LUCHA DE CLASES
CONTRADICCIONES, CHOQUES,
CONCLUSIONES
Cuando se deshizo la
URSS, corroída por sus contradicciones internas, que la burocracia,
a semejanza de los parásitos que habitan un organismo vivo, alberga,
pudrieron la colosal estructura social, que falta de la relación
vivificante de una sociedad retraída y desenraizada, se desplomó, y
al hacerlo, el viejo orden vigente desde el final de la SGM, retocado
tantas veces, dejó de tener sentido, porque la fuerza que ejercía
cierta cohesión internacional, se vio atrapada en la necesidad de
ejercer su poder, en evitar la desintegración propia, que tanto los
parásitos, la burocracia medradora, como los enemigos, la burguesía,
los mercados, se encargaban de atizar.
El viejo orden,
comprometido por esa carencia de cohesión que suponía la potencia
en descomposición, abrió todas las posibilidades para un nuevo y
cauteloso reparto del mundo, que empezó por la intervención
de Estados Unidos, en Afganistán, a cuenta de la destrucción del
WTC, en un atentado que arrojó, y sigue arrojando, más sombras que
luces, para empezar, seguido, a toda velocidad por la invasión de
Iraq, y desde entonces, el mundo está experimentando todas las
combinaciones, sin lograr estabilizarse porque en estas
confrontaciones, aún, la burguesía no ha conseguido convencer a la
sociedad de la bondad de sus tesis, porque para ello ha de
imponer a los trabajadores, el cúmulo de recortes necesarios para
poder disponer de la fabulosa capacidad de producción, para nuevas
aventuras.
Todo el orden mundial es
objeto de este cauteloso reparto del mundo, que se está produciendo
porque el mundo ha entrado en los estertores de la agonía de toda
una época que se derrumba, ya que las sucesivas aportaciones de las
fuerzas productivas -la ciencia y la tecnología, combinada con la
preparación técnica y humana de la nueva sociedad-,
revolucionaron la estructura económica de la sociedad, y
esta, se ha empezado a agitar y demandar necesidades, que antes, eran
reprimidas o ignoradas, por eso, cuando en mundo obrero, se escribe,
citando a Marx, que la humanidad no se propone nunca más que los
problemas que puede resolver, el autor, está queriendo pedir
explicaciones, sin que ningún dirigente, de la dirección actual, ni
de las veteranas direcciones anteriores, se sientan concernidos por
un debate, que es determinante para entender qué salidas son las que
se podrían producir, porque como plantea el articulo, el cambio de
modelo, sería como una probabilidad, entre otras (feminismo,
ecologismo, etc.), sin entender que ese cambio de modelo, es la única
posibilidad, capaz de arrojar resultados, porque, lo que no se
quiere ver, es que el sistema, tiene fecha de caducidad, y esa
fecha, la ha de poner la lucha de clases, pero la lucha de
clases solo se entiende como huelgas, manifestaciones, es decir, como
la protesta, cuando la vertiente determinante de la lucha de clases
es la que aparenta la mesura y profesionalidad de la economía,
precisamente porque esta vertiente, las burguesías (estadounidense,
europeas, árabes, asiáticas, etc.), dirimen sus intereses,
manteniendo alejados a los trabajadores, y con ello, a la sociedad en
general, de ese robo descarado que acontece en la bolsa de
valores, donde los banqueros, travestidos de financieros y
especuladores, juegan con las riquezas de las naciones, porque lo
hacen en la bolsa, es decir, se cubren con la respetabilidad de los
pequeños inversores cuando los tiburones financieros pueden utilizar
esos fondos reservados que son los que mantienen oculto
en los paraísos fiscales.
Ese ámbito de la lucha
de clase es ignorado por los dirigentes de los partidos de izquierda,
fundamentalmente, socialdemócratas, que son los que tienen una
presencia política propia, los otros, comunistas, son testimoniales
y solo aparecen disueltos en formaciones como izquierda unida u
otras, porque la razón de ser de esos partidos era la defensa de la
revolución, en los tiempos heroicos, luego de la URSS, y finalmente,
cuando esta se disolvió, su razón de ser, dejó de tener sentido
porque no son más que reliquias de un pasado, del que no se han
extraído las conclusiones necesarias para abordar este presente
movedizo y cambiante.
