viernes, 25 de julio de 2014

la izquierda radical


LA IZQUIERDA RADICAL

¿Ahora resulta que un desertor del ejercito de Ucrania ha derribado un avión comercial? Eso no hay nadie que pueda creérselo, pero después de no poderse encontrar el más mínimo indicio capaz de endosarle a Rusia el derribo de un avión civil, que pasaba por allí, van y encuentran un chivo expiatorio al que cargar 298 muertos.

Una batería de misiles, por poco complicada que resulte de manipular, no se pone en manos del primer recluta que se encuentre; no, se pone bajo el mando de un oficial, con instrucciones concretas y dependiente de una instancia superior que autoriza el fuego, y mira por donde, un desertor —¿Cuales eran sus motivos?—, —¿Tenía cómplices?-—, —¿Cómo es que se le ordenó al piloto del vuelo MH 17, apartarse de su ruta 57 kilómetros y descender de su altitud prevista en su plan de vuelo?—, es decir, si el desertor decide abatir un avión comercial, debería tener motivaciones políticas que encubriría un complot, necesario para que todas las coincidencias confluyeran en la posibilidad de la acción terrorista, porque se trata de terrorismo, y ese grado de coincidencias solo es posible si existe una organización bien estructurada, y casualmente, esa bien estructurada organización es el nuevo gobierno ucraniano, protegido por el impotente presidente de Estados Unidos, que no puede controlar la debacle financiera que se aproxima, y que pretende encontrar la solución en el modo tradicional en el que Estados Unidos solventa sus problemas económicos, y que no es otro que mediante la guerra; el asunto estriba en que el enemigo escogido tiene mucho mejor juego, y lo utiliza mucho más inteligentemente que el Departamento de Estado y su jefe, el presidente Obama.

La incapacidad del sistema capitalista para dar solución a los problemas de nuestro tiempo se encuentra en el ADN del sistema y eso quiere decir que el capital financiero internacional, no quiere solucionar ningún problema que no sea como cerrar la boca de la gente que protesta, y que cada vez es más consciente de ser burlada y escarnecida, hasta el punto de perder a un pilar del sistema, porque la cabeza rectora de la Iglesia católica, el papa Francisco reconoce la injusticia y nocividad del sistema. El sistema, el capital financiero, que es el que gestiona la economía y el modo de producción industrial, favoreciendo únicamente la industria militar, la industria de muerte y destrucción, no quiere solucionar ningún problema que haga la vida más grata a la inmensa mayoría (somos el activo más rentable de 85 poseedores, y pretenden que asumamos el rol de productores de riqueza, sin rechistar), por eso, el sistema, sus elementos más canallas, sino tienen condiciones para exportar su afán de supremacía, las fabrican; la matanza que se lleva a cabo en Gaza ha sido diseñada, secuestrando a los jóvenes israelíes y asesinándolos, posteriormente, para poder desarrollar la carnicería que está teniendo lugar ahora. «No es un reproche para el Mossad sino la demostración de que sabe hacer su trabajo. Y sabe hacerlo tan a la perfección que vaticinó –con una semana de adelanto de adelanto– el secuestro de los tres jóvenes israelíes que se produjo el 12 de junio de 2014. En efecto, en medio de la querella sobre la posible adopción de una nueva ley de seguridad, el jefe del Mossad, Tamir Pardo, lanzó la siguiente interrogante: –¿Qué pasaría si, dentro de una semana, fuesen secuestrados 3 jóvenes de 14 años en una de las colonias?–. Exactamente una semana después, tres jóvenes israelíes fueron secuestrados. ¿Casualidad? ¿O fue el propio Mossad quien montó el secuestro?» Es una copia textual del articulo leído en Voltaire.org, cuyo enlace encabeza la cita.

La quiebra del sistema es un lento proceso que se sostiene por la habilidad de transmitir a la sociedad las tensiones y que esta las vaya asumiendo, por la incapacidad política de las organizaciones de la clase obrera y otras capas sociales de conformar su propia opción y enfrentarla con la opción del capital financiero, y por más señales que el sistema deje escapar, porque ya no las controla, si no se produce una alternativa, este seguirá pudriéndose y contaminando la vida social, en todas sus facetas. Como en algún momento he señalado, el hundimiento de la URSS terminaría arrastrando a Estados Unidos, porque ambos bloques compartían los mismos procedimientos, aunque los objetivos formales fueran opuestos, pero en la medida que una élite social exprime a la sociedad, sin que esta tenga una participación real y efectiva en el conjunto de las decisiones que le afectan y organizan la vida social, quienes se benefician son esas élites. En la Unión Soviética, cuando la burocracia se convirtió en la oligarquía, amparada en el aparato del PCUS, los oligarcas prescindieron del socialismo, porque ya era un estorbo a sus planes, y ese proceso es lo que está ocurriendo en Estados Unidos, cuando THE NATION comenta la parálisis estatal en su artículo America: the impotent superpower, que no es otra cosa que la colusión entre el aparato de estado y la corporate class, en complejo militar industrial, que es la élite que ha engordado sus cuantiosas fortunas, empobreciendo a los trabajadores y funcionarios estadounidenses, cuyo american way of life no ha hecho más que retroceder, como el de todos los demás.

