TODOS COMPLICES
UN MUNDO LLENO DE
SCHETTINOS*
El
debate del estado de la nación ha terminado con un respiro de alivio
de los diputados del pp, las orejas gachas
y el rabo entre las patas
de toda la oposición, porque el presidente, primer ministro de la
corrupta monarquía juancarlista, ha salido sin un rasguño de una
situación, catástrofe
bíblica, a decir del ministro del defensa, de llegar a
demostrarse la verdad de los datos del tesorero del partido popular,
que no va a resolver ningún tribunal porque todos son conscientes de
estar sentados sobre un monumental barril de pólvora, que hay que
enterrar porque todos desaparecerán, si llegara a estallar, que
estallará. Mariano Rajoy no puede seguir liderando España, ni la
monarquía puede seguir siendo la forma de Estado de este país,
porque de la misma manera que Rajoy, y con él, toda la dirección
anterior del pp, son corresponsables de los negocios de Bárcenas, el
Rey es responsable de los manejos que afectan a la financiación de
su casa.
El
régimen que siguió a la dictadura franquista no fue más que un
cambio de escenario para que siguieran los
mismos perros con distintos collares,
los que para algunos siempre estuvo claro (el que suscribe, recibió
una citación para formar parte de una mesa electoral, y envió una
carta a la junta electoral central, de aquella convocatoria,
refrendar la
constitución de 1977,
argumentando que, como partidario de la opción republicana se negaba
a participar en aquella mesa electoral), y hoy, casi treinta y seis
años después, algunos empiezan a ver que el régimen actual es
inservible, pero la triste realidad es que nadie se atreve a ponerse
al frente del naufragio para ordenar el caos y prefiere tomar
distancias, dando las órdenes oportunas desde algún lugar,
resguardado de las frías aguas que podrían tragarlo.
Ni
el debate ha servido para aclarar las implicaciones de la
financiación del partido que nos exige recortes y sacrificios,
mientras sus dirigentes se solazan en la comodidad, ni ha servido
para que las familias amenazadas por los desahucios se sosieguen, ni
ha servido para cortar esa oleadas de eres que están amenazando a
miles de empleos directos, y otros tantos de empleos indirectos, ni
ha servido para nada porque ninguno de los diputados de izquierdas
que ponen sus posaderas en los escaños tiene políticas alternativas
que ofrecer, ya que cualquier alternativa pasa por enterrar la
herencia franquista de una monarquía corrompida, de un gobierno de
embusteros, falsos, vividores, defraudadores y cómplices de
ladrones.
Esta
situación tiene su traslado en las luchas obreras, porque si desde
una plataforma estatal, el debate del estado de la nación, no se es
capaz de ofrecer soluciones, ¿Cómo es posible que las luchas
obreras tengan una perspectiva diferente? Ayer, mientras tenía
lugar el paripé del debate nacional, tenía lugar otro paripé más
ruidoso y vocinglero, a las puertas de la sede central de Iberia, la
línea aérea que fue compañía de bandera hasta su privatización,
y que ahora, el equipo de dirección contratado
para desmantelarla se
dedica a la tarea con la complicidad de los dirigentes de los
sindicatos mayoritarios, sin que que ningún dirigente de la comisión
negociadora se dignara aparecer por la manifestación, para dar
cuenta del estado de las negociaciones, y eso enlaza con el fondo de
la cuestión. La lógica empresarial, la que sigue la economía del
mundo, la modelan 147 multinacionales que tienen en sus manos el
control del cuarenta por ciento (40%), del conjunto de las acciones
que se cotizan en el
mundo, y eso es un
poder inmenso, del que
no hay parlamento, ni europeo, ni de ningún país del mundo, que se
atreva a plantearlo, porque dentro de la lógica empresarial, eso cae
dentro del derecho de propiedad de los empresarios a
expropiar a naciones y pueblos,
porque es su derecho, y quien únicamente ha discutido ese derecho
divino,
ha sido,
es y será,
el socialismo
marxista,
y aunque cada día está más claro, los que detentan
las siglas y nombre de socialismo, socialistas, están más vendidos
a esa lógica empresarial, a la cual, justifican
y defienden,
por eso en las manifestaciones no se gritan las consignas que tienen
significado, por sí mismas, escala
móvil de horas de trabajo,
contra el paro y los despidos, escala
móvil de salarios
contra los recortes, erradicación
de los paraísos fiscales y retorno del dinero oculto,
contra la descapitalización,
por eso, negociar la recuperación de las empresas pasa por decirles:
señores directores, si su tarea es desmantelar Iberia (cada cual
puede poner el nombre de su empresa, Sanidad pública, Orizonia,
etc.), no cuenten con nosotros para cubrirles las espaldas, nosotros
estaremos con nuestros compañeros organizndo y coordinando las
luchas porque su derecho, entra en contradicción con nuestro derecho
a vivir y trabajar, y les pondremos todos los obstáculos posibles
para que no lleven a cabo su propósito, porque estamos convencidos
que no es la competitividad lo que la sociedad necesita, sino
cooperación, coordinación y colaboración. Ya basta de creernos
tontos.
jmrmesas
veintiuno
de febrero de dos mil trece
*
Capitán del Costa Concordia naufragado, que pretendía dirigir el
salvamento desde
una lancha.
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