peiná, mientras la izquierda,
no puede decir nada porque sus conspicuos dirigentes creen que el
sistema tiene futuro, y no pueden ir delante sino detrás y a
remolque.
Ir delante significa entender qué es la
última relación de valor y de la producción fundada en el valor.
Que significa el dinero y el trabajo vivo y que significa el dinero
virtual y la minería del bitcoin. Por qué trabajar
empobrece, y así sucesivamente. Significaría un programa propio y
pormenorizadas explicaciones, que arrancando del Estado Español,
supusieran, cuando menos, la propuesta de Martín Schulz, de los
Estados Unidos de Europa. Por qué Europa debe tomar la iniciativa en
Oriente Medio, que Estados Unidos, el imperio del bien, quiere
utilizar para anular a Europa, pero, naturalmente, algún politólogo
prestigioso, puede desmontar este argumento como extremismo de
izquierdas. Qué se le va ha hacer. Ajo y agua.
Entender que la producción globalizada con un
reducidísimo conjunto de monedas haciendo las veces de lubricante
comercial imposibilita la manipulación financiera, sujeta a los
acuerdos Basilea, haciendo muy difícil, que esas monedas puedan
fluctuar desmedidamente, haciendo que esa relación de valor sea,
cada vez más estable – de ahí que la producción fundada en el
valor, sea la última relación – y hay que recurrir a ese
dinero virtual para dar sentido a la especulación, siendo esta
acción determinante, para tejer conjuntos productivos macros, que
no pueden tomar la forma de supra-Estados, porque entonces
la ciudadanía tomaría consciencia rápidamente y manipular a gente
preparada sería imposible.
En fin, amigos, que me hacéis la distinción
de leerme, espero haber satisfecho vuestra crítica sagaz, tomándoos
interés por velar por mi salud mental.
jmrmesas
veintiocho de enero de dos mil dieciocho
No hay comentarios:
Publicar un comentario