UNA NUEVA DIRECCION:
CONCLUSIONES
POR QUÉ SON ESTOS LOS
OBJETIVOS
Decía en los apuntes
precedentes que el superimperialismo es un poder político que no
puede ser identificado a la manera de como lo es una multinacional,
pues estas, las multinacionales, tienen sedes y son fácilmente
identificables, mientras que los mercados, el
superimperialismo, el capital financiero, es el alto nivel de
acuerdo, o el entrelazamiento de los intereses de la burguesía
estadounidense y las importantes y fragmentadas burguesías
-nacionales- europeas, que tras el hundimiento de la URSS, decidieron
un nuevo y cauteloso reparto del mundo, y que los mercados, el
superimperialismo, desarrolla su evanescente poder, al carecer
de formas en las que tomar cuerpo, en múltiples reuniones y cumbres
internacionales, en la que se toman acuerdos, para agradar o
tranquilizar a ese ente etéreo denominado los mercados,
más, a poco que se observe, se puede poner nombre y apellidos a esos
representantes de los mercados, ese núcleo
poderoso de financieros y grandes empresarios, cuyos lazos con el
poder político está en esa rueda en la que suelen entrar estos
individuos -empresa, gobierno, universidad, empresa, universidad,
gobierno- porque la prensa nos lo muestran, de continuo, y así, la
reunión mantenida entre el secretario del tesoro de Estados Unidos,
Geithner y De Guindos, es una muestra de este nivel de acuerdos,
porque De Guindos, ahora, ministro de industria, fue el representante
para Europa del banco de la quiebra -Lehman Brothers-,
posteriormente, otro periódico, da cuenta, de otra reunión entre
Mario Monti, Angela Merkel, Obama, Hollande, Draghi.
Poco importa, para lo que
pretendo demostrar, cuales fueron los acuerdos, porque lo que
pretendo demostrar es que el nivel de acuerdo y la visión del
mundo, de su mundo, que este poder tiene, y que al
amparo de su evanescencia, enmascaran sus decisiones, la
izquierda NO TIENE NADA COMPARABLE QUE OPONER, y así, Monti,
Draghi, Geithner, han sido banqueros, -Goldman Scha- y han trabajado
con otros grupos industriales, mientras que ahora son políticos, y
las entrevistas con Hollande, Merkel, Obama, expresa el nivel y la
importancia de quienes son las burguesías con las que se
quiere llegar a un acuerdo, y a cuales otras presionar, y
eso tiene unas repercusiones en las sociedades, que son las sitiadas
-las deudas soberanas-, son las fichas que estos mercados
mueven para ganar posiciones, y las deudas son ese asedio con
el que se pretende llegar a los objetivos, que estos mercados
se hayan fijado porque son conscientes de que la sociedad actual
tiene que moverse hacia donde ellos prevean que debe hacerse, porque
la actual, a su modo de ver, es insostenible, y para ello,
recurren a todos los medios, lícitos e ilícitos, que empleado por
ello, se convierten en legales.
Los mercados,
son sumamente consciente, que el nivel de represión que pueden
emplear es muy limitado, porque, de poder emplear el modelo clásico,
habrían recurrido a las armas para ventilar sus diferencias, pero
son conscientes de que en el teatro europeo, eso tendría un coste
muy peligroso, por lo tanto, valoran el desgaste sufrido por la
ideología marxista-leninista, para intentar que el acuerdo
con la parte de la burguesía europea más audaz y presionar a las
burguesías menos capaces, es decir, exprimir a las sociedades más
acostumbradas a pasar penalidades, porque saben que habrá una
aceptación tácita de que estamos al final del túnel y vamos
hacia un mundo mejor, lo cual es falso de principio a fin,
y para ello necesitan atraer a una parte del sindicalismo, para que
el nivel de la protesta esté contenida en límites razonables, y
esos límites son por los que viene discurriendo el enfado ciudadano,
manifestaciones, huelgas, marchas, es decir, algo que el sistema
ha integrado en su metabolismo, porque ha convivido con ello
desde el principio.
Todos los que tienen una
tribuna para dirigirse a la ciudadanía, sean economistas,
sociólogos, políticos, todos, los que entienden que vivimos en
momentos críticos, y que la sociedad se encuentra en una situación
en la que los cambios que se produzcan, marcarán las condiciones del
próximo futuro, no se atreven a reconocer que esta confrontación
económico-política, está planteada, en los hechos, como el
desarrollo de la lucha de clases, o más claramente dicho, ese núcleo
poderoso de financieros y grandes empresarios, saben que clase de
mundo quieren, cuanta gente puede contener y con qué medios
pueden contar, y lo que hace noventa y siete años, era un
ultradisparate, (planteado, con este término, por Lenin, en El
imperialismo, fase … ), en la actualidad, es la cotidianidad
denominada los mercados, que no es otra cosa que la
necesidad, de ese núcleo, de dictar la política que ha de seguir la
sociedad, mientras que, ni la sociedad, ni su vanguardia en primera
línea, la clase obrera, tiene una idea aproximada, de qué es lo que
quieren, porque sus dirigentes, acomodados al parlamentarismo
burgués, huyen de explicar a los trabajadores, cualquier cosa que
comprometa su estatus de vividores, y se avienen a hablar de la prima
de riesgo, del PIB, deficit contables, o de
cualquier otra cosa, que para la mayoría social, es chino,
porque,reconocer, que la economía es la conclusión de la lucha
de clases, es pasar a organizar esa lucha, por eso, en las
manifestaciones, las pancartas son anodinas y no fijan objetivos.