Este presente movedizo
comenzó mucho antes de la famosa quiebra bancaria, pero fue esta la
que destapó y desató los acontecimientos que se sucedieron y
suceden desde entonces, cuando se hundió la URSS, y que dejó
atónitos, sin fuerzas, a varias generaciones de luchadores, que no
entendían como algo que parecía imbatible se desmoronaba, que
siguió dejando sin fuerzas, atónitos, a esas generaciones de
luchadores, de todo el mundo, cuando los burócratas entraron a saco
repartiéndose la propiedad colectiva, sin que los partidos
comunistas del mundo, levantaran la voz para denunciar a
personajes, burócratas, enriquecidos, y para mayor escarnio,
alcoholizado, -Yeltsin-, que expropiaban al pueblo soviético, y de
paso a todos esas generaciones de luchadores, que defendieron, a
veces, con su vida, lo logros soviéticos, porque los entendían como
propios, así que puestos en esta tesitura, ¿Por qué entender que
Al Assad, es mejor que Yeltsin? ¿Porque no bebe?; el hundimiento
del régimen de Al Assad es una secuela del principal
desmoronamiento, y sin dudar de que en este hundimiento, la mano
de la burguesía ha colaborado, ha contribuido a acelerar la caída,
no vayamos a suponer a los sirios, ni mejores ni peores que los
soviéticos, ni más listos ni más tontos, porque, en toda esta
batalla de desgaste, la única fuerza que carece de objetivo es la
izquierda, esa izquierda que abandera las movilizaciones contra
los recortes, desde Grecia a Alemania, pasando por España, y
cuyos dirigentes ponen en la calle en pie de lucha, multitudes,
sin decirles que el objetivo es poner el fabuloso poder de los
medios de producción, de las fuerzas productivas, al servicio
de la sociedad y no que esta se doblegue ante los mercados,
porque este es el objetivo capaz de desarticular esa espesa red
de relaciones, que cualquier persona puede ver accediendo a
theyrule.net, (clic, en auto) en donde las relaciones entre las
empresas, forman una tupida red de influencias y medios, sin olvidar su conexión internacional con empresas foráneas, que son el
verdadero poder, y el presidente, sea quien sea, es el presidente
de Estados Unidos, sociedad anónima, por tanto, no basta con poner
multitudes en la calle, sin darles objetivos, sino que poder parar
los recortes significa atacar el centro de poder de esas redes, cuyo tesoro ocultan en los paraísos fiscales, cuya
finalidad es utilizar la economía para doblegar a la sociedad.
Todas las confrontaciones
históricas que han supuesto cambios estratégicos en el curso de las
sociedades han estado ligadas a la relación del poder con la
necesidad de cobrar tributos, bien imponiendolos, bien negandolos, y
ahora, también ocurre lo mismo, los ricos, eludiendo la
contribución, eludiendo la obligación de tributar, cargan sobre los
hombros de la sociedad su avaricia, ocultan el dinero robado, el que
eluden, empleandolo en especular con las primas de riesgo,
porque esa es la verdadera
lucha de clases, que los
dirigentes obreros,
sociales, son
incapaces de entender, y ponen en la calle multitudes sin
decirles a donde han de apuntar sus tiros,
cuando saben positivamente, que es la falta de contribución de los
mercados, de los
banqueros, financieros, especuladores, los
que al eludir la responsabilidad fiscal,
desde España hasta Estados Unidos, pasando por cada uno de los
países, han contribuidos a hinchar esas deudas soberanas, endosadas
a los pueblos, por la cobardía entreguistas de los dirigentes
obreros, y que esto
tenga que decirlo un obrero, expresa dos cuestiones principales, una
y muy importante, que la sociedad en su conjunto ha adquirido un
grado de madurez suficiente como para ver esto por si sola, dos, que
toda esa pléyade de economistas, sociólogos, filósofos,
historiadores, han de ponerse las pilas, para explicar a esas
multitudes, que este es el verdadero objetivo de la lucha de clases,
poner el increíble poder de la producción al servicio de toda la
sociedad, y para ello, hay que
comenzar por exigir, internacionalmente, globalmente, la erradicación
de los paraísos fiscales, la
condonación de las deudas soberanas,
y la adopción de una medida de valor, capaz de medir, por igual, el
esfuerzo de los pueblos en el desarrollo del trabajo de cuidar la
casa común, el jodido planeta Tierra.
jmrmesas
21 de julio de 2012
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