COHERENCIA ANALÍTICA
Por fin, el dato oculto ha sido revelado.
Zbigniew Brzezinski fue el creador del yihadismo político
militante, y lo más revelador fue la trampa creada por Estados
Unidos con la operación Ciclón, en julio de 1979 destrozando
Afganistán con 30 000 mercenarios cuya tarea era asesinar,
violar y robar. Solo eso es suficiente
para abominar de cualquier objetivo político que pudiera motivar el
crimen, – desbancar un gobierno legítimo, que no convenía a sus
intereses –, pero lo políticamente correcto es que este tipo de
información sea silenciada y guardada a buen recaudo para no abrir
los ojos de los que creen en la buena fe del complejo militar
industrial cuando lo que lo anima no es otra cosa que asegurar el
botín del expolio. Es la mafia elevada a su maxima expresión.
El articulo de la señora Armanian es no solo
clarificador
sino valiente y comprometido, porque por canalla que pudo ser el
autor intelectual – Brzezinski –, se pudo llevar a cabo porque el
capital financiero encontró el respaldo estatal, nada menos que del
imperio del bien, Estados Unidos, cuyo comportamiento para con
sus propios ciudadanos es hartamente condenable como demostró Gary
Stephen Webb, escribiendo un libro – Dark
Alliance – donde volcaba sus investigaciones sobre la
complicidad de la CIA y el narcotráfico, así como la política de
inundar los barrios negros de crack,
para anular a unos ciudadanos, que no eran del gusto de los WASP
(white anglo saxon protestant) ¿Es extraño que los ciudadanos
estadounidenses les ofendan los símbolos de la Confederación,
usados para mantener encendida la llama del odio? Los sucesos en
Virginia –Charlottessville
– y Carolina del Norte – Durham
–, demuestran una lucha de clases, en USA, silenciada o cuando
menos, maquillada que no tiene cabida en la información que
recibimos de los medios, interesados en pintar un cuadro del que
están ausente las desigualdades sangrantes, por eso, las
explosiones de indignación masivas que reivindican igualdad, acabar
con las injusticias terrenas son defendibles y solidarias,
demostrando que la manipulación de la campaña electoral de Trump
fue posible porque esos wasp, no solo estaban en el partido
republicano sino que forma el núcleo del complejo militar
industrial, es decir, republicanos y demócratas, por eso, Sanders no
tenía cabida ahí, y Trump pudo ganar las elecciones.
Son las desigualdades, las injusticias, las
incongruencias, lo
que genera el odio y este se manifiesta en las sociedades
donde la organización social presenta dificultades porque pasaron
casi sin transición del medievo a la industrialización facilitando
la manipulación de la élite dirigente, rápidamente convertidos en
burgueses, que subyugan al pueblo, dificultando la organización y la
defensa de los intereses populares. Cuando la violencia no
reivindica, cuando la violencia es el crimen sin otro fin que crear
terror, miedo irracional, entonces hemos de sospechar en una
manipulación interesada y emboscada en unos objetivos difusos,
etéreos, celestiales, solo aptos para enajenar a jóvenes
desarraigados, y resentidos que perciben la injusticia pero carecen
de la información, el conocimiento, y de quienes son los que de
verdad ganan con el crimen y el expolio.
Eso es lo que invalida, lo que falsea el
debate sobre los jóvenes terroristas que quieren imponer el islam
medieval, el califato – una quimera, una
fabulación impostada –, mientras se oculta la finalidad
política de los inventores del radicalismo yihadista – que
el planeta produzca riqueza para un puñado de multimillonarios
–, mantenido por el complejo militar industrial y la red de
thinktank, donde anidan los herederos políticos de Zbigniew
Brzezinski, y todo los medios que sí conocen este tipo de datos pero
los callan en debates y tertulias porque es lo políticamente
correcto, dicho en términos más cabales, mantener al pueblo
trabajador en la más absoluta ignorancia que es como mantenerlo en
la más absoluta indefensión.
Por eso es terriblemente indignante la
despreocupación por cogerlos vivos, porque muertos no pueden hablar,
no pueden contar qué argumentos, qué razones les impulsaron a una
acción cuya única finalidad era causar daño a gente desconocida y
mientras todos se felicitan que las cosas funcionan, pero pueden
mejorar – ¡faltaría más! –, nadie se pregunta cómo es
que la CIA puede anunciar con meses de anticipación un atentado,
en Londres, o París, o
Barcelona. ¿No resulta inquietante? ¿No parece sospechoso?,
en tanto se pasa de puntillas en la descoordinación de los
diferentes departamentos policiales, argumentando que aunque, en
España es casi inexistente, por celos profesionales, eso
ocurre en casi todos los países, y si eso es así, la explicación
más plausible es que tal descoordinación podría encubrir la
posibilidad de utilizar esa falta de centralización para ser
utilizada por los servicios secretos, manteniendo de este modo una
estudiada opacidad, que únicamente puede beneficiar a los dueños
del mundo que juegan con nuestras vidas como lo que somos, peones sin
valor.
¿De verdad la izquierda tiene voluntad
política para defender los intereses comunes; de verdad? Más nos vale que así sea, porque el interés puesto por los poderosos que
controlan la información global y saben donde y cuando
ocurrirá un atentado es su disposición a impedir que en España,
que en el sur de Europa las cosas se les escapen de las manos,
y al fijarse en Barcelona han comprendido que ahí está el
eslabón débil en España, no pudiendo significar otra cosa que
hacernos saber que lo pondrán todo lo difícil que puedan hacerlo.
jmrmesas
veintiséis de agosto de dos mil diecisiete
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