El sistema, en tanto que funciona no tiene más camino que utilizar las herramientas disponibles, y una de ellas es el dólar, pero este ya hace tiempo que no cuenta con los respaldos económicos para seguir siendo un instrumento creíble, y la facultad de imprimir dinero sin respaldo de ningún tipo es, dicho en términos llanos, un robo, un atraco, a mano armada, pues no de otro modo es el respaldo del dólar sino fuera por el apoyo de sus flotas navales y aéreas, que le permiten, todavía, el saqueo de los países, y ahora, le toca a Europa aceptar un acuerdo para que las empresas de Estados Unidos puedan establecer sus normas sin contrapartidas.


LA NECESIDAD DE FORMULAR EL EUROPEISMO ALTERNATIVO

La propuesta hecha por el dirigente de Podemos en relación a los desahucios, agrupando el voto de Podemos, PSOE y IU, ha sido un comienzo positivo pero la izquierda radical, sea esta española, alemana, inglesa, francesa, o de cualquier otro lugar, tiene un gran handicap que lastra, incluso la perspectiva de convertirse en gobiernos nacionales, precisamente porque carecen de una visión de conjunto que solo puede lograrse si las formaciones nacionales de las izquierdas avanzadas tuvieran, o cuando menos, confrontaran sus posiciones geopolíticas, y en caso de disentir, adoptar un acuerdo de qué criterios serían los que marcarían las líneas infranqueables a defender en común; este criterio general tiene que tener un comienzo respecto a la unidad de Europa, pues sin este acuerdo, y sin un criterio definido sobre el final del modo de producción mercantil, reclamando la producción para la sociedad, y no para el mercado, luchando por la erradicación de los paraísos fiscales, para impedir que las finanzas, ocultas sean la herramienta del capitalismo para retorcer y quebrar la democracia, no será posible avanzar en la definición de un programa común, al que con buen criterio se está aproximando Izquierda Unida, consciente de que solo un proyecto común podría agrupar las fuerzas de la izquierda para arrebatar a la burguesía, a los mercados, el gobierno nacional.

En época como la que vivimos, en la que los cambios se suceden muy rápidamente, es importante notar que ni el bloque del superimperialismo euro-estadounidense es tan homogéneo, ni las condiciones tan inamovibles que, una dirección con visión geopolítica del momento histórico no pueda, con un golpe de audacia cambiar, al menos, el discurso mediático, que es el que da a conocer al gran público, la pauta que organiza el debate general, dada, tanto la pobreza material de la izquierda para presentar unas, supuestas opciones independientes, como la timidez ideológica, a la hora de formular las opciones más apremiantes; la prueba es la incesante presión de Estados Unidos para forzar, a los gobiernos europeos subordinados, a ser inflexibles en la aplicación de las sanciones a Rusia, lo que significa una notable diferencia entre las necesidades de la burguesía USA -corporate class- y las burguesías europeas; de igual modo es importante notar nuevas realidades cuyo peso empezará a desequilibrar la balanza del superimperialismo que compone el complejo militar industrial transatlántico, y esta nueva realidad no es otra que el acuerdo de los BRICS de formar un nuevo banco mundial y un nuevo sistema monetario: ¿Sería posible salir del euro y entrar en el nuevo orden? Como opción política significaría un ejemplo muy poco halagüeño para el bloque euro-dólar, sin embargo, para la clase trabajadora y para la ciudadanía tales medidas, por positivas que pudieran ser, seguirían estando subordinadas sin una lucha independiente internacioal por la erradicación de los paraísos fiscales, que sería la opción política que daría solidez a la izquierda radical.

El momento actual está lleno de posibilidades capaces de volcar el fiel de la balanza del lado de los pueblos, del lado del progreso y del avance positivo hacia un mundo mejor y más justo, pero también, sino se persevera y se defiende vehementemente las propias convicciones, la derrota más terrible está garantizada, porque el complejo militar-industrial está dispuesto a desencadenar una guerra nuclear porque sus opciones solo son la fuerza, únicamente, la fuerza.

jmrmesas

veinticinco de julio de dos mil catorce










No hay comentarios:

Publicar un comentario