La situación actual es,
objetivamente, revolucionaria, porque cualquier cambio que no
afecte al contenido de la propiedad de la sociedad en su conjunto,
por encima, de los poseedores concretos, serán cambios
cosméticos, sin valor, y esto quiere decir que la
fabulosa capacidad de producción adquirida en el transcurso
histórico, por, y
con el concurso social, está madura para ponerla al
servicio de la sociedad, en su conjunto, que equivale a
decir, para todo el género humano, y esto, choca,
frontalmente contra la visión del mundo de los mercados,
de ese núcleo poderoso de financieros y grandes empresarios, o lo
que es igual, el superimperialismo en ejercicio, los
expropiadores, a los que hay
que decir basta, y esta ha de ser la meta para
abordar el siglo entrante, y la consecución de esta decisiva
conquista pasa por los objetivos, que desde este blog, se proponen
con insistencia, primero, la lucha incansable por la
erradicación de los paraísos fiscales, verdadero
centro de poder de los mercados, y que para cualquier
observador de la política actual, es fácilmente comprobable, que
ninguno de los tienen tribuna para dirigirse a la sociedad, menciona
nunca, y si alguien, lo hace, es de pasada y sin entrar en el meollo
de la cuestión, es decir, el sacar de la circulación el dinero, sin
que el estado, los estados, tomen la decisión de controlar ese flujo
enorme de dinero, solo a disposición de los especuladores, es decir,
de los mercados, del núcleo poderoso de financieros y grandes
empresarios, y que según el experto James Henry, estima entre 17 y
26 billones de euros, y que, en mi opinión, equivaldría a la punta
del iceberg, es lo que hace fuertes a los mercados
por lo tanto, a la visión de los mercados, hay que oponerle, la
alternativa, igualmente, global, pero con un contenido social común,
que es la que desde aquí se hace. Su consecuencia sería reclamar
para la sociedad el retorno del dinero oculto, para dedicarlo a la
ciencia, a la educación y a la producción.
El segundo de los
objetivos ha de ser, sin ninguna duda, levantar el asedio a la
ciudadanía, que los mercados, el superimperialismo
en ejercicio, los expropiadores, han sometido a la
sociedad, queriendo domesticarla, y eso quiere decir condonación
de las deudas soberanas, previo control y auditoría, para
conocer como se formaron, quienes la gestionaron, a quienes se
favoreció, que grupos se beneficiaron.
El tercero, del conjunto
de los objetivos estratégicos es la adopción de una moneda
mundial para equilibrar las relaciones del comercio internacional,
que equivale a racionalizar la producción a escala global, porque el
nivel de las fuerzas productivas es mundial, internacional, y eso
quiere decir que los procesos de fabricación, que los procesos de
producción, son internacionales, exportables, y que las monedas
dejaron de tener el valor regulatorio que en el pasado tuvieron,
porque las monedas actuales, son fiduciarias, es decir, sin respaldo
de oro. Decía que todo el que dispone de una tribuna para dirigirse
a la ciudadanía, evita plantear la economía como el desarrollo
de la lucha de clases, porque es de la única manera que se puede
desmovilizar a la ciudadanía, y que esta, la economía se plantee
como algo objetivo, sin afectar a los intereses de las clases, y en
este sentido, la salida del dólar, en 1971, del patrón oro, por el
gobierno de Nixon, se encubrió con el anticomunismo, pero sus
consecuencias han sido el desequilibrio del comercio
internacional, y un exceso de dólares sin respaldo que ha
parasitado la economía de todos los países, en especial, los
más subdesarrollados, por lo cual, ningún análisis serio del
problema, menciona la salida del dólar del patrón oro,
arbitrariamente tomada en solitario por Estados Unidos, sin embargo,
el euro está valorado
en el mercado por encima del dólar, y esto significa que la
deuda de Estados Unidos es superior a la deuda de la Unión Europea,
razón por la cual, objetivamente, los mercados,
se fían más del euro que del dólar, pese a que, políticamente, la
burguesía de EEUU es más importante que la burguesía europea, y
así, y esto es una consecuencia tan importante de entender y extraer
conclusiones, para la clase trabajadora, para la ciudadanía, como lo
es, el entender y extraer conclusiones del rol negativo, jugado por
la burocracia soviética, en el ahogamiento de la revolución rusa,
hay que entender que el enfrentamiento dólar-euro, que comenzó por
la necesidad del dólar de no perder la preponderancia de moneda
mundial, se ha convertido, en el transcurso de estos años, en una
crisis económico-política, de alcance revolucionario, cuyo
cierre, tendrá consecuencias determinantes, en este periodo
histórico, y cuya conclusión ha de ser la adopción de una moneda
mundial, siendo este, el tercero de los objetivos estratégicos, que
junto a los otros dos, mencionados más arriba, definen la lucha para
conseguir la meta de poner el poder del modo de producción al
servicio de la sociedad, al servicio del género humano.
Estos son los objetivos porque ellos formaran la consciencia, organizarán la lucha y contribuirán a definir la renovación del pensamiento socialista y la nueva dirección.
jmrmesas
6 de agosto de 2012
REFLEXIONES SOBRE UNA NUEVA DIRECCION SOCIALISTA
LOS OBJETIVOS
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